Mientras algunos países han prohibido la entrada a los británicos, pues su país fue el que detectó la cepa, Japón optó por mejor prohibir la entrada parejo.
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Mientras muchos países han optado por cerrar sus fronteras a los británicos, para evitar que la nueva cepa del SARS-CoV-2 se disperse, los japoneses de plano le impiden la entrada a su país a cualquiera que no sea residente.
Aunque en Japón ya encontraron casos con la nueva cepa, tomaron la decisión de cerrar sus fronteras para controlar con mucha firmeza el ingreso de extranjeros.
Japón confirmó sus primeros casos de la nueva cepa de coronavirus el 25 de diciembre, los infectados provenían del Reino Unido. Un día después, el gobierno japonés decidió que los extranjeros no residentes tienen prohibido ingresar a Japón hasta el 31 de enero.
Los ciudadanos de otros países que tengan la residencia, así como los ciudadanos japoneses que lleguen de otros países, sí podrán ingresar, pero antes deberán someterse a las siguientes pruebas:
Deben presentar una prueba negativa a COVID-19, realizada en las 72 horas anteriores a su salida con rumbo a Japón.
Permanecerán en cuarentena 14 días inmediatamente después de ingresar al país. Esto aplica para quienes entren a Japón entre el lunes 28 de diciembre y el 31 de enero del 2021.