Si bien algunos de estos comportamientos pueden parecer útiles en el momento, es posible que no te sirvan, ya que ahora consideramos la vida después de una pandemia.
“Las investigaciones han descubierto que alrededor del 40% de la vida cotidiana está determinada por los hábitos”, dice Gretchen Rubin, autora de Las cuatro tendencias: los perfiles de personalidad indispensables que revelan cómo mejorar tu vida y la de otras personas, y creadora de la aplicación Happier, que ayuda a los usuarios a realizar un seguimiento de los hábitos y a seguirlos utilizando técnicas de motivación personalizadas.
“Si tienes hábitos que funcionan, es mucho más probable que sea más feliz, más saludable, más productivo y más creativo. Y si tienes hábitos que no te funcionan, es mucho más difícil. Los hábitos son la arquitectura invisible de la vida cotidiana. Dan forma a toda nuestra existencia y son tremendamente importantes”.
Mientras nos adaptamos a lo que le espera en 2022, considera si te estás aferrando a estos tres hábitos, tal vez sea hora de cambiar y dejar atrás los hábitos de los últimos dos años.
Con el despliegue de la vacuna, una luz al final del túnel pareció acercarse. Luego vino la variante delta y ahora ómicron. Un hábito que quizás deba romper es reconocer que no puede controlar lo que sucederá con la pandemia, dice Ethan Kross, autor de Chatter: The Voice in Our Head, Why It Matters y How to Harness It.
“Hay muchas cosas que podemos hacer para estar más seguros y vivir vidas productivas y satisfactorias, incluso en el clima actual, pero hay algunas cosas que simplemente están fuera de nuestro control”, dice. “En el momento en que reconozcamos eso, podremos minimizar la conversación que rodea a la pandemia y seguir adelante”.
Kross define la charla como nuestra voz interior negativa que puede hacer que nos sintamos estancados e indefensos. “Chatter es la manifestación oscura de nuestra voz interior y es un gran problema”, dice. “Nos dificulta hacer nuestro trabajo y obstaculiza nuestras relaciones y nuestra salud. La incertidumbre y la falta de control alimentan la experiencia de la charla. Las tasas de ansiedad y depresión aumentaron más del 30% durante la pandemia. Claramente, estos son tiempos de charlatanería”.
Afortunadamente, existen algunas técnicas que puede utilizar para controlar la charla, como el distanciamiento temporal o el viaje en el tiempo mental.
Mirar hacia atrás también puede ayudar, agrega Kross. “Piense en la última gran pandemia”, sugiere. “Las cosas estaban mucho peor en ese entonces. No hubo Zoom, ni comida para llevar, ni vacunas de ARNm. Podría retroceder más en el tiempo hasta la época de la peste bubónica que diezmó a la sociedad durante períodos de tiempo mucho más largos. Ampliar su perspectiva puede resultar útil”.
Otra forma de pensar que puede haber adoptado durante la pandemia es comprar creencias limitantes que pueden estar reteniéndote, dice Kindra Hall, autora de Choose Your Story, Change Your Life: Silence Your Inner Critic y Rewrite Your Life from the Inside Out.
“Son esas declaraciones como, ‘Oh, simplemente no puedo hacer esto, o’ ¿Cuál es el punto?”, Dice. “Son las historias que se tambalean en el fondo las que nos impiden tomar medidas”.
Las creencias limitantes pueden deberse a medidas de éxito pasadas. “Luchaba con mi propia idea del éxito y me decía a mí mismo: No puedo lograrlo. No puedo tener éxito”, dice Hall. “Cuando comencé a captar esa creencia sutilmente en segundo plano, la analicé y me di cuenta de que en 2019, medí mi éxito en millas aéreas, estadías en hoteles y fatiga por zona horaria. De repente, eso desapareció, y mi voz interior decía que no puedo tener éxito porque hice los cálculos y no estaba volando por todos lados”.
En cambio, Hall sugiere redefinir lo que parece el éxito. Para ella, una mejor medida fue hacer notas virtuales desde su habitación y luego salir y construir Legos con sus hijos. “Tuve que trabajar para cambiar esa programación y reemplazar las historias negativas por otras que fueran relevantes en el futuro”, dice.
Justo cuando se acostumbró al trabajo remoto, muchos empleadores están llamando a los equipos a la oficina o arreglos híbridos. Esto puede ser un gran disruptor para los hábitos que ha adoptado, buenos o malos.
“Se interrumpieron muchos hábitos durante la pandemia, pero lo interesante es que algunas personas han introducido hábitos positivos, como comer de manera más saludable porque están cocinando más o hacer meditaciones matutinas porque no están viajando”, dice Rubin.
Algunos hábitos pueden empeorar, como ver más televisión o no ir más al gimnasio. Rubin sugiere ser honesto consigo mismo preguntándose: “¿Cómo me aferro a las cosas que me funcionan mejor? ¿Cómo podrían desafiarse esas cosas? ¿Y cómo vuelvo a los hábitos que tal vez perdí o me interrumpieron?”
“Considere cuál será su próxima normalidad reflexionando sobre el año pasado y eligiendo con atención lo que se queda y lo que sale a medida que avanza”, dice ella.
Los hábitos a menudo se forman antes de que te des cuenta, como reacción a nuestro entorno. Rubin dice que es importante dar un paso atrás, darse un poco de espacio y tiempo y pensar en cómo quiere que sea su vida. “Pregúntese, ¿Qué funciona y qué no funciona?”, Dice. “Luego, determine cómo avanzará hacia esta próxima normalidad al dar forma conscientemente nuevos hábitos”.
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