The Fountain.
Los senderos son ásperos. Los montículos se cubren de retamas. El aire está inmóvil. ¡Qué lejos los pájaros y las fuentes! Tiene que ser el fin del mundo.
Arthur Rimbaud
Dicen por ahí que un hombre se mide por el número de pérdidas a lo largo de su vida. Que pese a todo y en contra de todo, lo único que podemos hacer en el tránsito de nuestra existencia, es aguardar una despedida.
Quiero pensar que el adiós, en realidad no existe, que tarde o temprano, todos aquellos seres con los que has tropezado a lo largo del camino los encontraras de nuevo frente a frente, como un espejo que evidencia la fragilidad.
Le temo a la muerte por qué simple y sencillamente no sé que hay detrás de ella, ignoro totalmente lo que se oculta detrás de ese telón rojizo que se cierne delante de nuestro destino. Aunque pensándolo bien tal vez no le temo a la muerte en sí misma, sino a la perdida, las pérdidas que parecen bombardear sin piedad todos los ángulos de mi alma.
Te perdí en el mes de Octubre, durante un día nublado, llovió durante gran parte de la mañana, y el ambiente estaba frio, tú odiabas el frio.
Recuerdo el llanto en el pasillo del hospital, las palabras entrecortadas que se escapaban de la boca de las personas, los gritos que buscaban consuelo, el fuerte dolor agudo que atacaba la parte alta de mi espalda.
Por alguna razón no pude llorar.
A los pocos días encontré una foto en una de las gavetas de tu escritorio, estábamos los dos juntos bajo un árbol de almendras, ambos reíamos.
Esa noche comencé a extrañarte.
Tal vez el tiempo no lo cura todo, quizás lo que realmente hace es que entierra el dolor demasiado profundo, tan profundo que apenas puedes recordarlo, pero que se oculta de manera silenciosa y paciente entre los recovecos del pensamiento.
Quisiera un día tener el don de detener el tiempo, o mejor aun de detener la muerte, de prolongar ese principio hacia el infinito, hasta el cielo sin memoria, y así poder estar junto a ti en la inmensidad del universo.
The fountain, es la quinta película del aclamado cineasta Darren Aronofsky quien después de éxitos como PI, el orden del caos y de Réquiem por un sueño, regresa con una historia cargada de emotivas y bellas imágenes, y con un guion sumamente interesante y original, en donde pone a tela de juicio el por qué de la existencia de Dios, el amor y la muerte.
Una búsqueda constante por la prolongación de la vida a través de la constante reflexión y el conflicto interno de los personajes, lleva sin duda a la película a planos de verdadera empatía y de catarsis.
Con Hugh Jackman, Rachel Weisz y Ellen Burstyn en los papeles principales, The Fountain ve la luz en el año 2006, presentando a un Aronofsky mucho más poético e introspectivo.
Un científico que intenta a toda costa encontrar una cura para una enfermedad que lleva al borde la muerte a su esposa, un conquistador que intenta descubrir el árbol de la vida, un viajante espacial en busca de la eternidad, todos unidos por una misma causa, por un mismo fin el cual es la clave de su propia tragedia.
“La muerte es una enfermedad como cualquier otra, hay una cura. Y yo la encontraré.”
Pateando Piedras trae para ustedes la recomendación de la semana: The Fountain.
Esperemos sea de su agrado.