Como todas sabemos, Mon Laferte siempre se ha declarado abiertamente feminista, por eso no fue una sorpresa que la cantante chilena anunciara un concierto en la Okupa (la que fuera en otra vida la CNDH). La idea de esta presentación era recaudar fondos y víveres para las víctimas y sus familias, entre las que se encuentran bastantes niñas y niños.
La okupa hoy por hoy funciona a modo de refugio para mujeres e infancias en situación de violencia. Se da contención psicológica, alimentación, ropa y de ser necesario, apoyo legal. Además se ofrecen constantemente cursos de diversos temas, todos con la idea base de ayudar mujeres. Pero no todo es miel sobre hojuelas: al final, la cantante decidió cancelar el concierto a beneficio que ya estaba anunciado. La razón: la okupa es separatista.
Las feministas malas y las feministas buenas: ¿Y las víctimas?
La okupa y el colectivo autodenominado “bloque negro” han sido duramente criticados por tomar una postura separatista. Esto significa que por seguridad y para evitar estrés en las víctimas (todas ellas sobrevivientes de violencia machista) que no se sienten cómodas con hombres.
Y aquí comienza el debate: ¿Qué es un hombre? ¿Qué es una mujer? Esta nota no va a resolver esas dudas; aunque en el refugio sí se permite la entrada a hombres trans. Poco a poco, el debate terminó en ataques y acusaciones de transfobia que fueron dirigidas a Mon en cuanto anunció su concierto de apoyo sororo.
Fue así que la cantante decidió dejar plantadas a las víctimas y familiares que ya tenían en marcha los planes del concierto (que no pintaba para ser pequeño). Sin embargo, y por fortuna, las demás invitadas confirmaron su asistencia y el evento aún se llevará a cabo.
