Aunque es una pequeña isla es uno de los lugares más turísticos debido a su majestuosa belleza natural y paisajes de fotografía.
La arena fina blanca, que es el asfalto de toda la isla, las casas bajas de colores con grandiosos murales, el sol y la vegetación son los mejores anfitriones de Holbox.
Para llegar allí se toman un ferry que tarda unos 30 minutos y sale cada dos horas. La isla es protegida por el Gobierno mexicano, no permiten la entrada de grandes cadenas hoteleras ni de supermercados, todo el comercio es local y los hoteles son eco-resorts en su mayoría, con el fin de conservar la esencia del pueblo.
Holbox es un paraíso natural que debe ser cuidado para seguir disfrutando de todas sus maravillas. Es importante que tengas presente que no debes lanzar nada al mar, ni por las calles; y evita todo lo que puedas los plásticos. La isla tiene recursos limitados de reciclaje por lo que muchos de esos envases se quedan varados ensuciando este bello paisaje.
La isla tiene una larga historia pues ya estaba habitada por la civilización maya, aunque la presencia de otras civilizaciones se remonta a 1852. Además es toda una auténtica superviviente, pues resurgió después de un huracán en 1886 que lo destruyó todo.
En la isla habitan flamencos, gaviotas, mapaches, todo tipo de peces tropicales, tortugas y tiburones ballena. Estos últimos son la atracción turística por excelencia de la isla.
La mayoría de avistamientos son en agosto (temporada alta) , pero llegan a las reservas de Cabo Catoche y Yum Balam de mayo a septiembre. Esta especie está protegida por la NOM 059 desde 2010, por lo que ya no se permite tocarlos.
Paisajes de impacto
Holbox dispone de 34 km con playas todavía vírgenes y cuatro espacios naturales señalados: Isla Pasión, un pequeño islote a 10 minutos de Holbox, Cabo Catoche, la punta del litoral de México al que solo se puede llegar en lancha, Yalahau, un enorme ojo de agua considerado como fuente de juventud por sus aguas mineralizadas; e Isla Pájaros, un islote cubierto de manglar.
Planes para hacer en Holbox
Hay muchas actividades para disfrutar, quizá seas de los que se conforma con estar frente al mar, acá tienes toda la isla para hacerlo con paisajes hermosos y vistas magnificas que quedarán por siempre en tu memoria. Por cierto, aquí el sol es muy fuerte así que no olvides tu protección, ni tu repelente de mosquitos para la noche.
Puedes recorrer toda la costa de Holbox prácticamente como Moisés atravesando sus aguas, porque durante el día baja la marea y entre la orilla y el mar se forma una lengua de arena blanca por la que es muy agradable dar un paseo cuando el sol está saliendo.
En el centro del pueblo hay muchísimos restaurantes para desayunar saludable y tiendas de souvenirs por lo que no te costará distraerte. Aunque el mejor lema de la isla es: “no hagas planes”.
Además no puedes marcharte sin probar la pizza típica de langosta. Tampoco te pierdas sus camarones frescos que están presentes en cualquier restaurante de la isla.
Una buena forma de decir adiós al paraíso es hacerlo viendo uno de sus atardeceres mágicos, que créeme será una postal inolvidable de tu viaje por la isla.
Vía Traveler