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Navidad, momento de dejar en libertad a prisioneros políticos en Nicaragua

Nicaragüenses presionan por la liberación de unos cien prisioneros políticos

Postal de la campaña europea para liberar a prisioneros políticos en Nicaragua. Obra del artista urbano francés Oré, usada con autorización.

Para muchos, las fiestas de fin de año son un momento para descansar, para celebrar con amigos, familia y seres queridos. Pero desde las protestas de Nicaragua de 2018, cientos de prisioneros políticos nicaragüenses han pasado la Navidad en prisión.

A diciembre de 2020, había 109 prisioneros políticos según Havana Times, 108 según la organización europea Nicaragua Libre Sin Presxs Politicxs, y 118 según La Prensa, destacado medio independiente en Nicaragua.

“Navidad sin prisioneros políticos”

En 2018, la Unión de Prisioneros Políticos, grupo de exprisioneros políticos, crearon la primera campaña de “Navidad Sin Presxs Politicxs”. Desde entonces, cuando se acerca la Navidad, las calles y los medios sociales se llenan de contenido y lemas de campaña. Campesinos organizados, grupos estudiantiles, familiares de prisioneros políticos, exprisioneros políticos, grupos de derechos humanos, grupos ciudadanos y redes activistas transnacionales son parte de los principales grupos que participan en el movimiento. En 2019, diez madres iniciaron una huelga de hambre como “último recurso para tener a sus hijos en Navidad”, informó France24.

Estos grupos aprovechan la Navidad como ocasión para dar a conocer las autoritarias prácticas del Gobierno y dar a conocer cómo las familias quedan rotas por estos encarcelamientos. También toman las fiestas como oportunidad para recaudar fondos para quienes pasan esa época tras las rejas.

En 2020, SOSNicaragua-Europa recaudó fondos para prisioneros y sus familias. Su campaña también dio la opción de escribir tarjetas de Navidad a prisioneros políticos. Las tarjetas las diseño el artista francés Oré, y se pueden ver en la imagen que encabeza este artículo.

Estos son algunos puntos destacadas de la campaña en 2020, en Twitter:

Para muchos estas campañas tienen impacto, pues Nicaragua libera prisioneros con frecuencia en las semanas previas a la Navidad. En la Navidad 2020, Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua y esposa de Daniel Ortega, dijo el 19 de diciembre que se liberaría a 1004 prisioneros. Entre los liberados había prisioneros políticos, informó EuropaPress. Por lo tanto, se estima que aún hay cien prisioneros políticos tras las rejas.

Desde 2018, en prisión por expresar oposición política

Para calmar la ola de malestar contra el Gobierno que hubo en Nicaragua entre abril y septiembre de 2018, el régimen de Daniel Ortega, en el poder desde 2006, recurrió a tácticas violentas y represivas. “Disparar a matar” es el título del informe de Amnistía Internacional que da cuenta de estos hechos, cuando murieron más de 300 manifestantes. Cuando las protestas cedieron entre septiembre de ese año, muchos pensaron, como el sociólogo Sergio Cabrales, que el gobierno de Ortega fortaleció su transición autoritaria. Uno de los instrumentos legales que facilitaron esta transición fue la ley antiterrorismo del país, aprobada en la parte final de la crisis política de 2018. Ya en julio de ese año, UN News advirtió que la ley se podría usar para reprimir las protestas pacíficas y perseguir a activistas políticos.

Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las fuerzas policiales y paramilitares persiguieron activistas hasta cuando las protestas habían terminado, lo que llevó a cerca de 100 000 nicaragüenses al exilio. Cientos se encontraron en celdas de cárceles, algunos acusados de “delitos contra la seguridad pública”. La política oposición sostiene que muchos son prisioneros políticos.

Desde 2018, el Estado nicaragüense ha dejado en libertad a algunos prisioneros políticos. En marzo de 2019, un grupo de 50 quedó en libertad y tres meses después, 106 de 677 activistas fueron liberados.

Sin embargo, los ataques a los activistas que participaron en las protestas de 2018 no se detuvieron ahí. El 28 de febrero de 2020, la Policía arrestó al estudiante Jhon Cerna, con su compañero y dos amigos. Días después, Jhon estaba sentado en un tribunal acusado de tráficos de drogas. Es un delito que él sostiene no haber cometido.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos informó de la persecución legal de activistas en Nicaragua. “Su abogado dice que el proceso estuvo contaminado de irregularidades (…). Jhon fue sentenciado a 12 años de prisión, pena que actualmente cumple en una de las principales cárceles del país”, informa Amnistía Internacional.

Además, la violencia y el abuso abundan en las prisiones nicaragüenses según testimonios recogidos por Amnistía International y Avispa Midia. Y el COVID-19 solamente ha empeorado la situación. Según un artículo de Amnistía Internacional, “Un cóctel de hacinamiento, falta de agua potable y servicios médicos casi inexistentes ha convertido a las cárceles de Nicaragua en incubadoras de coronavirus”.

Desde octubre de 2018, el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas (abreviado como Mecanismo) ha publicado listas mensuales que documentan el número o nombres de la cantidad de prisioneros políticos. El cuadro de abajo, elaborado por el autor con datos de Mecanísmo, ilustra la evolución de la cantidad mensual de prisioneros políticos en los dos últimos años.

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Publicado originalmente en: Global Voices (Creative Commons)
Por: Gabriela Garcia Calderon Orbe el día 12 January, 2021