Se dice que las feministas son bestias malvadas, enormes, come niños y mata hombres.
Esa es la palabra que se escucha en los pasillos de las redes sociales y los medios de comunicación. De la Fiscalía mejor no hablamos (ahorita).
Lo que se sabe, también, es que las colectivas de las feministas están llenas de locas furiosas; casi todas ellas víctimas y al mismo tiempo familiares de víctimas. Cuentan que por allá, ninguna está libre de heridas y que diario hay nuevas.
“Las feministas” (que ahora se usa despectivamente) son mujeres como tú o como las que tienes alrededor. La diferencia es que son ese porcentaje que siempre ha estado detrás, luchando por todas. Son hijas, son hermanas, son mamás, son humanas. Doctoras, maestras, artesanas, historiadoras, poetas, administradoras, literatas, ingenieras, periodistas, etc. Tu compañera de trabajo. La morrita del camión. La que te atiende con una sonrisa en la tienda. O quizá tu jefa, tu hermana, tu prima, tu tía, tu mamá. Son todas ellas, somos todas nosotras las que llevan la capucha en las marchas.
No son “pandilleras”, caifanas, malvadas, malévolas. Son las nuevas brujas.
Temporada de caza de brujas
En el pasado existía un libro llamado Malleus Maleficarum o “El Martillo de las Brujas”, cuyo autor era un hombrecillo con serios problemas de misoginia y locura -de la mala-. Su finalidad era “detectar exitosamente” a las brujas viviendo entre nosotros. Este libro era tan descabellado que las autoridades no dudaron en usarlo como método para detectar y enjuiciar brujas (y algún brujo ocasional). Las autoridades, literalmente cazaban brujas fomentando el odio en la población. Y eso es lo que está haciendo ahora la Fiscalía de la CDMX.
Este proceder gubernamental no es algo nuevo, aunque quizá todavía quedaban quienes esperaban un “cambio verdadero”. En los últimos meses, haciendo énfasis en las últimas semanas, la Fiscalía ha dedicado su tiempo en crear carpetas e imputar a mujeres con carpetas armadas con screenshots de trolls, anons, incels, bots, etc. Y según lo que sabemos, no son pocas carpetas con las mismas características. ¿Ahora vivirás con miedo de que tu troll de confianza de acuse de algo sin pruebas con la Fiscalía? Y haces bien. Aunque a menos de que seas una mujer feminista, es muy probable que no tengas repercusiones legales por existir y encima tener el atrevimiento de manifestarte. Ya pasó la temporada de muertos, pero parece que los cargos fantasmas nos acompañarán más allá de Navidad (o Yule).
“Y los feminicidas libres, pero si se ponen más locos con el fútbol”
Todavía no se ve con claridad el rumbo que todo esta situación va a tomar, pero lo que siga de ahora en adelante tendrá el sello del gobierno de la Ciudad de México.”¿Y los feminicidas? Muchos de ellos libres”, ese es el comentario que se repite una y otra vez tanto en redes como en el día a día. ¿Pero y los narcos? ¿Qué pasó con Cienfuegos? Autoridades, ¿hasta dónde llegará la persecución? Las perseguidas no están siendo juzgadas por algo que hicieron, sino por el alcance de sus ideas y esas no se pueden encarcelar.
El gobierno “aliado” persigue mujeres que exigen que su vida tenga valor. En la lucha contra las feministas no hay partidos: en todo el territorio mexicano, los gobiernos de todos los colores tienen sus propias cacerías de brujas. Este será un capítulo en los libros de historia del futuro.