La libertad de ser, el derecho a nuestra autodeterminación. Eso quieren impedir con leyes #20DMX
Libre crecimiento – https://blocjoanpi.blogspot.mx/No hay casualidades
Lo que comparten el aumento al metro en la Ciudad de México, La Ley Anti Protesta, la aprobación exprés de la Reforma Energética, el espionaje masivo a redes sociales en México desde el año pasado y las reiteradas intenciones de regular el internet y proteger el copyright es que aparte de ser imposiciones sin discusión pública ni consenso popular es que van dirigidas a impedir un derecho natural que tenemos a la autodeterminación y el libre desarrollo.
¿Por qué destruir el Sistema de Transporte Colectivo pensado como una política detonante de desarrollo? ¿Por qué impedir que podamos disfrutar y crecer directamente de la explotación constructiva de nuestros recursos naturales, en este caso la energía? ¿Por qué impedir que podamos compartir y crear libremente lo que nos gusta usando una herramienta poderosa como es internet? ¿Por qué espiar en tiempo real la actividad de 53 millones de personas conectadas?
No son temas y urgencias aisladas, no son coincidencias, todas se concentran y enfocan en atacar la libre autodeterminación, generar dependencia eterna, intentar controlar la ola social. Mantener una estructura añeja de orden social. Intentar frenar lo nuevo y la natural evolución.
El que la imposición del aumento al metro fuese el mismo día de la imposición de la Reforma Energética fue más que una casualidad. Siendo la misma semana la aprobación en comisiones de la ley Anti Protesta en el DF y a su vez la aprobación que para ministerios públicos puedan acceder a tu teléfono y geolocalizarte oficializando lo que clandestinamente desde octubre del año pasado se realiza desde servidores de Telmex y IusaCell utilizando el software FinFisher.
Desobedecer siendo nosotros mismos la mejor solución
Estamos viviendo de facto un estado policial, una depredación abierta contra la población, un desmantelamiento de tajo de las libertades y derechos ganados en el pais y especialmente en la Ciudad de México.
Con estas leyes impuestas no niegan el crecer, el expresarnos, el desarrollarnos, el reunirnos, el quejarnos.
Y ante este clima de miedo y persecución justo allí radica la solución, el miedo debe cambiar de bando y esto puede lograrse pacíficamente simplemente si seguimos haciendo lo que nos quieren impedir.
Este extremo control es inoperante. Seguir pagando 3 pesos o saltándose el torniquete del metro es un sencillo ejemplo de desobediencia que conecta todo, como el utilizar herramientas seguras y anónimas para compartir y crear en internet. Protestando por la imposición de la Reforma Energética, insistiendo en las calles a pesar de los muros policiacos.
El sistema cede, cuando dejamos de tener miedo y empezamos a hacer que se tambalee esta jaula de leyes es cuando el sistema se desmorona.
El #PosMeSalto ha logrado la solidaridad de muchos policías bancarios que se suman discretamente a la protesta como de taquilleras y jefes de estación. La valiente actitud de los cercos en el DF y en los estados a los Congresos que aprobaron la Reforma Energética de manera exprés ha mostrado una sociedad que protestas a pesar de las leyes y vallas de acero.
Nada puede contra la libertad
Siendo como naturalmente nacemos, expresándonos libremente, compartiendo, desobedeciendo leyes absurdas es como todo esto prohibitivo y antinatural muere de inanición.
Debemos sentirnos orgullosos porque no pueden contra nuestra libertad, se terminarán yendo ellos primero que nosotros porque nosotros únicamente estamos obedeciendo el sentido común y el buen vivir, nuestra libertad intrínseca, nuestra esencia humana.
La sociedad tiene inteligencia y memoria colectiva, las nuevas generaciones resisten a lo que el PRI lleva haciendo 100 años, 100 años que llevan atrás junto a los sistemas autoritarios y regímenes y modelos de hace 300 años.
Somos lo nuevo y estamos en una crisis donde vamos a prevalecer impongan o aprueben miles de leyes por nada ni nadie puede oponerse por mucho que lo intente como en la edad media, nadie puede detener el libre desarrollo.