Estamos presenciando nuevamente un levantamiento en la cuna de las modernas revoluciones, el cual refleja principalmente la exclusión que se experimenta en las sociedades modernas del primer mundo.
A medida que las tensiones han aumentado en el mundo posterior a la pandemia y se han relajado los confinamientos, parte de las revueltas se explican por la búsqueda de una liberación social.
Sin embargo, también es importante mencionar el aumento de las tensiones raciales en países europeos, como en la mayoría de ellos, donde no se ha logrado resolver el problema de integración de los inmigrantes de segunda y tercera generación, así como la creación abrumadora de guetos dentro de las sociedades modernas del primer mundo.
Quizás lo que estamos presenciando en Francia sea el comienzo de una revuelta global en un mundo que ha cambiado para siempre después de la pandemia.
¿Podría ser esta la situación?