Análisis de las protestas del 15M y su contexto en el estado español
por Marc Masmiquel, diseñador y periodista independiente
“Si tu pasado es experiencia, haz del mañana sentido común.”
Edgar Morin
La vida se adapta al entorno, la evolución es lenta, y las tareas que parecen insalvables, lo único que pasa es que necesitan serenidad y confianza. La impaciencia puede ser un enemigo escondido. Este pasado 19 de junio de 2011, la indignación no violenta ha transitado un centenar de ciudades españolas, cientos de miles de personas han manifestado su deseo común de democracia en acción. Lo que el 15 de mayo (15M) fue una efervescencia, ahora empieza a ser la levadura de un pan al que todos tenemos derecho. En el fondo, no es muy relevante lo que los principales titulares publiquen, lo que es muy significativo es el sustancial apoyo intergeneracional que tienen las protestas y manifestaciones que se están dando. Eso, en el contexto español, es lo que sociológicamente es relevante. Pero no nos confundamos, esto no es un estudio académico, es una crónica, un conjuntos de noticias, opiniones y testimonios diversos. Lo que ha sucedido es que muchos ciudadanos han adquirido conciencia de muchos problemas comunes y se han movilizado.
Las democracias no deben ser estáticas, su salud se define por su movimiento y capacidad de cambio, su capacidad de cubrir con equidad las necesidades sociales. Pero lo que podríamos denominar el menú del día incluye desempleo y enormes problemas para llegar a fin de mes. Son problemas objetivos y mensurables, no interpretaciones. Los ciudadanos antes masa individualizada, ahora señalan las causas de su malestar con serenidad indignada, y no es para menos, la democracia pierde fuelle cuando sólo maquilla decisiones que no benefician a la mayoría y se basan en el lucro non stop del neoliberalismo de moda. El movimiento del 15M surgió antes de las elecciones locales y ha sido un real dinamizador del espíritu crítico, la controversia y la esperanza.
Lo que acontece en España vibra en concordancia con muchos reclamos civiles de otras partes del globo. Paralelamente el mundo sufre constantes revueltas que potencian las sinergias ciudadanas. Este artículo busca ahondar en algunos de sus motivos y gracias a la palabra de analistas y ciudadanos diversos completar un cuadro general, cuadro general difuminado por el día a día y la empanada mediática convencional, las cosas como son. La gravedad del asunto no entiende ni de fronteras ni de localismos, por eso para elaborar un relato fidedigno es menester articular un verdadero enfoque global. Los analistas invitados son personas del estado español, de Islandia, Grecia, Francia, Túnez y Estados Unidos. Gracias a este rápido viaje planetario podremos disponer de elementos de juicio para adoptar un criterio u otro frente al cotidiano devenir de los hechos y las interpretaciones.
Las democracias occidentales se han instaurado como modelos de referencia, pero su connivencia con el poder financiero y los entes empresariales ponen en tela de juicio su presunta legalidad. Los movimientos de la ciudadanía indignada son un síntoma de una previsible mutación de todo lo que conocemos. Al lector escéptico, sencillamente cabe pedirle que tiempo al tiempo, y del mismo modo que las dudas han recorrido el interior de muchas personas, basta repasar los derechos que ampara la Constitución y la incoherencia que la praxis demuestra.
Recordemos parte del argumento central de La anatomía de la destructividad humana, de Erich Fromm, la violencia y la agresión son determinadas por las circunstancias y el ambiente, son una especie de patrón cultural reforzado o apaciguado, vivimos siempre ante puertas adyacentes e idénticas, pero sus consecuencias son dramáticamente contrapuestas. Nosotros votamos a gestores de los público no a promotores del paradigma neoliberal, que propaga un trato desigual entre las personas, y esto produce más tensión y agresión que felicidad y condiciones dignas. Vamos a diseccionar estas cuestiones y aclarar algunos términos. Pero ojo, esto sólo es un aperitivo, el plato fuerte aún está por cocinar. Aún estamos cosechando sus ingredientes, y se necesita ante todo: paciencia y coherencia, espíritu analítico y generosidad, y observando las paradojas de entorno el resto vendrá rodado.
Bofetadas legislativas, el Mito de Casandra y la violencia
Los mass media usan cinismo en grado variable para desviar el tema, para hablar de la ingenuidad del 15M y sus secuaces, se centran en las formas, y el núcleo base apenas se comenta. Si usamos cierta comparación histórica, de tiranías o dictaduras, podemos observar que el sistema que se apoya en privilegios, al recibir una crítica ciudadana: se protege de dicha crítica, o bien haciendo oídos sordos, o generando una argumentación antagonista, y en muchos casos usando la fuerza bruta y evitando el diálogo (pues si se sometiese a un proceso dialógico, tendríamos la conversación y el razonamiento como campo de batalla, no las armas, porras y gases lacrimógenos).
Rememoremos en nuestro presente que hay una serie de derechos que tenemos como seres humanos y por tanto estos movimientos del 15M sencillamente reivindican y buscan obvias soluciones a futuros imposibles. No son los únicos, son parte constituyente de muchas asociaciones, entidades sin ánimo de lucro, mucho voluntariado, estudiantes, jubilados, desempleados, profesionales independientes, padres y madres de familia, ciudadanía plural falsamente caricaturizada. Pues todos somos parte, todos vivimos en el enjambre y los derechos a una vida digna no pueden quedarse en meras palabras. Por eso hay que diferenciar la propaganda de las noticias, lo tendencioso de la tendencia actual. Hace falta disolver esta cortina de humo y de un modo razonado buscar fórmulas constructivas para hacer de la convivencia un nuevo modo de hacer política, un evolucionado modo de vivir en la polis. Discernimiento para saber qué nos acerca a la concordia y qué nos obliga a la tensión (y fractura) social. Indignación como reacción, como lanzadera del compromiso, punto de partida de un pensamiento prospectivo y resolutivo, no de una mera aceptación de la realidad, la realidad se construye entre todos.
No son abstracciones, no son críticas baladíes, esta indignación responde ante unas políticas concretas. Hay un denodado intento de materializar estas medidas en los países miembros de la UE, con el incipiente “Pacto del Euro” que obliga a recortes en gastos sociales y emparenta los sueldos a los índices de productividad de las empresas, no al Índice de Precio del Consumo (IPC), aumenta impuestos, aplica Planes de Ajuste Estructural al hilo de las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional, del Banco Central Europeo… se flexibiliza aún más el despido, y sintetizando: precariza la situación de un creciente número de ciudadanos y nos empobrece en aras de la potenciación de una economía que ni distribuye ni nos hace más felices.
El minucioso y didáctico Ramón Fernández Durán (fallecido recientemente, el pasado 10 de mayo) siempre exploró los detalles escondidos de los acuerdos de la UE. El actual Pacto del Euro potencia y amplifica el desarme arancelario que sus análisis ya rebelaban, y por tanto sigue la estela legislativa del Tratado de Ámsterdam, junto con el llamado Pacto de Estabilidad, para garantizar el rigor presupuestario de una UE que se estructuraba -ya hace mucho- en torno “al poder omnímodo del Banco Central Europeo, con sede en Frankfurt, que funciona sin ningún tipo de control político (y, por supuesto, social).”. De modo resumido podemos decir que hace décadas que esto se diseñó, y la ERT (European Round Table of Industrialists –Mesa Redonda Europea de Industriales-) se ha encargado de acondicionar el espacio europeo en su tablero de Monopoly, sin embargo esto no es un juego. La ERT es un lobby de presión donde están presentes la gran mayoría de las principales transnacionales europeas, donde se reúnen los intereses privados que abogan por la tendencia neoliberalista.
Comprendamos el contexto, y veamos cómo esta erosión ha sido sistemática y edulcorada en todos los programas políticos generalistas. Abróchense los cinturones y en cinco párrafos de la mano de Fernández Durán aclararemos una serie de términos y falsos eufemismos.
“La Europa neoliberal se empieza a construir paulatinamente desde los ochenta, se acentúa con Maastricht, y a través de distintas desregulaciones que se dan a lo largo de los noventa, pero es recientemente, en especial a partir de la cumbre de Lisboa (de marzo de 2000), cuando se crea el marco general para una desregulación feroz del mercado de trabajo y para la transformación del Estado social a la lógica de mercado. Se ha llegado a afirmar que la “Europa” de Blair, lógica continuadora de la Gran Bretaña de Thatcher, empieza en Lisboa. En la capital portuguesa se plantea que es preciso eliminar las políticas “pasivas” de empleo, para instrumentar, las llamadas políticas “activas”, con el fin de hacer frente al problema del paro. Aquí nos volvemos a encontrar, otra vez, con la retórica edulcorante y mistificadora comunitaria para encubrir un asalto salvaje a los derechos laborales y sociales, en nombre de un objetivo “social”, la pretendida eliminación del desempleo. La solución que se propone a los altos niveles de paro, es la precariedad masiva, con e1 objetivo de abaratar el coste de la fuerza de trabajo, y en concreto del trabajo más descualificado. Al igual que en EEUU, se pretende sustituir el “welfare”, es decir derecho a una prestación del Estado, sin que exista contraprestación, por el “workfare”. Esto, es, e1 beneficiario de la ayuda estatal deberá realizar un trabajo para acceder a ella. Sin que exista, ni se reconozca, ningún derecho.
En la reunión de octubre de 2000, de la Convención encargada de elaborar la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, se planteó que los derechos sociales (y particularmente las prestaciones de desempleo, las pensiones, la renta mínima y el derecho a la vivienda) eran “promesas que no se podían mantener en el futuro”. Se abogó, pues, por la necesidad de “modernizar” los sistemas de protección social, lo que ha quedado finalmente reflejado en el artículo 137 del Tratado de Niza. En el punto de mira de esta “modernización” están la privatización de los sistemas de pensiones, la reducción del subsidio de paro, la incorporación de las políticas “activas” de empleo, y la progresiva reducción y eliminación de la renta mínima existente en algunos países. En el propio artículo 137 se manifiesta que “es preciso reformar los sistemas de protección social, con el fin de aumentar la incitación de las personas a buscar un empleo, así como las oportunidades de encontrarlo, y de una manera más general, con el objetivo de mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo”. Sin red de protección social, la población asalariada en paro buscará y aceptará cualquier tipo de trabajo, con el fin de sobrevivir. Se establece, en definitiva, la “Europa” ultraliberal que sacrifica las conquistas sociales y las reglas democráticas para satisfacer a las fuerzas del mercado y de las finanzas. En Niza, también, se ha establecido el estatuto de la “Empresa Europea”, que confiere a las empresas transnacionales nuevos derechos, por encima de las legislaciones nacionales, y limita la participación de los trabajadores ( Coordination Europeenne de les Marches Contre le Chomage. Nice 2000: Mobilisations aux Marches de l´Europe Sociale. París: diciembre, 2000; Coughlan, 2000).
La Unión Europea está funcionando como una poderosa máquina para liberalizar, desregular y privatizar desde arriba. Esto, y no otra cosa, como pretenden ilusamente muchos socialdemócratas, sobre todo aquí en el Estado español, es lo que significa el: “Más Europa”. La “Europa social” que se construirá una vez constituida la Unión Económica y Monetaria, es simplemente una utopía. Una utopía de mal gusto. Pues es precisamente desde las instituciones comunitarias, desde donde se está procediendo a la voladura del llamado Estado social. El capital transnacional productivo y financiero “europeo”’ (o mejor dicho, que opera en el espacio europeo) está utilizando el creciente poder comunitario para crear un nuevo tipo de Estado (por encima del Estado-nación) que sea funcional con sus intereses en la época del capitalismo global. Al tiempo que aborda el desmontaje del llamado Estado del Bienestar, que en una determinada coyuntura histórica se vio obligado a crear a escala del Estado-nación.
Al igual que es otra utopía de mal gusto la “Europa del desarrollo sostenible”. En el Tratado de Ámsterdam se entronizó el “desarrollo sostenible” como el leit motiv, que presidiría todas las políticas comunitarias. Pero como la propia Agencia Europea de Medio Ambiente reconoce, las políticas ambientales comunitarias “no son suficientes para avanzar hacia la sostenibilidad (…) Con las medidas adoptadas hasta la fecha no se conseguirá (…) el desarrollo sostenible”, al tiempo que reconoce que el crecimiento económico ha propiciado un deterioro del entorno ecológico prácticamente en todos los terrenos (Agencia Europea de Medio Ambiente, 1995). Las recomendaciones de la “Conferencia para un Desarrollo Sostenible”‘ (Friends of the Earth Europe. 1995) indican que “los cálculos basados en el concepto de ‘espacio ecológico’ –o ‘huella ecológica’- sugieren que, en general en la UE, debemos reducir nuestro consumo de recursos naturales, en algunos casos hasta un orden de magnitud diez veces menor, equivalente a una reducción del 90% sobre los niveles actuales”, para no seguir importando “sostenibilidad” del resto del mundo.
El Tratado de Ámsterdam establece que la Comisión Europea puede llegar a bloquear la legislación ambiental de los diferentes estados miembros que suponga una restricción al Mercado Único. Asimismo, la gran industria comunitaria está imponiendo un cambio de énfasis en las políticas ambientales. Se hace hincapié en que es preciso abandonar la obligatoriedad de estándares y el intervencionismo estatal para la resolución de conflictos ecológicos, y que se debe caminar hacia “acuerdos voluntarios” con las grandes empresas para reducir los impactos ambientales. Se propugna que es preciso orientar la política ambiental hacia un modelo neoliberal tipo EEUU, crecientemente desregulado, al igual que en materia laboral y social. En definitiva, se apunta que para impulsar el crecimiento económico en la UE, y para poder competir abiertamente en el mercado mundial, es preciso liberar a “Europa” de restricciones sociales y ambientales (EEB, European Environmental Bureau, 1996).”
Si estos son los antecedentes, se puede imaginar e inferir las características del Pacto del Euro, que ha sido el motivo de las movilizaciones del 19 de junio. Este pacto “pactado de antemano” es una versión light de la rechazada propuesta alemana del Pacto de Competitividad (o “plan Merkel”). Este “pacto” de los países de la Unión Europea facilita la pérdida de derechos ciudadanos y aumenta la influencia legislativa de la European Round Table of Industrialists. Pero ¿en qué momento las empresas pasaron a ser artífices de las decisiones? No es un poder metafórico o simbólico, tiene un correlato directo con la realidad, frente al poder de facto que influye en legislaciones nacionales y frente a los criterios de competitividad y rendimiento económicos, los indicadores son las magnitudes de ponderación, de cómo objetivamente la distribución de renta de polariza y extrema, no son procesos casuales.
Bajo este campo de influencia de la esfera financiera las políticas sociales se ven resentidas. Por eso es pertinente ver de modo amplio motivos, causas, consecuencias posibles, y el sentido global de las movilizaciones desde el 15M, para ello hay que confeccionar un patchwork analítico, y retazo a retazo ir armando una visión poliédrica y diversa. Empecemos por la perspectiva de Héctor Rojo y Diego Sanz, ellos son redactores del periódico Diagonal -diagonalperiodico.net-, y con tres preguntas entrevistaron -a principios de julio- a Marga Padilla, cofundadora de sindominio.net, buscando definiciones acerca del 15M y sus subsiguientes pasos. Las respuestas de Padilla son relevantes y captan parte del espíritu que este movimiento indignado tiene, y creo relevante reproducirlas, pues su experiencia a bordo del proyecto informativo de sindominio.net (portal contra-informativo en sintonía con zcommunications.org) le han permitido tener una visión amplia de muchos movimientos sociales la última década en el estado español.
I.- ¿Qué ha llevado al movimiento a conquistar el espacio público y a mantenerse en él?
En principio puede parecer evidente que con esta crisis haya un movimiento de respuesta. Digo ‘en principio’ porque si se piensa un poco, se ve que de una crisis también podría haber surgido un movimiento fascista. Entonces, el movimiento no es simplemente un automatismo. Es una creación colectiva. Más que una “respuesta” a un problema, es un conjunto de “preguntas” que abren a una nueva situación: ¿qué es la democracia?, ¿cómo hacemos para tomar las decisiones?, ¿qué es el respeto? En esta creación colectiva, lo más insólito es el deseo de diluir el individualismo, de despojarnos de todo lo que nos separa (incluyendo las ideologías) y de recuperar lo que nos une (el hecho de ser personas).
II.- En este proceso, ha tenido gran importancia la organización por oficios, ¿se puede sacar alguna conclusión o tendencia tras este asociacionismo corporativo?
La profesión no es un punto de partida útil para organizar el conflicto y en cambio sí que es un punto de partida útil para organizar la cooperación. La gran cantidad de saberes desplegados en el movimiento, y la capacidad de auto-organizarlos en cooperación horizontal son una evidencia de cómo los cambios en la organización productiva nos han llevado a todo el mundo a “ser empresa” y a tener que aprender a cooperar con otros que también “son empresa”. Esta circunstancia, que cuando se da desde el individualismo produce tanto cansancio físico y malestar emocional, dentro del movimiento es un fluir muy gozoso de la cooperación, y deslegitima el papel de los políticos.
III.- ¿De qué forma se pueden recombinar esos diferentes malestares hacia un avance más concreto de las reivindicaciones que estos días se han manifestado?
En un mundo tan complejo como es el actual, la misión de las reivindicaciones debe replantearse. El movimiento expresa problemas que no necesariamente deben traducirse en reivindicaciones concretas. Por ejemplo, hay un problema con la vivienda. ¿El movimiento debe decidir una solución a ese problema? En mi opinión no, es el termómetro, el sensor que señala qué cosas deben cambiar. El movimiento es el sistema de alertas. Y el sistema político debe escuchar las alertas e implementar las soluciones.”
La base social -los movimientos ciudadanos- responde ante análisis multidisciplinares, y multifactoriales, estableciendo vínculos causales entre políticas financieras y Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), con rigor y amplitud de miras se segmenta y revisa cómo los pactos de la UE han generado una Europa de diferentes velocidades, que no es otra cosa, que centros de poder y periferias. El reciente Pacto sencillamente libera a Alemania y Francia de la responsabilidad de asumir las ayudas de rescate. No son ayudas, pues siguen el mismo esquema que los Planes de Ajuste Estructural (PAE) de las instituciones de Bretton Woods (FMI, Banco Mundial -BM-, Organización Mundial del Comercio -OMC-), son créditos condicionados a reestructuraciones que desmantelan estados. Como en el caso de Grecia, donde sólo se retarda su quiebra. El sinsentido es que las recetas ultraliberales reparten entre sus víctimas su propio yugo económico. Un harakiri por fases que tras la aparente objetividad de las normas europeas camufla tremendos atropellos y pruebas punibles de crímenes económicos, apoyadas en estratificación social y exclusión paulatina además de procesos generalizados de diáspora que elevan las tensiones ante la inmigración, criminalizada individualmente, pero no así sus causas de origen donde las política liberales son responsables sustanciales. Por tanto todo esto nos afecta, aquí y más allá de nuestras fronteras, un problema global que diversifica sus consecuencias según la región del globo donde el azar te haya hecho nacer. Pero su mitocondria interior, es decir su generador de energía es común y globalizado: neocapitalismo corporativo disfrazado de una u otra guisa. Evolución excluyente de los estados modernos con fórceps legislativos para potenciar la circulación del capital -especulativo- a costa de los más débiles, en consecuencia existe un postcolonialismo aplicado y sistemático dentro y fuera de la UE polarizando centros y periferias, a múltiples escalas, generando guetos, y consolidando exclusión social.
Arcadi Oliveres, economista catalán y estudioso de las consecuencias de las políticas exteriores en los países del Sur analiza y contrasta informaciones que pocas veces protagonizan titulares. Arcadi correlaciona cifras de exportación, deuda y movimiento de capital: “España recibe 900 millones de euros anuales en concepto de deuda externa a otros países subdesarrollados. Debería suprimirla. ¿Y de dónde podría obtener ese dinero? Según un estudio de la Universidad Pompeu Fabra, el fraude fiscal asciende en nuestro país a los 80.000 millones de euros al año.”
A muchos les sonará a obvio, pero lo obvio es que hay que explicarlo y profundizar. Es decir, que bajo una política nacional y regional basada en equipos profesionales de políticos se esconde un entramado organizado y premeditado, que mediante prebendas y falta de auditoría ciudadana campa a sus anchas. Algo común y en grado diverso, en muchos estados del globo. Que se dé no legitima su existencia, especialmente bajo los principios de los derechos Humanos. Especialmente cuando hay constituciones que defienden nominalmente a las personas. Se precisa que las palabras recuperen su significado, y la semántica del cambio y la transformación social es un viejo compañero de la historia. Ni estamos en el centro del universo (aunque nos lo creyésemos), ni somos una especie viva especial (aunque nos lo dijesen). En este sentido nuestras estructuras políticas no son la panacea ni un mal necesario. La evolución es la lenta transformación y adaptación al ambiente, y nosotros somos parte de esa trama, desde el momento en el que tanto desequilibrio y dolor provoca muertes, neura social, anónima indiferencia y flaco favor hacia nuestros congéneres, debemos hacer algo.
Esta maquinaria económica afecta y además de explotar económicamente a estos países, les ayudamos a que hagan la guerra. Se les alimenta de armas que se fabrican y se venden en el norte para que se sufra y se paguen en el sur. Además, el tráfico de armas es inversamente proporcional al tráfico de drogas, que se producen en el sur y se consumen en el norte. ¿Podemos sospechar que hay armas que se pagan con drogas y drogas que se pagan con armas? España es el sexto país que más armas exporta al mundo y, según Intermon Oxfam, el segundo, detrás de Estados Unidos, que más munición vende a las guerras africanas.
Maquiavélico modo de comportarse: deuda externa abusiva y venta de armas. Con asfixia económica y martillazos estructurales: la diáspora hambrienta y desesperada huye buscando ese mito del crecimiento en acción. No deja de ser un engaño.
Según datos del Ministerio del Interior español, en dos años (entre 2007-08) murieron intentando cruzar el Estrecho de Gibraltar o llegar a las Islas Canarias, más de 12.000 personas. Unas 16 personas ahogadas por día. Y esto sólo es una aproximación. La realidad posiblemente es superada por cifras más cruentas, basta añadir al resto de países. No hablamos de quimeras, hablamos de cadáveres. Consecuencias que aún invisibilizadas son realidades sociales dramáticas e injustas.
Los sistema económicos y políticos se apoyan en viejos paradigmas, y los monopolios financieros perpetúan esta polarización. Cuando prevalece el interés de unos pocos frente a la mayoría las tensiones sociales aparecen. La sociedad postindustrial basada en el capital ha ido blindando un modo de funcionar que genera diferencias e impactos en los ecosistemas globales. Ha sido posible gracias a un esqueleto financiero, con una base aceptada -pero impuesta- que pivota sobre la usura y el beneficio a corto plazo. Surplus, plusvalía, aprovechamiento ilícito, todo orquestado por variables democráticas de improbable legitimidad si usamos como indicadores objetivos el aumento de las NBI o la pérdida de IDH global. Y esta falta de dignidad en el comportarse de las empresas ha amarrado férreos tentáculos en parlamentos, alcaldías y gabinetes de gobierno. Viendo las consecuencias podemos metaforizarlo -sin juzgar- como un problema de visión, pues excluye a quien presuntamente debía ayudar. Esta miopía organizativa ha ido potenciando determinados mitos y creencias, aderezadas con propaganda. Nuestra civilización se ha instaurado como “modelo de desarrollo”, a martillazos y con la delicadeza -dudosa delicadeza- de un buldózer, entonces enfermos y “neurotizados como sociedad” (en palabras de Erich Fromm) vivimos generando y exportando este tipo de desarrollo poco armónico y pragmático. En síntesis ¿qué le queda al ciudadano? indignación, y esta indignación ha sembrado el compromiso en plazas, corazones y mentes.
El compromiso está reuniendo ahora sinergias y precisa de ser inclusivo, e invitar a la innovación social. Con imaginación está planteando propuestas en la gestión de la polis, en la instauración de una renovada civitas. Esta revolución de gente normal sigue creciendo y tomando conciencia. En el contexto europeo este fenómeno es relevante y contagioso. Empieza a ser realidad la sincronicidad civil, madurada tras históricas revoluciones en siglos pasados, potenciada con la imprenta y otros cachivaches, hemos pasado del mito al logos, para caer en las zarpas de globalizadoras religiones y dogmas diversos. Tras bofetones industriales, luchas por derechos y apenas un siglo de capitalismo moderno este siglo XXI empieza a saber de las revueltas de la dignidad de muchas personas. Somos una familia numerosa, de mil rostros y colores, y por fin, empezando como bebés a gatear saboreamos las virtudes de conectar las inteligencias. La denominada #spanishrevolution es otra gota más en el marasmo de tormentas ciudadanas. La sincronía y la propagación de dignidad es contagiosa, y es un hecho que este contagio es planetario.
Somos lentos prensando en grupo, nada más, pero por fin ha llegado, lo que muchos estudiosos dejaron claro medio siglo atrás, ahora es imposible ocultarlo, y como en el mito de Casandra, nunca se les hizo mucho caso, sea Albert Camus, Iván Illich, Edgar Morin, Erich Fromm, Herbert Marcuse, Pablo Freire, Cornelius Castoriadis, Colin Ward, Takis Fotopoulos, Murray Bookchin, o Hanna Arendt… Actualizar nuestra memoria rebelde es una consecuencia del insípido panorama de la sociedad de consumo. Exportamos un modelo de vida, con negocios concretos, con gato por liebre y malas artes. Que cada uno elabore su criterio, pero la depresión es la primera causa de muerte en el mundo occidental. De tan obvio no nos damos cuenta de que la aritmética ética hace tiempo que nos avisaba.
Ahora los asuntos del 15M han generado debate y movilización, y si la razón y la paciencia se mantienen dará frutos, en algún momento. Como niños engañados por caramelos nos sueltan mantras de infame propaganda. La economía al uso, es deliberadamente gregaria y se basa en actos de fe sin correlato con la realidad. Medimos el desarrollo en base a indicadores obsoletos. ¿Ejemplos? Miles, pero basta uno: si ahora mismo mueres el Producto Interior Bruto (PIB) de tu país sube, sin embargo tu bienestar no ha mejorado, de hecho has muerto. Y esto no es una ironía. Cuando los políticos profesionales sólo argumentan en base a presupuestos e índices que incrementen el PIB omiten cómo están repartidos, no hablan de distribución, y ese es el quid de la cuestión. Hay muchas propuestas e ideas que “miden” de otro modo, pero obviamente eso pondría en entredicho todas las políticas económicas, como el Pacto del Euro, o cualquier Programa de Ajuste Estructural (PAE) del Fondo Monetario Internacional (FMI). Sintetizando hay muchos modos de constatar estas afirmaciones, el mapa del mundo se modifica radicalmente si en lugar del PIB se re-organiza el planeta sobre el IDH (Índice de Desarrollo Humano), o el IPM (Índice de Pobreza Multidimensional). Pero las manifestaciones, campamentos y proclamas no salen de estos indicadores, surgen de sentir en las carnes la ausencia de virtudes de este sistema que necesita una regeneración y una transición que no sea sorda a lo que es por dignidad derecho de todos: Vida larga y saludable, acceso a la educación, nivel de vida digno, poder desarrollar nuestros potenciales, imaginación y creatividad.
Los temas presentes en la Declaración Universal de los Derechos Humanos son instrumentos, y una referencia fundamental. Inspirados en la carta magna de 1948, muchos estados han basado sus constituciones nacionales en dichos principios. En la Declaración se estipula que “la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca de todos los miembros de la familia humana”, lo cual está vinculado al reconocimiento de los derechos fundamentales a los que aspira todo ser humano: el derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona, el derecho a un nivel de vida adecuado… La ciudadanía es consciente de la dificultosa aplicación de dichas constituciones de derechos en el campo de lo práctico y cotidiano, por eso el 15M habla de unos mínimos, y al hablar de esos mínimos adecuados se produce el antagonismo clave entre las medidas adoptadas y las palabras. Hay una pretensión de coherencia, de no violencia y de diálogo.
Por todo esto, es un movimiento que quiere abandonar ese tosco neodarwinismo social implícito en determinadas medidas, tan generadoras de exclusión social y precisa por ende de que los responsables de ello escuchen, cambien y rectifiquen. Si no escuchan, la gente volverá a salir a las calles. Y analizando los discursos, los conceptos esgrimidos y programas políticos es un hecho que los políticos transformarán los mensajes indignados en mensajes políticamente correctos, muchas veces sin chicha, ni contenido aplicable, el pensamiento cínico hará el resto. Un ejemplo de malversación terminológica es la palabra “sostenible” que aún surgiendo de movimientos ambientalistas y científicos se ha amoldado al discurso de las grandes empresas. Pero de nuevo los indicadores de impacto ambiental, huella de carbono, desarrollo humano y distribución (IDH, IPM, etc.) demuestran que tras los prolijos discursos de responsabilidad social corporativa hay tremendas lagunas y pobre verificación. Palabras y no hechos, y necesitamos lo contrario: facta, non verba.
El 15M en su pluralidad engloba a militantes heterogéneos, ciudadanos diversos, personas diferentes, y por eso el proceso que se ha iniciado tiene un camino múltiple, pero el sentido común no es sordo a semejantes problemas. Por eso hay que protegerse, fortalecer los argumentos, estudiar las causas, ser autocríticos y perseverantes. Da lo mismo si esto fracasa, la tendencia late con fuerza y surgirá de un modo u otro. Da igual tener o no esperanza, pero con razón práctica y dignidad es posible ser optimista, sin confiarse, desde luego. En pocas palabras: estamos viendo un crimen y lo denunciamos caminando hacia el agresor, no habrá venganza, ni ojo por ojo, pero tampoco se pondrá la otra mejilla. Dejar la caverna (literal y metafóricamente) y vivir condicionado por tanta imposición ha generado consecuente rebeldía, y mucha gente dice con templanza: “¡No!”. Este proceso es lento, y la ciudadanía está en el proceso de dotarse de estrategias precisas para evitar que la desidia, el desdén o el miedo actúen.
Hemos asistido a la protección ante desahucios de vivienda por parte de gente anónima, cuya base organizativa son improvisadas y prácticas protecciones vecinales frente a un poder político lento y protocolario. Un símbolo de este actuar, es lo que el 5 de julio sucedió en el barrio de Lavapiés, en Madrid, como nos explica el foto-reportero Olmo Calvo “Decenas de vecinos han parado una redada de la policía nacional en el metro de Lavapiés, Madrid. Los policías pedían la documentación a los usuarios basándose en el color de su piel y en la apariencia física. Decenas de vecinos del barrio han acudido a la llamada de auxilio de varias personas detenidas hasta que se han congregado alrededor de 100 personas. Al grito de “Ninguna persona es ilegal” los vecinos han parado la redada. De inmediato han aparecido varias furgonetas de policías antidisturbios preparados con cascos, porras y lanza-pelotas de goma para cargar. Pero la resistencia pacífica de los vecinos ha logrado expulsar finalmente a los policías del barrio. Pese a las protestas dos personas de origen subsahariano fueron detenidas.”.
Una honda esperanza trasluce tras estos actos sencillos, actos dotados de valentía que confrontan la humanidad del otro, de nuestros semejantes, sin distinguir el color de la piel, o si la policía blande sus armas disuasorias. Pero de acciones sueltas no surgen las estrategias, no surgen movimientos duraderos… Cualquier voluntario, militante de ONG o persona generosa sabe que la autocomplacencia es un enemigo interno de las agrupaciones humanas, la exclusividad moral o el victimismo son serias amenazas. No basta con tener las emociones a flor de piel, necesitamos preservar la consciencia de la indignación, por lo que para no caer en efectismos o endogamias hay que simplificar el modo de hacer las cosas. Es interesante desde el enfoque de tejido ciudadano, redes horizontales y cooperación que un nuevo núcleo de personas diversas se sientan inspiradas por cambiar algo, eso es la chispa, pero ningún motor de explosión funciona sólo con las bujías. Lo humilde y estratégico es invitar y contar con estructuras existentes, asociaciones cívicas, movimientos sociales, organizaciones sin ánimo de lucro, grupos de profesionales, académicos, etc. no tirar por la borda la experiencia de tanta gente válida y útil. Un peligro real del 15M es pretender cambiarlo todo desde cero, pues ese enfoque -llamado amateur por los veteranos– pasa por alto las últimas décadas de activismos diversos y dedicaciones anónimas y denodadas.
No es importante si esto es lento y paradójico, ¿acaso este nuestro sistema no es paradójico? Organizarse es difícil, complejo, hay muchos prejuicios y herencias en el zurrón, las liberaciones son progresivas, como cebollas se estructuran por capas. Y el tiempo es un pragmático campo de batalla, y los que dejen guiarse por la ira durarán poco. La estrategia evolutivamente estable es la perseverante, la optimista pero tenaz, aprender de las derrotas, de las dificultades, y delante de nuestras narices tenemos un buen campo de entrenamiento. Hay que simplificar y optimizar, eso implica aprovechar los talentos tácticos que existen, implica estar informados, pues sin esa información no se puede fundamentar un criterio libre. Todo organismo unicelular o social requiere de cierto equilibrio con su contexto. El 15M tres cuartos de lo mismo. Agudizar las medidas, significa por tanto eliminar el panfleto, quitar lo obvio y añadir significado, es decir destacar lo que es relevante, no perder el rumbo y organizar inclusivamente, por tanto incorporar el conocimiento del contexto lo simplifica todo. La sabiduría del sentido común es un valioso aliado, mi madre me dice que perder con dignidad es otra forma de ganar. Y ella no se refiere a un optimismo de consolación, no habla de ganar frente a los demás, habla de mínimos, de aquello a lo que todos tenemos derecho, y todos tenemos derecho a ser felices y vivir una vida digna y alegre. Emilio Duró (sabiamente recomendado por mi madre, de nuevo) lo resume con sencillas palabras y demoledoras afirmaciones: “¿Habéis visto cuando es feliz un perro? Un perro no es feliz cuando come, es feliz cuando le estas preparando la comida. ¿Sabéis lo que significa esto? Que la felicidad nunca viene de conseguir algo. La felicidad viene por tener motivos por los cuales levantarse cada mañana.”
Comprender la dinámica en la que nuestras economías circulan y reflexionar contrastando las informaciones aporta un punto de partida. Comprender los términos de la legislación que nos afecta ayuda a que los turbios horizontes dejen paso a nuevas ideas e imaginación aplicada. Las flaquezas del 15M pueden inmunizarse ante tanta mala prensa, basta no pecar de ingenuos, ni de timoratos arribismos monotemáticos centrados sólo en la asamblea, pues mientras tanto los ajustes económicos estrangulan economías familiares. La indignación o es serena o no será. El compromiso o es inclusivo o sufrirá muerte prematura.
Sin un cambio de paradigma no se puede hacer evolucionar lo que conocemos ni nuestro modo de relacionarnos con lo que no conocemos. Hay que huir del sentimiento victimista, pues a la vista de tanto análisis y estadística omitir la realidad de los países del Sur, y olvidar el neocolonialismo activo que se practica, u obviar las muertes diarias por malnutrición (30000 fallecimientos diarios según la Organización Mundial de la Salud) es un ejercicio de pasivo cinismo o desconocimiento. Debe primar un espíritu práctico y funcional, debe servir de algo canalizar tanta indignación, el 15M no es ninguna vanguardia moral, es una perturbación en la conciencia de muchas personas, el 15M es ante todo un barómetro e indicador de la necesidad de investigar y aplicar nuevos paradigmas. Aplicar una síntesis práctica de la “deconstrucción” de nuestro modo de entender el desarrollo (la deconstrucción, es un tipo de pensamiento planteado por el filósofo Jacques Derrida, el que critica, analiza y revisa fuertemente las palabras y sus conceptos). La simplicidad voluntaria, el decrecimiento, las propuestas aplicadas en red pero vinculándolas al servicio político y la gestión de la res publica (la cosa pública o más o menos la Politeia griega, aunque los instrumentos actuales no son ni mucho menos los de hace tres milenios).
Por eso saber qué se pretende comprender y cambiar necesita de aliados cognitivos certeros, y ahora hay mucho sentimiento y debe fluir hacia un sistema inclusivo, abierto y donde sea el ingenio el que tenga peso, optimizar, ser agudos, hacer más con menos, y simplificar no es simple, requiere de un análisis sistémico amplio y que aterrice en la realidad, no que se estrelle. La realidad se construye entre todos, y no necesariamente todo es solucionable a mano alzada. Hay principios colaborativos que si no maduran sus análisis no podrán averiguar cual es el camino óptimo, y hay que ahorrar energías, repartir el esfuerzo, los mercados financieros arrastran décadas de sistematización y pactos, de acuerdos y blindajes por decretos ley. Lo absurdo sería no utilizar nuestra herencia de conocimiento y capacidades, nuestro zurrón cargado de experiencias y memoria práctica. La humildad y autocrítica son vitales, pocos cambios puedes pretender en el exterior sin verlos en el interior. No cegados por metas y objetivos, más bien escrupulosos en el cómo y sin olvidar la parte práctica y táctica. Bernardo de Chartres lo dejó claro: “Somos enanos encaramados sobre espaldas de gigantes. Si alcanzamos a ver más que ellos y más lejos, no es porque nuestra vista sea más aguda o nuestra estatura mayor, sino porque ellos nos llevan en volandas y nos elevan sobre su altura gigantesca”. En este sentido no hay que ser arrogantes y de necios es no escuchar lo que las aguas de los cambios sociales arrastran, desde hace siglos y siglos. Modificar el paradigma obliga a una paciente acción serena y reflexiva. Indignación serena y reflexiva, eso inmuniza frente a los totalitarismos financieros, políticos, energéticos, …de pensamiento. El cambio que puede (o no) darse, debe ser precavido y estratégico en su acción, consciente de sus debilidades, no puede ser orgulloso y prepotente, debe ser sensible y captar las bonanzas del ambiente, ser audaz en su pensamiento, que sepa conectar inquietudes e inteligencias, aprovechar los aliados anónimos que tiene y no rechazar en base a las formas, edad, experiencia o métodos. Si prima el sentido práctico los pasos tímidos ganarán seguridad y confianza. Refrescando las palabras del filósofo de La Estructura de las Revoluciones Científicas, Thomas Kuhn, vemos que para apoyar cambios de paradigma hay que centrarse y diversificar la inteligencia aplicada, hay que conocer lo que se debe observar y escrutar, el tipo de interrogantes que se supone hay que formular para hallar respuestas en relación al objetivo, cómo estructurar tales interrogantes, cómo interpretar los resultados de la investigación… resumiendo, no son las soluciones, son las preguntas, dirigir bien las preguntas, ese es el paso clave que dará vigor a la indignación comprometida. Las dificultades irán apareciendo, internas y externas, como dijo Rosa Luxemburgo “Quien no se mueve, no siente las cadenas“.
Edgar Morin explica en torno a los paradigmas “Todo conocimiento opera mediante la selección de datos significativos y rechazo de datos no significativos: separa (distingue o desarticula) y une (asocia, identifica); jerarquiza (lo principal, lo secundario) y centraliza (en función de un núcleo de nociones maestras). Estas operaciones, que utilizan la lógica, son de hecho comandadas por principios “supralógicos” de organización del pensamiento o paradigmas, principios ocultos que gobiernan nuestra visión de las cosas y del mundo sin que tengamos conciencia de ello.”
Hacer esta higiene mental y de prejuicios es fundamental para descontaminar el pensamiento superficial, el efecto detectado por Chomsky en los sistemas modernos de adoctrinamiento. Para actuar eficientemente hay que pensar lento y no confundir lo urgente con lo importante. El 15M recuerda que la sincronización puede generar un espacio político donde antes sólo había mobiliario urbano. Esta potencialidad con la dosis adecuada de pensamiento práctico y heurística puede ayudar a poner límites a los desmanes no democráticos de los mercados financieros, una nueva etapa (aún en pañales) que si aprovecha sus virtudes y es paciente sabrá encontrar el algoritmo voraz para empezar a deconstruir lo que conocemos y colaborar a un futuro no de rupturas y antagonismos. Olvidar la complejidad es como un astigmatismo de la emoción del momento, y debemos ver las flaquezas, templar los nervios, respirar y analizar los pasos más inclusivos posibles. Estos movimientos ciudadanos invitan a generar este desafío que por primera vez en años, es brisa suave reclamando transparencia, coherencia, y cambios. Detectar las paradojas del entorno invita a modificar el entorno político de convivencia. Quizá lo inteligente sea conocer los peliagudos problemas que muchos pensadores han encontrado en asuntos similares aún en otras disciplinas, y ya que tanto de habla de cambio de paradigma, no olvidemos la sagaz razonamiento de Paul Feyerabend. Un símil suave nos puede alumbrar un poco. El 15M no sigue un manual, no existe ningún “manual de instrucciones de cambio social para que los políticos te hagan caso”. Feyerabend estudió y denunció las limitaciones del método científico dogmático (pero ojo, no rechazó la ciencia, como poderoso instrumento de adaptación y supervivencia), él llegó a la conclusión de que el verdadero éxito de una investigación no se da por el método, por aplicar las reglas y formulaciones generales, sino por una férrea capacidad de imaginar y explorar. Para innovar y regenerar ideas, sin duda Albert Einstein nos ayuda y si “la imaginación es más importante que el conocimiento” imaginemos, visualicemos, hagamos prospectiva, es decir en base a la tendencia actual veamos qué nos depara el futuro. Desde la esfera ciudadana el terremoto 15M incita a imaginar, y es el pensamiento activo y complejo lo que hará que nos decantemos hacia nuevas formas de convivencia, y no será el pensamiento perezoso y simple, no será la queja sin fundamento la que ayude. Una cosa es que la sociedad de consumo sea como un adolescente y adolezca de sosiego para revisar y replantear su entorno. Otra cosa es que las ideas y el entusiasmo puedan ser los cimientos de una síntesis equilibrada de alternativas a la barbarie, porque lo que el yugo neoconservador defiende y materializa en poder es barbarie. No somos bárbaros, ni somos loros, somos apenas homo sapiens sapiens empáticos y cansados de tragar quina, y a la vez ciudadanos normales y anónimos, trabajadores, autónomos, ciudadanos que creen en la palabra, en la dignidad y en la justicia, cada uno a su manera, cada uno como sabe, contradictorios y diversos, algunos no cedemos ante la desidia.
Alí Babá y más de 35 ladrones haciendo negocio
Un tsunami ético está recorriendo las plazas de muchas ciudades, los corazones y las mentes de muchos ciudadanos están empatizando entre si y un embrionario movimiento civil ha nacido, gimotea y empieza a gatear. Lo que surgió el 15 de mayo, ante las elecciones locales en muchas comunidades autónomas del estado español, ha sobrevivido y se ha fortalecido. Todo este conglomerado de movimientos está generando un vivaracho debate sobre los límites de la democracia, y una nueva transición aparece en el horizonte, del mismo modo hay nubarrones.
No hay país europeo que sea ajeno a estos hechos. Analicemos el caso español, donde el establishment disimula, se hace el ocupado y el despistado, silva y pasea a bordo de berlinas oficiales, helicópteros y ágapes de cortesía entre magnates del IBEX 35. Pero la gente sabe sumar, y sencillamente planteando bien el problema, es fácil obtener unas conclusiones pasmosas. Pero, se da un comportamiento curioso, todos creemos saber los resultados de esas operaciones sin haber hecho los cálculos. Esos cálculos hay que hacerlos. Una vez hechos, la cosa tiene un feo panorama. Y el dominó de la causa y el efecto se pone en marcha, la representación está en entredicho, los dogmas caen como cayó el telón de acero, las filtraciones son denunciadas por anónimos informantes, y en este inesperado terremoto de seguridades, los departamentos de filosofía política de muchas universidades tienen sus ojos abiertos como platos. Otros trituran facturas o papeles corruptos. Otros aprovechan para vender camisetas. Hay de todo, y esa es la virtud babilónica de esta sociedad compleja. El ciudadano indiferente a esto o es sordo o ciego o tiene una cuenta corriente en un paraíso fiscal… si se vive en sociedad, el cómo vivimos todos influye en la convivencia. Y las responsabilidades deben compartirse, y la proporcionalidad debe prevalecer, por eso cuando se dan casos de evasión fiscal es algo que nos perjudica a todos. Cuando se suscriben leyes (europacto, flexibilización laboral, etc.) que nos segregan socialmente y no son cumplidas por los que más podrían aportar… entonces la indignación aritmética dice: las cuentas no me salen.
Lo penoso de todo esto, es el tema que subyace, las contradicciones del estado de bienestar y es que el movimiento ciudadano 15M sólo ha puesto en la agenda mediática evidencias al alcance de más gente. Las contradicciones y colaterales problemas son originadas por piezas y sistemas de funcionamiento del motor económico. Motor pornocapitalista corporativo, con salvajes embestidas hacia el entorno, hacia las personas, atropellando dignidades y obligando a regular la sociedad por la meritocracia, la competición testosterónica y lindezas que excluyen y empobrecen. Y eso acaba filtrándose, pues somos esponjas, aprendemos por mímesis, y paralelamente tenemos las soluciones en nuestras manos (literalmente). Saber hacer buen uso de las herramientas nos proyecta y extiende, igual que los animales que usan herramientas (el hueso era una extensión del brazo del primate juguetón) nosotros ahora, como primates evolucionado hemos conectado causas y efectos, y hemos dicho: ¡esto es un timo!
Una de sirena de alarma, un termostato con soundtrack de cacerolas, y silencio, porque con mucho ruido no se piensa con claridad. La relación que existe entre la manera de gobernar y los focos de poder económico han sido las alarmas de radiación tóxica. Hay una “conexión invisibilizada” de la que los múltiples casos de corrupción y las deudas regionales y estatales dan buena evidencia. Hay más desempleo, más liberalización del mercado, mayor erosión de los servicios sociales básicos y una deriva constatable hacia una precarización social y menor seguridad para acceder a la vivienda, la salud y la educación de calidad, la Filosofía es desterrada y extirpada como si fuese un apéndice inútil, y esto son poderosos síntoma de enfermedad.
La columna vertebral del mecanismo neoliberal ha sido fruto de completos análisis durante muchos años, radiografiado por economistas diversos, lleno de consecuencias evitables, ávido aparatejo para mantener estados de privilegio y una élite intocable gracias burbujas de decisión presuntamente democráticas. Hay tanques de “pensamiento” (think tanks) que agrupan explicaciones neocon (neoconservadoras) y potencian una ortodoxia afín a los centros de poder, es una tendencia multifacética y se extiende a los puestos de decisión. Observamos parte de sus efectos. Y determinadas medidas siempre orientadas hacia el trabajo y las empresas han ido convirtiendo todo lo que hay bajo el sol en producto de consumo o negocio, hasta las emisiones de dióxido de carbono. Las críticas sistémicas apenas son audibles ante tanta propaganda, pero no nos engañemos, no están ocultas o escondidas, las soluciones son piezas de un puzzle diverso que tienen formas variables, y herramientas diversas, nuestra llave inglesa se llama heurística, nuestro berbiquí librepensamiento, la sierra de disco interdisciplinar, y el torno mecánico con el que hacemos engranajes imaginación.
Todo este largo piscolabis para dejar clara una cosa: los sistemas que buscan escrupulosamente mantener sus privilegios generan antagonismos.
Nosotros somos los antagonistas, pero este no es el concepto correcto, ese es un concepto viejo, un concepto analógico, que establece clases por analogías. Y el complejo jaleo contemporáneo no se puede encorsetar en un pensamiento tan estrecho. Ahora los dogmas que se los trague el bobo. Por otro lado, es seria y dolorosa la herida neoliberal aquí y allende los mares, o sea que hay que ser serios, y darse cuenta que la ignorancia es unos de los bastiones duros de esta realidad. Por eso, apertura mental, pero escepticismo sano, y no hay que hacer uso de teorías de la conspiración, porque las evidencias de por dónde van los tiros hace mucho que ya está ahí fuera. Motivado por facilitar la comprensión del sistema económico diseñé una infografía, en clave irónica, sobre el funcionamiento del capitalismo moderno, explicado con dos vacas, basándome en una broma de esas que circulan spamizando el email. Cuando pude revisar datos y ver porcentajes, vi que incluso me quedé corto, no hay por tanto exageración o ironía: su base conceptual es válida y para comprenderla no se necesita de explicaciones extravagantes. Basta revisar las limitaciones de la teoría económica tradicional, ampliamente superada por la economía de Complejidad, pero no aplicada ni tenida en consideración. No confundamos: los mercaderes y financieros no son investigadores, son los que se aprovechan. Las economías son sistemas adaptativos complejos abiertos con una evolución endógena. La economía tradicional plagia el concepto termodinámico de equilibrio y lo asocia a su modelo. Pero basar modelos matemáticos en una conceptualización errónea o alejada de la realidad es equivocarse. No se considera la entropía, presente en cualquier sistema y la tensión social lo demuestra. Ese equilibrio es inviable considerando el sistema como algo cerrado que sí puede alcanzar equilibrio, eso según la economía de la Complejidad es pura propaganda. Propaganda interesada por parte los lobbies que defienden los privilegios de sí mismos. Extravagante es quedarse de brazos cruzados y como un esclavo aceptar los grilletes como pulseras, y no, no me gusta comulgar, y menos con ruedas de molino. Hay que contrastar fuentes, leer, investigar y dejar las simplificaciones. Ahora veamos el comportamiento de la usura, sus costumbres, manías y grosera apropiación de todo lo que es de todos.
Intermediados por don dinero, nos han hecho olvidar que no somos lo que tenemos, y por tanto una maquinaria socioeconómica semejante nos perjudica en proporcionalidad directa a la plusvalía oculta y a la plusvalía descarada que los mercaderes corporativos y ávidos secuaces. Las reformas neoliberales de los gobiernos neocon en España han acabado esquilmando lo público y eliminando las barreras para que las rentas más altas contribuyan más. En numerosos ejercicios fiscales las empresas del índice IBEX 35 no pagaron nada gracias a exenciones y “maniobras financieras”. Como los informes públicos demuestran y la Asociación de Subinspectores de Finanzas del Estado confirman el fraude fiscal por año en España es superior a 2400 millones de euros. ¿Pero esto es tan grave? Es muy grave, es directamente culpable del estado actual de carestía. Si pedimos consejo a alguien con visión histórica y ojo analítico, quizá Francisco Comín, nos pueda sintetizar el algoritmo de la usura. Comín es Catedrático de Fundamentos de Economía e Historia Económica además de Premio Nacional de Historia, como investigador se ha centrado en el estudio de la Hacienda Pública. “No pagan impuestos quienes por ley están obligados, sino aquellos que carecen de capacidad política de evadirlos.”
A muchos quizá les suene a argumento de película. Pero es un argumento que transcurre en la realidad basado en personajes reales, y no es una película, no es Alí Babá y los cuarenta ladrones, es peor. Vayamos al grano, es el IBEX y las 35 empresas que curiosamente siempre tienen liquidez y ganancias superiores al crecimiento del país, pero cuanto más crecen más precariedad existe… por tanto los axiomas inamovibles de que a mayor desarrollo de las megaempresas mejor para todos… ¡un cuerno!, el sistema no distribuye, no se tributa en base a lo que se ingresa. Una cosa es la teoría y otra la cola del paro dando la vuelta a la manzana. La mayoría de empresas del IBEX no tributan, hacen uso de paraísos fiscales. No es especulación: los beneficios netos de las empresas cotizadas en el IBEX 35 rozaron los 50.000 millones de euros en el año 2010, un 22% más que en el ejercicio anterior, a pesar de la crisis. El índice IBEX 35 es el principal índice de referencia de la bolsa española elaborado por Bolsas y Mercados Españoles (BME). Está formado por las 35 empresas con más liquidez que cotizan en el Sistema Interconexión Bursátil Electrónico (SIBE) en las cuatro Bolsas Españolas. Estas son: Abengoa, Arcelor Mittal, Abertis, Grupo ACS, Acerinox, Acciona, Amadeus, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Bankinter, Bolsas y Mercados Españoles, Criteria CaixaCorp, Endesa, Ebro Foods, Enagás, Fomento de Construcciones y Contratas, Grupo Ferrovial, Gamesa, Gas Natural, Grifols, Iberdrola, Iberdrola Renovables, Indra, Inditex, Corporación MAPFRE, Obrascón Huarte Lain, Banco Popular, Red Eléctrica de España, Repsol, Banco de Sabadell, Banco Santander Central Hispano, Sacyr Vallehermoso, Telefónica, Técnicas Reunidas y Telecinco.
El pensamiento básico que genera constatar estos hechos contrasta con la dificultad de millones de ciudadanos para mantener unos niveles de vida dignos. Surge por tanto una duda razonable acerca de cómo todos podemos participar en el equilibro de nuestros congéneres. No es muy distributivo que las figuras jurídicas que aglutinan ingentes ingresos no participen proporcionalmente en nivelar los desequilibrios. Se admite la polarización y se promueve. Por encima de determinados niveles el sistema perjudica y pierde cobertura de derechos ciudadanos frente a los derechos corporativos. Se privatiza una estructura de gobierno que debería socializar el bienestar y no menguarlo. Los paraísos fiscales son comunes en 8 de cada 10 empresas del IBEX.
Estos hechos son escandalosos, si la clase política garantizase sistemas de re-distribución la pobreza del sistema, desaparecería. No es ficción, es aritmética, además de plenamente plausible. ¿Cómo? Es importante plantear las preguntas adecuadas, pero hay muchas ideas en el candelero. Una ocurrencia, y un ejemplo, y he omitido terminología libertaria, para que a nadie se le caiga el monóculo. Un servidor, les diría a los del club de rugby del IBEX, pasen por caja, la legislación ha cambiado, ahora deben colaborar proporcionalmente a sus ganancias y a las carencias de todos los que vivimos aquí. Imagino que no les gustaría. Legislativamente apenas tasando un interés fijo la deuda estatal se convertiría en aire. ¿Cómo implementarlo? Una versión “local” sobre las finanzas nacionales de la Tasa Tobin sería suficiente, ensamblada o fusionada a un sistema distributivo de Renta Básica Universal, las propuestas distributivas que esgrime Basic Income Earth Network, por ejemplo.
Pero no hemos acabado, porque los guantes blancos usan un sastre fino y saben cómo birlar una cartera, de valores o de los ciudadanos, en cuyo caso el guante blanco se transmuta en guante de boxeo. No es casualidad que se hable de violencia estructural o violencia financiera. En mi pueblo “hacer un uso deshonesto e interesado de algo que es de todos” se llama robar. Da igual qué eufemismo legal usemos. Esto no sólo implica a los chicos del IBEX 35, afecta a muchas otras grandes empresas que cotizan en Bolsa (y a las que no) tres cuartos de los mismo. Y a las muchas multinacionales que actúan en España igual. En muchos países empobrecidos del Sur económico la deuda externa y hurtos corporativos esquilman sin tregua, pero aquí en el “civilizado” Viejo Mundo también es así. La mayor empresa del mundo utiliza España como paraíso fiscal: Exxon Mobil ganó 10.000 millones de euros en España, en dos años y sin pagar un euro en impuestos, pero ¿cómo es posible? Es posible, basta un régimen de sociedad “holding” con una tributación privilegiada, dicho y hecho, y gracias a estas recetas (del gabinete de gobierno de José María Aznar, por cierto) muchas corporaciones ahorran fiscalmente millones y millones. Era cuestión de tiempo que se filtrase el olor a podredumbre hasta llegar a los ciudadanos. Actualmente el presidente del Banco Santander -la mayor entidad financiera española- está siendo investigado por la Fiscalía Anticorrupción (él y su familia), por una cantidad presuntamente mayor de dos mil millones de euros según la Agencia Tributaria. De nuevo gracias a un paraíso fiscal (suizo) donde las opacas cuentas del HSBC Private Bank son el refugio de bienes no declarados. Sólo por poner en perspectiva dos mil millones es más del 20% del PIB de Irlanda, o el 50% del de Túnez (donde por cierto comenzó la revolución de los jazmines).
Exxon -la empresa petrolera- usa una “fórmula completamente legal” para ahorrarse tributos: las Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVE). Esta figura de picaresca financiera (la prensa salmón diría “ingeniería financiera y planificación fiscal“) el plenamente legal, parece ser que la ilegalidad (ética) es del legislador que diseñó semejante agujero de gruyere fiscal. Esto no es proteger lo público, esto es venderse a lo privado, que es muy diferente. Exxon no pagó en 2 años impuesto de sociedades, justamente lo opuesto: en 2009 generó una base imponible negativa de 1,5 millones, con el consiguiente beneficio fiscal directo.
Ni por asomo es la rara avis empresarial -más que ave extraña es pajarraco común-. Google usa estructuras fiscales en Holanda, Irlanda y paraísos fiscales para tributar solo por un 2,4% de sus beneficios de fuera de Estados Unidos. Aquí, de nuevo en España, corporaciones como Vodafone, Hewlett Packard, American Express, General Mills, Eli Lilly (una de las mayores empresas internacionales farmacéuticas) y un descorazonador etcétera. Como guinda unos datos extra: Apple Computer factura en Irlanda el 99% de sus ventas en España. La filial de la manzana mordida muerde que da gusto: tras generar negocio por 1.400 millones de euros, declara “legalmente” 14 millones, y en lugar de pagar al fisco los 400 millones de euros que le tocaría sólo ingresa dos millones. No es rufianesca, es astuta ingeniería financiera. Obviamente en este contexto y comparativamente Alí Babá, Curro Jiménez o Al Capone eran claramente bandoleros amateur.
Cara al ciudadano, las empresas usan un márketing escrupuloso y nominalmente responsable, pero los estudios pormenorizados del Observatorio de la Responsabilidad Social Corporativa (www.observatoriorsc.org) demuestra lo contrario: el 80% de las empresas del IBEX están presentes en bancos de cuentas opacas a la Agencia Tributaria española, es decir viven en paraísos fiscales, que es una manera suave de decir que se lucran evitando al fisco. Podríamos denominar este modo de actuar como de ética opaca, pero con estos datos ya tenemos para atragantar cualquier estado de bienestar, que es precisamente lo que sucede.
Volvamos al movimiento ciudadano del 15M, estas y otras evidencias similares dejan en tela de juicio la imparcialidad política, de hecho parecen fruto de un plan diseñado. Muchos simpatizantes de cada gobierno acaban en entidades corporativas, muchas empresas públicas son privatizadas, muchos políticos pasan sin pestañear al negocio privado. Y si estos políticos (no todos, pero sí algunos) eran gestores la cosa pública, poco provecho dejan y aportan hacia lo público. Y según el diccionario si alguien es considerado como de “poco provecho”, es un mequetrefe, así que definiendo con propiedad y usando las acepciones correctas: ellos son los mequetrefes, pues facilitaron la “legalidad” de semejantes “ingenierías financieras”. ¿Y cuándo se les ve el plumero? Justo en el punto álgido del crash financiero de hace dos años. Desvergüenza, malabarismos lucrativos, pero no democracia, si eso es gestionar lo público hacia lo público, está claro que se excluye a la mayoría de la población de tal negocio. La palabra “negocio”, viene del latín negotium, y significa: “toda actividad que genere algún tipo de utilidad, interés o provecho para quien la practica”. Y está claro que para quien no la practica le deja en el paro, le deja ocioso. Las ironías de la etimología nos muestra que “negocio” literalmente significa “negación del ocio”. El término negocio deriva de las palabras latinas nec y otium, es decir, lo que no es ocio. Para los romanos otium era lo que se hacía en el tiempo libre, sin ninguna recompensa; entonces negocio para ellos era lo que se hacía por dinero. Paradojas de los tiempos hipermodernos, el ocio es de masas, y el ocio distrae y encima nos presenta la realidad con titulares y breves palabras. Esos medios que nos informan y dibujan la realidad reciben ingentes cantidades monetarias por publicidad, de hecho viven sólo de la publicidad, publicidad que promociona productos, y bueno, ahí está todo, cuerpos políticos que de un modo u otro fortalecen esta maquinaria… claro que tiene virtudes, pero no son precisamente gracias a los mercaderes del voto, que el calor del momento no nos haga confundir términos.
Por tanto, democracia en sentido estricto o definitorio, no, más bien, suena a mafia corporativa (o truco del almendruco). El sistema garantiza muchas cosas, nos permite desarrollarnos y aprender, pero a la vez nos pone serias dificultades para lograrlo, y estadísticamente es un sistema muy poco eficiente. Argumentar que hay países menos eficientes, es un mal de tontos. Aquí tenemos sistemas mejorables y si la ciudadanía quiere optimizar el sistema debe poder hacerlo. Si las leyes blindan tales opciones, el sistema debe someterse al referendo, empezando por la Constitución y haciendo evolucionar armoniosamente la sociedad en que vivimos en un hogar más inclusivo y generoso para todos. Esto no es una utopía es una verdad de Perogrullo. Como dijo el inventor de la teoría económica del Mutualismo, el francés Pierre-Joseph Proudhon: “Detrás de toda gran fortuna, está el robo”. Parece ser que siglos después la vigencia de esa frase permanece tristemente impertérrita.
Receta: inteligencia interpersonal, empatía y sentido común
Ampliando el campo de visión observamos que un vendaval de libertad recorre muchos rincones del globo. Esto no es nuevo, es una vieja pugna, pero son significativamente nuevas las maneras de esta emergencia global. No hay que olvidar que el sistema económico entró en crisis, y esta crisis ha ido agrietando unos modos de hacer política, enfermizamente asociados al poder de entidades financieras, accionistas y grupos industriales. El sistema económico planetario, mundializado por el movimiento de capital y orquestado por el FMI defiende a una mafia corporativa de dudosa ética aplicada, pero escrupulosa mercadotecnia. Y esto no es un debate teórico, las cacareadas virtudes de la sociedad de consumo están más que en entredicho, hay un índice de desempleo descomunal, el acceso a las necesidades básicas -como la vivienda- ha sido parasitado con trampas legales diseñadas por las entidades bancarias. No olvidemos que la ética y la convivencia no tienen letra pequeña. En esta compleja sociedad, todo es de masas, la comunicación, la política, el ocio, el modo de vivir, el modo de consumir energía… y esta maquinaria chirría, estratifica a las personas y mantiene a determinadas castas inamovibles. Ha llegado cierta indignación de masas, y las diferentes plazas de mayo de las historia se han sentido hermanadas. De ahí el escalofrío. Tiempos de mutación, donde la comunicación en red juega un papel crucial. Un jarro de agua fresca a la anacrónica clase política profesional española. Este movimiento ha sido capaz en un mes de demostrar que se pueden inventar nuevas herramientas para decidir presupuestos, para auditar a los políticos, para que gestionen bien lo que debe ser bien gestionado, no vendido a precio de saldo -y risa- al gremio especulador, pues el capital especulativo ha disuelto el valor de las cosas. Según Chosmky en la década de los 90 el capital especulativo representaba un 10% del total. Una década después los índices eran del 90%. Ahora el porcentaje es mayor. Ha entrado en una cadencia exponencial. Las economías están además de en recesión en deceleración y rompiendo más aún su capacidad de endeudamiento. Los rescates económicos están revoloteando por todas partes.
La cuna de la democracia está en estado de sitio y sufre los embates neoliberales. Grecia representa el 20% del PIB de la UE. Si Grecia se hunde deprimirá la economía global de la UE, ¿puede pasar? está pasando, y está quebrantando más todavía su capacidad de endeudamiento gracias a las suspensiones de pagos y quiebras en cadena. La aritmética dice que no podrá soportar la deuda. Es decir es una cuenta atrás, y en menos de dos años la presión será inaguantable. No hay que ser adivino, basta sumar. Un explosivo con la mecha encendida. En esa casuística la UE sin dinero suficiente para el rescate español, daría paso a los siguientes países con mayor deuda de Europa: Francia y Alemania, por tanto todo esto favorece y protege a entidades bancarias francesas y alemanas, por eso no pueden dejar caer a Grecia, se aseguran liquidez hasta que reviente. Los defensores del privilegio siempre han sido rudos.
El problema de nuevo es un problema de prejuicios, cambalaches terminológicos con los consecuentes equívocos. Se habla mucho de democracia, sin embargo en un sentido histórico no ha existido continuidad del modelo griego al actual. Recordemos que la antigua democracia griega desapareció en el siglo IV a.C, y la democracia actual es una “oligarquía electiva“. Hay muchos tipos de democracias y “la nuestra” es de orden representativo, donde “los ciudadanos eligen únicamente a las personas que, previamente agrupadas en partidos, van a tomar por ellos las decisiones, y los acuerdos que tomen las cámaras elegidas por sufragio universal están sometidas al ordenamiento jurídico: Estado de derecho“. El problema surge cuando este Estado de derecho vincula sus esqueleto regulador legislativo a intereses alejados de los intereses de la mayoría. La práctica de la democracia que privatiza reduce al absurdo el propio término. Y Grecia, la cuna del término, sufre este asunto.
El núcleo duro de la UE es Alemania, y es consciente de que el estado heleno jamás tendrá liquidez, y en este sentido el rescate es un tiempo de transición antes del derrumbe. Y lo que vendrá no podrá ser rescatado. Hace dos años, la deuda griega se sustentaba en créditos alemanes mayoritariamente, aún así los países económicamente periféricos (PIGS) igualmente aportaban fondos y pagaban la deuda griega, en 2010 España pagó 9.742 millones de euros (dos Planes E). Con las medidas recientes ahora son las entidades públicas las que absorben una gran parte de la deuda. Como explica la Wikipedia: “PIGS (literalmente, «CERDOS» en inglés) es un acrónimo peyorativo con el que medios financieros anglosajones se refieren al grupo de países del sur de la Unión Europea: Portugal, Italia, Grecia y España para incidir en los problemas de déficit y balanza de pagos de dichos países. Tras la crisis de 2008, simplemente se añade Irlanda (con el acrónimo PIIGS)”. Recapitulando los bancos ya no tendrán el grueso de la deuda (aportarán sólo el 8%, y el 11% las compañías de seguros) ahora ya se ha repartido, y los contribuyentes son los que pagan a los acreedores. Pingüe negociación por parte de la comisión europea. Latrocinio, en mi pueblo. La inyección de 110.000 millones postpone una quiebra en toda regla, pero además favorece… a los bancos que son los que a su vez financian las deudas nacionales de la UE con sus jugosos intereses. Pues una los puntos: si la unión europea negocia con el Banco Central Europeo (BCE) y sigue las recomendaciones del FMI ¿a quién se favorece? El Comité Ejecutivo del BCE está formado por los gobernadores de los 17 bancos centrales de la zona euro, es decir, la aplicación del dinero público sirve para socializar las pérdidas para rellenar los huecos que ha dejado la especulación privada. Con estas medidas se aligera la carga bancaria de Alemania y Francia.
Mientras el neonato Pacto del Euro, blinda la eurozona ante miembros mal pagadores de deudas, por eso se les azuza con recortes a diestro y siniestro en todo lo que no sea rentable y genere beneficio. La misma cantinela cansina de siempre, pero esta vez asaltando los parlamentos de cada estado, de una patada, precintando lo que haga falta. Misiles lanzados a la línea de flotación del estado de bienestar. La Asociación por la Tasación de las Transacciones Financieras y por la Ayuda a los Ciudadanos (ATTAC) describe este asunto: “El llamado Pacto del Euro consiste en un paquete de medidas acordadas por los diecisiete países que forman la zona euro destinadas fundamentalmente a combatir la crisis y la deuda. El problema es que más que contribuir a solucionar el desempleo y la parálisis del tejido productivo europeo, va a conducir inexorablemente a un mayor empobrecimiento de los ciudadanos. Esto significa seguir mermando capacidad de consumo de las familias y del Estado, y no parece que esto sea lo más acertado para impulsar la recuperación económica.”
Un conjunto de hechos que explica la indignación que circula desde el 15M. Ahora Grecia es el talón de Aquiles del Viejo Continente. Cuando la bolsa se ponen nerviosa, los mercados presionan a España, ampliando el margen en la prima de riesgo. ¿La bolsa o la vida? Aquí estamos, pero en la Grecia de Sócrates, tres mil años después. Ojalá se recordase hoy a Tales de Mileto (uno de los Siete Sabios y precursor de la indagación racional sobre el universo) se le considera el primer filósofo de la historia de la filosofía occidental, y fue uno de los más sagaces astrónomos y matemáticos de su época… “Lo más veloz es el entendimiento, porque corre por todo. Lo más fuerte es la necesidad, porque domina todo. Lo más sabio es el tiempo, porque esclarece todo.”
El tiempo pondrá en la picota a Grecia y hundirá el sistema económico europeo tal cual lo conocemos. La indignación ciudadana de la que venimos hablando tiene motivos objetivos para no estar muy confiada en las políticas sociales de nuestra democracia, pues con casi 5 millones de trabajadores desempleados, aceptar socializar deudas que precarizan aún más el estado de la tragedia es cualquier cosa menos democrático. Por tanto el cuadro general va más allá de lo que pasa en España o Grecia, o hace muy poco en Portugal e Irlanda. Es una crisis europea, porque bancos alemanes y franceses están amenazados por una suspensión de pagos debida a consecuencias tácitas de su gestión arriesgada y oculta. Y este proceso sigue el mismo sistema a nivel global de la mano de las instituciones de Bretton Woods. Esto es la antesala en Europa de una terapia de choque, en los términos que define Naomi Klein en su obra “La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre“. Klein investiga y demuestra cómo la receta represiva de la maximización del beneficio global para una pequeña élite se aprovecha de las calamidades (financiadas), bajo la excusa de decisiones de gobiernos democráticos, que esconden una premeditada praxis neoconservadora. Como ella explica: “Hay una cosa más que he aprendido en mis estudios de los estados de shock: el shock se pasa. Es, por definición, un estado temporal. Y la mejor manera de mantenerse orientado, de resistir el choque, es saber lo que le está sucediendo a uno y por qué”. Joseph Stiglitz, el Premio Nobel de economía se refiere al análisis de Klein como “una rica descripción de las maquinaciones políticas necesarias para obligar a desagradables políticas económicas en los países en resistencia”. El 15M es la señal de alarma de los mismos síntomas que atenazan a la población griega.
Cómo cocinar un cambio social: a fuego lento
Estamos en los albores de una mutación de las estructuras políticas, las sociedades evolucionan, y como rezaba con ironía una pancarta el pasado 19 de Junio, “no podemos apretarnos el cinturón y bajarnos los pantalones a la vez”. Los cambios no operan sólo con palabras, precisan de hechos. Comprometerse para que las palabras signifiquen. El movimiento 15M brotó en una anodina escena política, dio frescura a las plazas y ha conseguido enarbolar un mensaje multigeneracional de regeneración política, no mero reformismo, sino un cambio más profundo. Esto es el principio de un largo proceso. Y en esta génesis evolutiva todo influye, Islandia, las insurrecciones árabes, las ideas sugerentes, los análisis sesudos, las militancias anónimas, la generosidad y la esperanza.
El cómo ha nacido este movimiento es síntoma de su naturaleza. Ha nacido con inteligencias y paradojas múltiples, 100% humana, por eso para hacer un pequeño retrato de las fuerzas que afectan e influyen a este fenómeno social hemos invitado a algunos activistas y pensadores, con tal de acopiar puntos de vista e integrar con humildad y autocrítica qué se está cociendo. Las nuevas herramientas nos permiten aunar opiniones y juicios de un heterodoxo equipo planetario que tiene en común abogar por los derechos humanos, y un cambio en el sistema político y económico hacia la dignidad y libertad de las personas.
No hay fórmula, pero la inteligencia interpersonal, la empatía y el sentido común, jugarán un papel predominante, pero ojo, debe cocinarse a fuego lento, con generosidad y cautela.
Hördur Torfason es uno de los impulsores clave de la revolución islandesa, visitó Palma de Mallorca y comentó al respecto “Esto es trabajo, trabajo duro y va a llevar su tiempo. Pero ¡no os rindáis! Los políticos no merecen nuestra confianza. Ellos trabajan para nosotros, nosotros les pagamos su sueldo y deben ganarse nuestra confianza.”. Es decir, hay que mantener un espíritu crítico y escéptico con el poder político, y a la vez hay que ser pacientes, perseverantes. Estamos en un proceso de contagio de entusiasmos e ideas, Internet canaliza esta red horizontal de flujo de conocimiento y estrategias… y por eso el 15M en sus diferentes manifestaciones está aprendiendo, viendo sus puntos flacos, y sus reales fortalezas.
Stéphane Hessel, el único redactor vivo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos ha sido el que recordase a los jóvenes la necesidad de crear como acto de resistencia, la imaginación ha hecho el resto. Acaba de publicar tras su Indigneu-vos un nuevo libro, dando pistas acerca de la dirección a considerar, con el claro título: “Comprometeos”. Hessel, una de las fuentes inspiradoras de las que bebe el movimiento ciudadano nacido el 15 de mayo parece invitarnos a inventar una especie de “foro ciudadano permanente” que audite a la clase política, pues ellos son los administradores de lo público, y no de lo privado, y por eso esto no es un panfleto, sino un verdadero símbolo de los nuevos tiempos que se avecinan. Hace ya décadas, Albert Camus, otro francés rebelde y premio Nobel de literatura, apostilló sin pestañear ante los desmanes del poder: “Ellos mandan hoy… porque tú obedeces”.
El civismo y la no violencia del movimiento 15M, se ha demostrado con creces en las multitudinarias marchas del 19J, detalle que Valentina Karga, ha destacado, ella es una arquitecta griega y especialmente le ha llamado la atención ese espíritu pacífico y pacificador. “Creo que el pueblo español ha encontrado un modo muy bueno de protestar, muy original, los campamentos urbanos. Por otro lado se siente como algo muy tranquilo en comparación con las protestas griegas donde la gente recibe disparos en las protestas”. Este camino pasa por la no violencia, y aunque las realidades geopolíticas son diferentes, tanto las protestas griegas como la revolución en el mundo árabe tienen nexos, y también diferencias obvias. Hay coincidencias y sincronías, de hecho definen la fragilidad de cualquier estado frente al poder financiero omnívoro. La explosión de protestas ciudadanas siempre tienen en común un punto: que el FMI siempre está a la saga, en Túnez, meses antes de las revueltas, hubo Planes de Ajuste Estructural y recortes sociales diversos. La primavera democrática de los sociedades árabes tiene un largo camino por delante, los lastres que acarrea cada pueblo del mundo es diferente, pero comparte flanquear la barrera del miedo (ser audaz) y tomar medidas tácticas para defender la dignidad: la estrategia del enjambre.
Amira Charfeddine es una diseñadora tunecina, y activista feminista, y nos relata cómo están ahora, “La revolución de los jóvenes se basa en la dignidad y la libertad, todos teníamos la misma voz. Pero hay una deriva islamista institucionalizada que ha raptado la revolución. Planteamos poder hacer un referéndum sobre la Constitución, Túnez es la encrucijada de varias civilizaciones, queremos ser laicos, lo que está sucediendo en España es no es lo mismo, pero necesitamos que nos deseen suerte para hacer frente a la fuerza que viene de Oriente Medio. Aplicar la religión en las leyes, no es aceptable, para nosotros y nunca lo aceptaremos, la revolución de los jazmines no puede derivar a la revolución de las flores del mal.” La gallina y el huevo surgen de Túnez, tras la auto-inmolación de Mohamed Buazizi, un vendedor ambulante de fruta, como signo trágico de la indignación ante la tiranía y la corrupción de Ben Alí. Todas las acusaciones han sido confirmadas, y WikiLeaks, las redes sociales y la cadena Al-Yazeera han permitido dejar patente que el hurto del dictador tenía el beneplácito de muchos gobiernos occidentales.
En junio un tribunal tunecino condenó al derrocado Ben Ali y a Leila Trabelsi (su esposa), a 35 años de cárcel tras ser declarados culpables de robo y posesión ilegal de grandes sumas de dinero y joyas. Siguen abiertas decenas de causas judiciales, incluyendo homicidios y tráfico de drogas. La doble moral de muchos dirigentes políticos dejan entrever la fragilidad de sus discursos que modifican en función de los hechos… eso es otro funesto ejemplo de la perorata del camaleón. La ‘revolución de los jazmines’ ha sido aplaudida por muchos políticos y dirigentes internacionales, tras los 23 años de dictadura tunecina. Pero hace poco, en el comienzo de la crisis no fue así. Los que hoy evitan recordar sus apoyos al autócrata, son por ejemplo José María Aznar (“Túnez y su gobierno como un ejemplo de progreso y apertura en el mundo árabe”). En 2008 Nicolás Sarkozy, recibió la llave de la ciudad y en su discurso el francés dijo lindezas como “Este gobierno es tolerante y debería ser ejemplo para otros muchos países islámicos. A veces pienso que algunos observadores internacionales son demasiado duros con Túnez, su política económica demuestra gran dinamismo”. Strauss-Khan, el ex-presidente del FMI (acusado de crímenes sexuales) siempre destacó los “méritos de la economía tunecina y aseguraba que lo estaba haciendo pese a la crisis, es una buena política económica que deberían seguir muchos países emergentes”.
Ahora, la revolución en Túnez está intentando ser monopolizada por los feudos islamistas, y la paciencia y resistencia de la que estamos hablando es la que la ‘revolución de los jazmines’ blande con la no violencia como arma ante la represión y muchas veces el silencio mediático. En las bases del movimiento del 15M, en las reivindicaciones del 19J detectamos rasgos comunes, de estas críticas, pero a otra religión, la neoconservadora creencia de la bondad de la desregulación y la privatización. El Pacto del Euro es su credo más reciente y el más discutido por muchos economistas (Arcadi Oliveres, José Luis Sampedro, Carlos Taibo, Vicenç Navarro) y eso sin contar los varios centenares de miles de ciudadanos que se manifestaron el 19 de junio de 2011, además de todos los intelectuales y analistas críticos con las políticas neoliberales de la UE, BCE, FMI, BM, OMC, EEUU, etcétera. Lo del 15M redunda en críticas globales y es un nuevo síntoma de una enfermedad global que azuza el contexto social y medioambiental planetario.
Noam Chomsky nos comenta la evidencia de que la situación en Grecia y otros países mediterráneos ha generado un movimiento ciudadano de protesta. Entonces para entender el conjunto hay que preguntarse cómo funciona el poder financiero de las grandes empresas en las políticas de los estados y especialmente cómo afecta a los ciudadanos los intereses corporativos? Chomsky, contesta sin dudar: “El poder empresarial tiene una influencia preponderante en la política estatal. Desde la década de 1970, las instituciones financieras se han expandido rápidamente. En el año del crash, en el 2007, las ganancias corporativas en los EEUU, fueron un 40% más altas que años anteriores. Como resultado, su influencia en el sistema político ha aumentado considerablemente.” Y a pesar de la evidencia geopolítica, las protestas ciudadanas en el caso español no dejan claro si se trata del advenimiento de una nueva democracia ciudadana, o la continuación de históricas rebeliones, como mínimo es un proceso de cambio singular. “Estos movimientos son muy alentadores y en muchos casos con desarrollos interesantes, pero hasta ahora la estructura organizativa y los programas parecen ser obras en proceso, es difícil de comentar”. Lo mismo que contestó ante lo que las insurrecciones árabes tanto en Egipto como en Túnez están generando: “Son procesos, no metas.” Más claro agua.
En Islandia, el pueblo ha obligado a dimitir a un gobierno al completo, han nacionalizado los principales bancos, y se votó por referéndum no pagar la deuda que estos habían creado con especulativas medidas hacia Gran Bretaña y Holanda. Después se creó una asamblea popular para reescribir la Constitución Islandesa. Todo de forma pacífica. Aprovechando las nuevas herramientas de las redes sociales y generando una interacción semanal para agrupar opiniones, rectificar y ratificar de modo inclusivo las ideas de la ciudadanía. El eco mediático fue mínimo, ni prensa ni televisión.
En noviembre de 2010 el pueblo Islandés escogió a veinticinco ciudadanos sin filiación política para conformar la Asamblea Constituyente encargada de redactar la nueva Constitución Islandesa (se presentaron 522 a las candidaturas, para lo cual era necesario ser mayor de edad y tener el apoyo de 30 personas). Katrín Oddsdóttir, licenciada en periodismo y con una maestría en Derechos Humanos fue miembro de ese consejo. “Es sorprendente escuchar que la gente de España está utilizando Islandia como referencia en su lucha por la justicia. Estoy orgullosa y conmovida al oír eso. Hemos estado trabajando en la Asamblea Constituyente y va muy bien. Esto es una parte importante de la cura de la identidad de la ciudadanía. La constitución es el contrato básico de la sociedad. Si la sociedad se ha roto a causa de la inmoralidad y los crímenes económicos es muy importante poner al día la Constitución y proteger la paz en la sociedad. Si el contrato social en España se ha roto yo les recomendaría que lo reparen y esto es algo que deben hacer los ciudadanos, no sólo a los abogados, no sólo los políticos.”
Hördur Torfason añade: “Mi consejo sería que defináis unas propuestas concretas, 3 ó 4 a lo sumo, las presentéis a los políticos y les deis seguimiento hasta que se cumplan. Después se les vuelven a presentar más propuestas. Ellos trabajan para nosotros, pero NO pueden hacerlo si no les decimos claramente lo que queremos que hagan.”
¿Quién guarda a los guardianes?¿quién gobierna a los gobiernos? No es ético para los ciudadanos aceptar que sean los bancos y las grandes empresas. Quizá son revoluciones de estar por casa, pero su esencia -su cogollo- es ciudadano y legítimo, la gente común está quitándose la venda, destapándose los oídos, y abriendo la boca. El pensamiento único parece que quiere ser sustituido por el pensamiento diverso. La política está varada en la figura de la representación, y esa profesionalización de la gestión, ya ha demostrado que favorece a grupos de poder, el análisis sistémico de las políticas de rescate lo evidencia bajo parámetros cuantificables. Esta cultura política privatizadora ha mostrado sus límites (y sus colmillos), es tiempo de la emergencia subterránea, de ser generoso y de la innovación social: con presupuestos participativos, sistemas de intercambio sin correlato con el dinero (moneda social o los sistemas de intercambio y trueque o LETS -Local Exchange Trading Systems-), bancos de tiempo, iniciativas de reciprocidad comunitaria, cooperativas de producción y consumo, producción agrícola de proximidad, recursos de propiedad común, cooperativas de crédito, banca ética, estricta Responsabilidad Social Empresarial (pero diferenciándola de la RSC de las multinacionales, que es utilizada como actividad estratégica en la competencia comercial, peligro evidenciado por Kenneth Goodpaster y John Mathews, que alertan del peligro que entrama que el poder corporativo se inmiscuya en temas sociales y políticos (como describe y analiza el documental The Corporation). Al hilo de las protestas del 15M hasta la actualidad, y emulando a los pioneros islandeses, los referéndos periódicos pueden ser la clave de decisiones ciudadanas vivas.
Recordemos a Murray Bookchin fundador de la ecología social y uno de los pioneros del movimiento ecologista, siempre insistía en la importancia de unos de los principios básicos para implicarse en la realidad: la audacia. “Pequeños grupos de personas pueden cambiar el mundo si están dispuestos a correr riesgos y nadar contra la corriente de la historia”. Lo que acontecido en Islandia evidencia la certeza de dichas afirmaciones. Y el trovador incitador, el comprometido y audaz ciudadano Hördur Torfason, nos lo recordó hace bien poco, y él sabe de lo que habla “Seguramente, ninguno de nosotros tenga las soluciones, pero sí tenemos una visión compartida y queremos resistirnos al sistema que hay, por lo que os recomiendo que resistáis y os mantengáis con el objetivo común de lograr un mundo mejor y con menos corrupción”.
No nos queda otra: confiar en el proceso, conservando la templanza.
(CC) texto + ilustraciones: Marc Masmiquel / ilustración “indignáos”: voces con futura / fotografías: Olmo Calvo/ 2011