El cambio no se gesta por una persona. Es un proceso de décadas en los que salir a las calles para denunciar, combatir y luchar por un cambio ha sido la semilla de todo. Esa es la verdad.
De igual forma apoyar incondicionalmente las ideas y acciones de una sola persona, en este caso Andrés Manuel López Obrador no es el camino para procurar los cambios que llevamos años en las calles gestando. No estamos para esperar ni “saber entender” ni para seguir soportando “medidas dolorosas pero necesarias”.
Por otro lado, los intentos de sabotaje de la derecha extrema que ven en las fisuras generadas entre la izquierda, la oportunidad de llevar capital político a su molino, junto a la lucha a ultranza de los que apoyan incondicionalmente a AMLO, solo va a generar una crispación innecesaria en torno a un hombre, a una persona. Y México es más que eso.
La batalla entre el apoyo incondicional y el sabotaje solo afectará a México, al país y no a una persona. Va a causar inestabilidad en un momento en el que escenario internacional esta jugándose la hegemonía entre Oriente y Occidente y en el que México puede ocupar el lugar que le corresponde.
México puede aspirar a más y en un ejercicio de reflexión los cambios no van a llegar por ganar una elección, ni por tener un gobierno que al final obedece a los sueños y obsesiones de una sola persona.
El cambio será colectivo, y es menester recordar que solo ha sido posible en el pasado cuando hemos reaccionado juntos, cuando nos hemos movilizado, cuando entre todas las personas vemos y luchamos por el bien común.
Los siguientes veinte años serán de una lucha en el mundo –con todo– entre conservar la hegemonía de Estados Unidos y el paso a mundo multipolar donde los países emergentes luego de siglos de colonialismo, opresión, desprecio a nuestras culturas y saqueo, tenemos la oportunidad de reivindicarnos.
Es un llamado atrevido, pero podemos perder los siguientes 6 años que son cruciales en una lucha sin sentido entre defender o atacar a una sola persona. Cuando podemos desde todos los frentes buscar un México mejor.
Es tiempo de tender puentes entre quienes de verdad y de corazón quieren cambiar a México para bien y no quieren aplazarlo; de tender puentes entre quienes le apuestan a los colectivo y realizar proyectos para el bien común.
No hace falta un partido ni un gobierno para ello. Solo basta hacer las cosas, apoyarnos entre todos y movilizarnos de nuevo cada vez cuando sea necesario. De fiscalizar permanentemente, de construir en colectivo.
Construyamos una red, una idea en común que no dependa de los caprichos de una persona, ni de sus enemigos a ultranza, ni de sus seguidores a ciegas.
Las crisis siempre son crisoles de oportunidades y esta que se proyecta en el mundo entre 2018 y 2038 puede ser la oportunidad para ser lo que éramos como nación y como cultura, para que México de una vez por todas pueda aprovechar todo su potencial humano, cultural y seamos de nuevo una civilización ejemplar que ya le ha aportado mucho al mundo. Porque la crisis es solo para un modelos que ya no funciona. Un modelo invasor e impositor.
Los últimos 30 años no definen a México, décadas de traiciones, de caprichos, de saqueos y guerra sinsentido. ¿Para qué seguir haciendo proyectos ecocidas y de infraestructura y de contención para ellos? ¿Para qué colorear el anhelado canal-tren en el Istmo de Tehuantepec? ¿Para qué el Tren Maya sin consultar a las comunidades?
Desde LoQueSigue a partir de este 21 de noviembre de 2018, un día crucial haremos nuestra parte para crear esta red, pare crear alianzas y tender puentes entre quienes quieren algo mejor, entre quienes saben que nos merecemos más que lo que tenemos y entre los que tienen certeza que solo entre todas las personas podemos decidir qué es mejor.
Para quienes creen en los consensos, para quienes creen en la inteligencia colectiva, para quienes saben y conocer el poder de la lucidez de las multitudes conectadas. En las redes de personas y en los movimientos colectivos.
Es tiempo de actuar. Es un nuevo comienzo.
Transformemos
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