
Hace unos días como parte de mi rutina leí varios encabezados en la prensa respecto a que Putin es quien se beneficia por las protestas y quemas en contra de este libro sagrado del Islam. Me pareció más que curioso. Así que me puse a analizar cómo se ha interesado la gente a través de internet y las redes sociales. Un mirada rápida. Para ver cómo se ha movido el tema.
No sé si Putin esté detrás, en lo personal me parece un personaje desestabilizador, pero debido al debate intenso que veo entre mis conocidos suecos sobre el tema. Me dio más curiosidad e interés de saber cómo ha sido el impacto de estas manifestaciones y hoy me aventuré a desempolvar mis habilidades de reportero y acudí a la quema del Corán de esta tarde en Estocolmo. La segunda en poco más de un mes. He estado recuperándome de una enfermedad y me pareció buena idea ir a documentar el hecho que creo que será muy relevante para mantenerme activo.
El despliegue policial.
Lo primero que me llamó la atención fue el tamaño del despliegue del operativo de seguridad, en algún momento me pareció demasiado, pero luego reflexioné sobre los riesgos que se corren tras las alertas de posibles atentados en Suecia por estas quemas.
En total conté unos 20 policías uniformados y un número menor de encubiertos, que dicho sea de paso –desde que he acudido a algunas de las protestas de Greta Thunberg– creo que son demasiado obvios para ir de paisano:
Este es el lugar donde será presuntamente quemado el Corán entre las 13 y 15 de la tarde. Hay una inusual presencia policial
Ahora vuela un helicóptero que es bastante extraño en Estocolmo
Here is the place where the Quran will be burn pic.twitter.com/0NO2t5tVSZ
— Alberto Escorcia (@AlbertoEscorcia) August 14, 2023
Acudí, temprano, a las 11 aproximadamente. Ya había medios presentes, algunos bloggers de derecha que últimamente han publicado mucho al respecto de que si el Corán es sagrado o no. Y eso me llevó a pensar en el análisis de Twitter que hice por la mañana. Antes de ir a la protesta donde vi que destacadas cuentas asociadas con la derecha amplificaban una narrativa cuestionando a la titular del servicio de Inteligencia sueco, el SÄPO:

En la red se observa cómo el grueso de las cuentas, de una muestra de 1500 tweets que descargué usando la API de Twitter, amplificaban un tweet de un periodista señalando las declaraciones de Susanna Trehörning, Asistente Director de Contrainteligencia y Amparo Constitucional:
Reflexión: Si el Corán ahora es sagrado para @SAPOsverige probablemente muchos de nosotros estamos empezando a enfadarnos mucho. Parece que entraron en pánico. O sufren la falta de personas que sepan lidiar con la propaganda y la desinformación. Obviamente la narrativa del adversario ahora. #svpol
Reflektion:
Om Koranen nu är helig för @SAPOsverige så är vi nog många som börjar ligga rätt pyrt till.
Verkar som dom fått panik. Eller lider brist på folk som kan det här med propaganda och desinformation.
Uppenbart motståndarens narrativ nu.#svpol @SwedishPM https://t.co/68rl1GdAy8
— Ledarsidorna.se (@ledarsidorna_se) August 13, 2023
La amplificación, analizando la modularidad y la centralidad del gráfico de red, algoritmos que nos indican qué tan orgánica puede ser una conversación, me indicaba que no era natural.
Eso me pareció importante para anotarlo, dejé capturando a mi script para luego ver el impacto al término de la manifestación.
El despliegue policiaco bien organizado pronto replegó a la prensa a una esquina y yo siguiendo el consejo de un amigo corresponsal de guerra que siempre tomo, me fui a una de las esquinas donde no era probable que nos replegaran y poder tener algún mejor ángulo. Junto a mi, tuvieron la misma idea los del equipo de SVT, la Televisión estatal que se veían muy experimentados.
La policía hábilmente montó una distracción, dejando una parte del cordón abierto donde llegaron dos camionetas con agentes embozados. Al final los manifestantes contra el Corán salieron por la puerta de uno de los edificios del Parlamento. Al mismo tiempo que contra manifestantes se agolparon junto a la prensa.
El espectáculo fue grotesco, pude traducir algunas cosas que espetaron los manifestantes contra el Corán. No me parecieron argumentos inteligentes y mas bien me parecieron actos de provocación muy insensibles como para justificar la protesta y quema. Despedazaron el libro sagrado y luego se pusieron a jugar futbol con él. No dejaban de pasar turistas intentando pasar por allí.
No me detendré en los detalles, pues la prensa ya lo está cubriendo en todos los ángulos, solo les quiero contar mi experiencia y el análisis previo que hice de un mes rastreando las reacciones de esta y las anteriores quemas del Corán.
Los manifestantes contra el Islam hacían pausas, para fumar y beber refresco. Algunas de las turistas despistadas decían “¿Cómo pueden hacer eso mientras destrozan y queman el libro”. Yo al final les diré mi opinión.
Finalmente se produce la quema del Coran frente al Parlamento Sueco
Right now they are burning the Quran in Stockholm pic.twitter.com/8Y1ujdJHMu
— Alberto Escorcia (@AlbertoEscorcia) August 14, 2023
Tras varias pausas y provocaciones, en una de ellas un contra manifestante casi logra romper el cerco policiaco y con la eficiencia de la policía sueca lo llevaron cargando a una de las camionetas, de las varias que había alrededor de la plaza.
Me impactó que mientras quemaban el Corán, los contra manifestantes rezaban y una serie de alaridos desgarradores de un par de mujeres que estaban entre ellos y que alcancé a escuchar desde donde estaba, me horrorizaron.
Luego a mi parecer, los manifestantes contra el Islam pasaron a lo absurdo. Unas chicas de Estados Unidos se pararon a preguntar si entendíamos lo que decían. Querían saber. Les quise decir que nada interesante, haste que me di cuenta que la manifestación estaba por terminar.
Cuando uno es reportero –con los años– uno sabe cuándo serán los momentos importantes de manera instintiva. Me fui corriendo hacia el otro lado para recoger algunas reacciones finales.
Y lo logré, me topé con una familia musulmana. La hija menor sostenía un Corán y su bandera y me acerqué al padre para pedirle permiso de hablar con ella. Sin embargo entre que no hablaban inglés y poco sueco, entendí entre lo poco que hablamos que la niña estaba allí para pedir respeto.
Before burning the Koran they played football with it and tore it to pieces. A Muslim girl came to demonstrate against pic.twitter.com/iEn2I4qGTy
— Alberto Escorcia (@AlbertoEscorcia) August 14, 2023
Las reacciones previas.
Decidí asistir para ver si había alguna relación entre lo que había visto en mi análisis de un mes, con lo que pasaba en la manifestación. Y me encontré un hecho particular. En la cobertura estaba un camarógrafo que es muy activo en Twitter con opiniones de odio @ROGSAHGL, . Es muy cercano a la derecha radical, y vi que grabó a la misma niña, pero sin hablar con ella. Y luego vi un tweet de él donde hacía un juicio bastante injusto, dado que no tuvo le decencia de preguntarle su opinión a la nena:
Ni kommer till mitt land med era lagar och sagor. Mitt land, byggt av mina förfäder. Ni skriker om respekt men visar ingen respekt för det land ni flytt till. Vad gör ni här? pic.twitter.com/k99jT8uUfP
— salle (@ROGSAHL) August 14, 2023
Era la misma niña, pero haciendo un juicio muy duro a su derecho a la libertad de expresión:
Vienes a mi país con tus leyes y cuentos de hadas. Mi país, construido por mis antepasados. Gritas sobre respeto pero no muestras respeto por el país al que te mudaste. ¿Qué estás haciendo aquí?
Cuando hablé con la familia me pareció algo distinto. Pero creo que estas burbujas de opinión ante un tema tan sensible y complejo están llevando a la opinión pública sueca a sentarse en una bomba de tiempo de la que creo no se están dando cuenta.
El análisis previo
Antes de decidir ir a la quema del Corán de hoy hice un análisis en Buzzumo, una App que procesa de contenidos y redes sociales que hace un reporte automático mas o menos exacto del panorama de la conversación. Y me encontré que en el último mes, los contenidos más difundidos y que influencian más en en Suecia respecto a la últimas quemas del Corán en el país y en Dinamarca, sobresale un medio muy conocido entre la derecha radical sueca: Samnytt. Para ello usé términos asociados a la quema del Corán.

Y entonces se me ocurrió ver qué había pasado con contenidos asociados a esos términos en todo el mundo. La cobertura era más diversa, pero me llamó la atención las fuentes y el ánimo y sentimiento de la conversación:




Me llamó la atención que a nivel internacional YouTube fuera un canal de amplificación, y en concreto se debe a este video en Bangalí, con un titular bastante alarmista:
Largas colas para quemar el Corán, ¡comienza la mayor guerra contra el Islam!
Estos datos se prestan a muchas interpretaciones queridos lectores, sin embargo creo que el debate no se está centrando en lo importante, en los efectos, y en quién beneficia esta crisis y choque cultural. Y sobre todo, en las consecuencias de estas quemas.
Existe un oportunista y desestabilizador como Vladimir Putin que aprovechará cada contradicción y conflicto en occidente para sus fines. Y eso creo, no se toma muy en cuenta.
Mi opinión personal
Al final de la manifestación me senté en mi café de siempre de Estocolmo a analizar los datos, hasta ahora no se ha difundido mucho en los medios las manifestación, quizá en las ediciones de la tarde noche, pero veo que la conversación mutó de criticar al SÄPO, a cuestionar una opinión sobre una personas que se dice cansada de quiénes no leen el Islam: Ida Dzanovic
Yo provengo de un país donde hemos vivido dos cruentas guerras religiosas. La Guerra Cristera (Guerra en nombre de Cristo) donde durante por más de 20 años México se vio envuelto en una cruenta guerra civil de dos etapas que lamentablemente sigue censurada. Todo empezó con la profanación de símbolos religiosos, el atentando con dinamita en contra del templo más sagrado de los mexicanos, la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe.
Que derivó en una cruenta confrontación entre el estado de corte socialista, contra la población más católica del país y con mayor herencia y tradición española. La del Bajío.
En México, que es un santuario para emigrados, de exiliados chilenos, uruguayos, españoles y hasta estadounidenses –incluso tenemos como refugiado a un “líder de Anonymous”– he escuchado cientos de relatos de lo que una guerra religiosa o ideológica puede hacer. De lo insano que se vuelve defender lo sagrado.
Sí, algunos dirán ¿Por qué estás de refugiado aquí? Porque mi país luce en el exterior, pero al interior es un tirano con los suyos, sobre todo con los que exponemos la corrupción estructural del sistema político y económico mexicanos.
No han pasado ni 100 años de la peor guerra que ha vivido la humanidad, incluyendo el lanzamiento de dos bombas atómicas, la Segunda Guerra Mundial de la que sufrió en su mayoría Europa. Y luego el polvorín de la ex Yugoslavia tan cruel y devastadora en los noventas. Y es aquí donde me pregunto –tomando en cuenta el pasado– ¿No es necesario reflexionar sobre estos hechos del pasado en Suecia tomando en cuenta este tipo de actos como la quema del Corán?. Cuando sobre todo Suecia está acogiendo a una importante población refugiada musulmana de guerras de genocidio cultural y religioso.
En lo personal, la postura de Susanna Trehörning, la direcrtora de un área del SÄPO me parecen muy sensata e inteligente. Ante este posible escenario de caos y violencia social que parece nadie quiere ver en Suecia. Creo que la discusión versa sobre cosas simples cuando lo importante y complejo no se ve.
Estoy de invitado en este país, y estoy muy agradecido. He sido muy afortunado de integrarme a la sociedad. Pero tampoco puedo dejar de ver a la gente que lleva años aquí y no se ha integrado. Siento a veces que en Suecia se viven dos realidades paralelas, justo como en México. Realidades que solo son separadas por una calle. Vivo en un lugar muy bonito y acogedor que me recuerda al pueblo en que nací y al barrio donde viví en la Ciudad de México, pero solo cruzo la E4 y es un mundo o planeta totalmente distinto. Donde casi no hay suecos. Donde en las tiendas venden burkas en los aparadores y casi no se habla sueco y predomina el árabe y el inglés.
Hace un año me entrevistaron para un documental –que espero pronto se estrene– donde les contaba a los entrevistadores que veo una Suecia distinta en mis análisis de redes, es muy notorio ver en los mapas de redes que una parte importante de Suecia vive su vida digital en inglés y árabe. Que vive en una economía paralela por lo difícil que es integrarse. Es una pesadilla abrir una empresa o abrir una cuenta de banco en Suecia. Pero también veo a otra Suecia que a veces siento que ignora lo que pasa, que ignora y no de mala manera, quizá de una forma naiv, lo que pasa a unos metros de sus vecindarios.
Espero que no se tome como critica no constructiva. Estoy muy agradecido de poder estar aquí y de que me traten muy bien. Y sobre todo vivir seguro, Pero después de un años también veo a una comunidad latina y árabe presas de la explotación. Por ignorancia y quizá por no querer soltar su raíces. Pero también veo a una sociedad sueca que es indiferente o ignora la realidad en que viven. Cuando Suecia ya esun país nuevo donde el 20% de sus habitantes casi no hablan sueco, no siguen sus costumbres y viven en una realidad distinta.
Creo que el problema de integración no es solo de una parte. También veo trabajadores sociales que se esfuerzan en encontrar la solución a este dilema. Algunos amigos míos trabajan en los servicios sociales y hacen lo mejor que pueden –a veces ante una población muy agresiva e intolerante. Pero es gente que quizá es así porque vienen de contextos horribles. Como la guerra en Siria, una guerra peor que la de Yugoslavia o vienen de una pesadilla intolerante y genocida como la de Afganistán o Somalia.
Apenas fui víctima de un hecho de violencia de un somalí que me afectó hasta en mi salud, pero aunque parezca increíble, viendo al fondo de los motivos de ese pobre muchacho criminal que está orillado a hacer cosas horribles para sobrevivir, me pregunto. ¿Estamos viendo todo el panorama? Sobra decir que este chico ha hecho poco para seguir las reglas del nuevo país en el que vive y lo tuve que denunciar ante la policía.
¿Qué es sagrado y en qué contexto?
El Corán es un libro sagrado para un sector importante de la sociedad sueca y europea. Si europea.. Y también no tiene que serlo para el resto. Pero al igual que la Biblia, las raíces del Corán como otros textos son de otros libros de otras culturas y antigüedades basadas en cómo afrontar el mito del diluvio universal. Una especia de cambio climático que se vivió en el pasado y que como dije en el documental, con el cambio climático presentenos hará enfrentar desafíos muy grandes como humanidad, y poco se habla de ellos. Por lo pronto seguimos discutiendo lo simple, en lugar de afrontar lo importante.
Dos planetas
Me impactó mucho la opinión que emitió este blogger Roger de derechas, que vimos y grabamos a la misma niña, que estuvimos en el mismo lugar. Vimos cosas distintas como si viviéramos en planetas diferentes.
La libertad de expresión es sagrada, al igual que los libros sagrados. pero debe primar la razón, la inteligencia y el poder ver la bomba de tiempo en la que Suecia y el mundo occidental no está viendo. Cuando hace pocos años olas de refugiados del sur llegaron tras la primavera árabe y las guerras-genocidios de Siria, Afganistán y África. Ahora ellos también son europeos y se debe dialogar y negociar con ellos para un entendimiento ante el nuevo lugar donde viven, pero sin olvidar sus raíces. Y sobre todo, ante todo, ante la razón Kantiana europea. Pero como decía Kant en sus caminatas:debe preferirse la paz porque vivimos en tiempos extraordinarios que requieren acciones y decisiones extraordinarias.
Alberto
PD: La ilustración de este artículo de opinión, no es del Corán quemado, es de una protesta previa de una madre desesperada que quemó un libro de leyes y se preguntaba, gritaba y exigia, el por qué no recibía la misma atención que la quema del Corán que precedía.
La protesta de la madre continua frente al Parlamento sueco y ya hay más policías que prensa y gente pic.twitter.com/bbtPmpVm23
— Alberto Escorcia (@AlbertoEscorcia) August 14, 2023