La Familia Michoacana, entre el fanatismo religioso y el narco.

Estos últimos días se han registrado una serie ataques a las fuerzas federales en Michocán, ataques coordinados y casi simultáneos. Algunos de ellos escalofriantes, como la ejecución de 12 policias y el abandono de los cuerpos en las carreteras de Michoacán.

Los medios de comunicación ya han dado los por menores de estos hechos. ¿Pero quién o quiénes están detrás?

La primer pista nos lleva a pensar en el narcotráfico, las guerrilas en México ya han tenido años que no operan en el país de forma activa y menos armada, así que el narco es la primer pista.

Sin duda los Zetas son el grupo delictivo que bien podrían tener esta capacidad de fuego y de despligue, por su instrucción militar, pero acorde fueron pasando las horas se desvelaba algo más oscuro e intrigante… estos hechos venían siendo ocasionados por el desconocido y hermético grupo de “La Familia Michoacana” en represalia a  la captura del El Minsa, su principal operador logístico, un grupo que dice limpiar a la sociedad de los delincuentes y que realiza una evangelización entre sus miembros con libros realizados por sus propios líderes. Un grupo que incluso tiene un foro en internet donde la gente puede preguntar por sus ideas y motivos y hasta aclarar si ellos son los responsables de diversos ataques.

El grupo se dio a conocer por un desplegado hecho en la prensa de Michoacán. En el que prometían erradicar la venta del ice una drogra sintética —producida en ese entonces por el cartel de los Hermanos Valencia— también prometían terminar con los secuestros y la extorsión… a través de la violencia:

La Familia Michoacana

¿Quiénes somos?
Trabajadores masivos de la región de Tierra Caliente en el estado de Michoacán, organizados por la necesidad de salir de la opresión, de la humillación a la que siempre fuimos sometidos por personas que siempre tuvieron todo el tiempo el poder, lo que les permitió realizar todo tipo de pillerías y atropellos en el estado, como los del cártel del Milenio, algunos de apellido Valencia y de otras organizaciones, como la banda de los 30, que ha tenido aterrorizada los años ochenta hasta la fecha a gran parte del estado, sobre todo en las áreas de Puruarán, Turicato, Tacámbaro y Ario de Rosales, y que han realizado secuestros, robos, extorsiones y otros delitos que perjudican la paz de los michoacanos…

Fragmento del desplegado con el que se dió a conocer este grupo.

El líder, Nazario González alias “El Más Loco” es el guía espiritual de esta organización, es el que ha escrito una biblia de acuerdo a su visión donde aconseja a los miembros de esta banda delictiva sobre cómo comportarse en su vida.

De acuerdo a Carlos Loret de Mola, el aspecto de este “lider” es más parecido al de un guerrillero que el de un narcotraficante poderoso.

Da escalofríos pensar que el narcotráfico le dispute el poder al estado mexicano, y peor aún que ya controle de forma fáctica zonas como Michoacán en el caso de la Familia, o Tamailipas como el caso de los Zetas.

Pero más tenebroso resulta el conocer los códigos morales con la que estos grupos se manejan, lo disímbolo de sus valores y el alcance de sus acciones:

Le pedí a Dios fuerzas y me dio dificultades para hacerme fuerte; pedí sabiduría y me dio problemas para resolver; pedí prosperidad y me dio cerebro y músculos para trabajar; pedí valor y me dio obstáculos para superar. No recibí nada de lo que pedí, pero he recibido todo lo que necesitaba: El Más Loco.

Corrido en You Tube de “La Familia”

Es muy probable que esta guerra que libra el gobierno escale a un conflicto civil por la búsqueda del poder o que de la pauta a una posible intervención estadounidense para reestablecer el orden en su vecino país.

¿Se imaginan un país gobernado de lleno por los narcotraficantes? esto me recuerda a la Chechenia en el lapso entre las dos guerras con Rusia, era un auténtico gobierno criminal donde las violaciones y el secuestro eran cosa de todos los días, era un pequeño país gobernado por auténticos señores de la guerra al puro estilo Afganistán.

Ojalá que esto no suceda en México.

Queda en nosotros, empieza por indignarte.