
Un estudio señala que las personas con mayor inteligencia enfrentan un mayor tiempo en la resolución de problemas complejos debido a su menor inclinación a sacar conclusiones apresuradas. El estudio, realizado por investigadores alemanes y publicado en Nature Communications, desafía la noción previa de que las puntuaciones más altas en inteligencia se relacionan con un procesamiento mental más rápido.
Los investigadores analizaron datos de participantes y encontraron que, aunque aquellos con puntuaciones más altas en inteligencia resolvían problemas fáciles de manera más rápida, tomaban más tiempo en resolver problemas difíciles, ya que dedicaban más tiempo a comprender ciertos aspectos antes de llegar a la solución correcta.
¿La inteligencia no está vinculada a un cerebro más rápido?

Los científicos también generaron modelos de redes cerebrales personalizados y descubrieron que aquellos que tardaban más en resolver problemas difíciles mostraban una mayor conectividad en reposo entre los lóbulos frontal y parietal del cerebro, así como una mayor sincronización entre estas regiones. Estos hallazgos sugieren que la inteligencia implica una sincronía entre estas áreas cerebrales, en lugar de una mera rapidez mental.
En contraste con la hipótesis previa de que la inteligencia está vinculada a un cerebro más rápido, este estudio plantea que la relación es más compleja. Destaca que, en ciertas situaciones, la combinación de velocidad y precisión es fundamental para tomar decisiones efectivas. Mientras que el pensamiento rápido es adecuado para tareas simples, un enfoque más lento y reflexivo, que permita comprender gradualmente la información relevante, puede ser más efectivo para resolver problemas complejos. En resumen, la inteligencia no se trata solo de rapidez, sino de encontrar el equilibrio adecuado entre velocidad y precisión en la toma de decisiones.
Foto de Ryan Jacobson en Unsplash | Vía DW
¿Entre más inteligente es una persona, menos necesidad tiene de relacionarse con otras?