Gritando en todas partes

¿Imaginas despertar un día y ver tu cara pintada en un muro al otro lado del mundo?, parece el inicio de un cuento, sin embargo, es la historia de Noam Galai, un joven israelí cuyo rostro ha dado la vuelta al planeta.

Convertido en un ícono de protesta, su silencioso grito está estampado en miles de camisetas y posters como un símbolo reaccionario ante la injusticia. Galai ha visto su foto en países tan lejanos a su patria como México y Argentina.

Noam compartió su fotografía a través de Flickr donde miles de personas pudieron descargarla, modificarla a su antojo y usarla en sus productos, todo esto sin que él estuviera enterado.

La imagen es un autoretrato que Galai, fotógrafo de profesión, se hizo en el 2006 y compartió vía Flickr.

“Un día el editor de una revista chilena llamó para agradecer mi fotografía, que había usado en su publicación, no mencionó paga alguna, ni tengo idea cómo llego hasta allá”, comentó Galai, que semanas antes había comenzado a ver su foto estampada en playeras sin recibir notificación de ello.

Eso propicio una controversia acerca de la propiedad intelectual de las imágenes en la red social orientada a compartir fotografías, sobre todo, si éstas generan ganancias millonarias a sus reproductores mas no a sus creadores.

Paradójicamente, Noam había tratado de vender sus fotografías meses antes de que ésta se volviera famosa. “Cuando mi fotografía es usada para fines artísticos no tengo ningún problema, pero cuando grandes compañías venden la imagen y ganan mucho dinero ya no me gusta”, señaló Galai.

Hasta ahora su fotografía ha sido usada por bandas de Punk, artistas callejeros, diseñadores gráficos y activistas políticos, situación que halaga al autor, quien toma el inesperado suceso de la manera más amable, incluso ha creado el blog “Screaming Everywhere” (gritando en todas partes).

“He visto diseños en Holanda, me gusta mucho, pero la  autora está ganando mucho dinero con mi fotografía, cuando traté de comunicarme con ella no respondió. Sé que puedo proceder legalmente, pero por el momento no estoy interesado en emprender ninguna acción en contra de quienes usan la imagen”.

 

El fenómeno no deja de ser curioso, pues miles de personas con culturas tan disonantes como la estadounidense y la árabe se unieron en lo que creyeron era el sentimiento de inconformidad de un hombre desconocido.

Y deja abiertas muchas preguntas: ¿Qué pasa alrededor del mundo que mantiene a hombres y mujeres en un grito ahogado?, ¿Si una imagen tan sencilla logró unir a miles de personas, entonces no somos tan diferentes?, ¿Es la inconformidad el común denominador alrededor del planeta?

Todas las declaraciones e imágenes obtenidas del documental Scream Everywhere