Las leyendas son tradiciones que pasan de generación en generación, por ello es bueno recordarlas y entender un poco más nuestras raíces. Una historia muy comentada es la de Nixtamal y la Xtabay.
La Xtabay es un ser de la mitología maya que es una especie de ser maligno que le gusta cautivar y seducir a hombres borrachos para llevarlos a un “paraíso” de ficción que no es más que una cama de espinas que terminan por matar a los hombres con infección en sus heridas o de hipotermia.
Una historia curiosa es la de Magda y Manuel, un matrimonio que ha durado muchos años, sin embargo Manuel habría sido descubierto con aventuras por su mujer y por mucho tiempo le perdió la confianza, Manuel trabajaba cerca de su casa, como a 300 metros en línea recta por una calle como siempre húmeda por tanto sereno que caía.
Manuel se dedicaba en ese entonces a lavar y preparar el nixtamal, que es el maíz que está listo para molerse y volverse masa, para las tortillerías que en ese entonces no
manejaban harina en costales, sino el sabroso nixtamal, por esa razón Manuel y su mujer se levantaban a las 4:00 de la mañana, Magda preparaba el café y con panes desayunaban juntos, mientras escuchaban la radio, cuando comenzaba a aclarar Manuel salía y caminaba hacia la
quinta donde trabajaba, Magda lo miraba desde la cocina y de repente vio que una mujer se le acercaba.
Desde su cabeza sintió que un calor bajaba por todo su cuerpo, ¿sería acaso que su marido había citado a su amante a unos metros de su casa?, el coraje y los celos la invadieron así que tomó su rebozo grueso, se cubrió la espalda y la cara y con un movimiento brusco echó para atrás el resto de la tela, había mucho sereno y tomó un palo, estaba decidida a golpearlos a los dos.
Magda sólo veía en su cabeza la imagen de aquella mujer con un cuerpo de mujer joven, que llevaba un sencillo huipil, una cabellera tupida y oscura, y como estaba miraba a su marido y padre de cinco hijos.
Al salir del terreno y tocar el suelo con sus sandalias, sintió como su peso se multiplicó, ella creyó que era su presión o su azúcar por el coraje y decidió continuar cada paso que daba para acercarse a Manuel y a su acompañante que se veía joven, sentía que se alejaba más y más, el sereno comenzaba a intensificarse con cada paso y Magda entendió de que su esposo no le estaba siendo infiel otra vez, sino que el mal se lo quería llevar pues lo que pasaba a su alrededor no era para nada normal.
Como pudo Magda comenzaba a rezar pero sus palabras no salían de su cuerpo, el mal estaba tocándola, la luz del sol comenzaba a filtrarse poco a poco de entre los montes y con mucho esfuerzo pudo gritar el nombre de dios tan fuerte que los vecinos salieron, el ser misterioso o la Xtabay se desvaneció con el espeso sereno y Manuel volteó ante el grito estremecedor, como pudo fue corriendo a Magda y en un instante estaba con ella, solo que Magda ardía en fiebre, fueron con el curandero y la santiguaron, ese día la gente del pueblo no comió tortillas temprano.
Vía La Verdad.