92 340 117 galones de petróleo derramado es el número aproximado del tamaño del desastre. Tras la explosión de la plataforma petrolera Deep Water Horizon en el Golfo de México se creó la mancha de petróleo más cubierta por los medios de comunicación, un desastre ecologíco. Finalmente British Petroleum ha detenido de momento la salida del aceite, pero las consecuencias de ese incidente perdurarán muchos años tanto en el ambiente, tanto en la legislación referente a la extracción en campos profundos.
Este derrame no es uno de las más grandes del mundo, de hecho el derrame más grande ocurrió en Ixtoc, México pero de eso les contaré más adelante.
¿Vale la pena explorar en el mar profundo?
La carrera por el crudo ha llevado a sobre explotar los yacimientos terrestres y los de baja profundidad como lo es el caso de Cantarell en México. Donde a una falta de estrategia y una alternativa a los combustibles fósiles se ha llevado al límite los pozos existentes y de bajo riesgo, poniendo la mira en las grandes profundides.
El caso del Deep Water Horizon nos pone en la mesa el que ni los recursos del Estado más rico del mundo ni una petrolera tan bullante pudieron dar una pronta respuesta a un desastre menor. ¿Qué pasaría si la exploración en aguas profundas se generalizara y nos enfrentáramos con este tipo de desastres cotidianamente? ¿Estados pobres como los de África Occidental podrían hacerle frente?
Es tiempo ya de pensar en una transición seria de la energía generada por combustibles -ya sean fósiles o no- y adoptar energías sustentables como la solar, eólica o geotérmica.
Con este desastre vimos la fragilidad de los grandes corporativos a la hora de enfrentar su responsabilidad. Lanzaron aspersantes para destruir el petróleo, pero ha resultado que estos químicos dañan más que el mismo crudo.
Vimos a un Barack Obama rebasado y enfrentando la falta de regulación a este tipo de proyectos.
Las lecciones están a la vista y debe incidir en nosotros, en nuestra forma de consumir y de cómo permitimos formas de consumo que parecen inofensivas pero que están directamente detrás de desgracias como estas.
Ixtoc
El mayor derrame accidental de petróleo de la historia es el que causó una explosión el 3 de junio de 1979 en pozo Ixtoc I, a unos 80 kilómetros del estado mexicano de Campeche. Tomó 9 meses frenar el vertido de crudo. En total, 461.000 toneladas del petróleo mancharon el agua del mar en esa ocasión.
La cantidad de petróleo que se fugó tras el accidente de Ixtoc I sólo ha sido superada por la que derramaron las fuerzas iraquíes durante su retirada de Kuwait tras la primera guerra de Irak en 1991. Se estima que entre 1,4 millones y 1,5 millones de toneladas de crudo se perdieron en el Golfo Pérsico.
Los 10 derrames más grandes de petróleo en el mundo: Fuente: ITOPF, Oil Spill Intelligence Report
Este derrame supuso una de las peores tragedias económicas de México, pues no sólo por la pérdida de petróleo, si no que la producción pesquera se redujo más allá de la mitad. Muchas poblaciones costera fueron abandonas y la contaminación persiste pues gran parte del crudo se dejó se disolviera en el mar:
El que el derrame en las Costas de Luisiana se detenga no da la oportunidad de detenernos a pensar en lo viables de esta forma de obtener energía. No esperemos otro desastre. Suficientes ejemplos tenemos ya como para no actuar.