Un Casino de Monterrey fue atacado por un grupo armado que de acuerdo a testigos presenciales llegó y roceó con gasolina las paredes para luego incendiarlo, balear con cuernos de chivo y lanzar granadas de fragmentación.
Los hechos tuvieron lugar en el Casino Royal regiomontano la tarde de este jueves, hasta el momento se cuentan 53 víctimas mortales.
Las declaraciones de las autoridades no se han hecho esperar, las acusaciones y culpas repartidas llegan una vez más.
Calderón y Poiré hablan de terrorismo y “hechos aberrantes”, y comienzan nuevamente con señalamientos de que el sitio no contaba con las condiciones de protección civil para operar.
Más allá de la ya lamentable costumbre de buscar a quién echarle la culpa, lo cierto es que los más de 50 muertos se suman a las víctimas de esta sangrienta guerra que Felipe Calderón sigue justificando, paradójicamente hoy a través de spots televisivos.
