Desde hace años se ha gritado en toda América, especialmente en Latinoamérica, que la masculinidad tóxica mata y no sólo a las mujeres que resulten víctimas, sino también a los hombres que la ejercen. La Organización Panamericana de salud está alarmada por lo temprano que están muriendo millones de hombres por cosas derivadas de su comportamiento.
Esto fue explicado en su informe “Masculinidades y salud en la Región de las Américas” publicado con respecto al pasadía Día Internacional del Hombre.
Existe una relación estrecha entre masculinidad y salud. Los roles, las normas y las prácticas impuestas socialmente a los hombres exigen o refuerzan su falta de autocuidado e incluso el descuido de su propia salud física y mental
Y es que los hombres de América viven en promedio casi 6 años menos que las mujeres gracias a prácticas como la falta de autocuidado en general (físicamente y en cuestión salud) y la violencia en sus relaciones intramasculinas. O sea: se matan entre ellos -y de paso a nosotras-. Además, el reporte también señala que esta falta de cuidado a la salud mental es lo que provoca que la mayor parte de los suicidios sean cometidos por hombres.
En este caso no podrían dejar de lado el tema de las adicciones: muchos mueren de cirrosis por alcoholismo (en la cultura latina no hay macho que no beba) y demás complicaciones por otro tipo de adicciones.
¿Cuál es el motivo de esta situación? Las causas principales de mortalidad en los hombres comprenden la violencia interpersonal, los traumatismos causados por el tránsito y la cirrosis hepática, todas ellas ligadas al ejercicio de la masculinidad hegemónica
Y así el ‘sexo fuerte’.
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