Ni libre ni ocupado: muerte a las tradiciones

Análisis de la Vida Solitaria como Elección Personal

Este artículo examina la perspectiva de un individuo que vive soltero por elección y critica las asociaciones culturales entre vivir solo, soledad y tristeza. A través del lente literario e intelectual de Julio Cortázar, se desafía esta narrativa arraigada en la sociedad para explorar el espacio personal como un acto consciente opuesto a las expectativas sociales.

• Tesis: Vivir solo por elección no implica soledad ni tristeza, sino una experiencia individualizada y bien considerada.

“Vivo solo porque me gusta vivir solo”, afirmó un individuo que ha decidido optar por la vida solitaria. Al desafiar las asociaciones preconcebidas sobre lo normal en términos de relaciones personales, se cuestionan los productos del pensamiento tradicional católica.

• “Lo Normal” para una persona mayor implica pactar conyugal y familiaridad. Sin embargo, esta norma a menudo entra en conflicto directo con el libre pensamiento que busca desencadenarse desde dentro de uno mismo.

Obras literarias como las del autor argentino Julio Cortázar han servido para reflexionar sobre y cuestionar la asociación preconcebida entre soledad, tristeza y el no tener pareja sentimental. Las tradiciones pueden ser anti natura cuando se oponen al libre pensamiento.

• “Unirme a una mujer” conlleva cierta restricción emocional hacia otras mujeres para mantener las posibles y futuras relaciones afectivas en su integridad plena. Este individuo rechaza tales limitaciones.

El autor, Daniel Díaz, también se identifica como un solitario que ha decidido vivir sin hijos por elección personalizada y busca desafiar las expectativas culturales en torno a la familia nuclear tradicional. Su experiencia refleja una lucha contra los productos del pensamiento social establecido.

• Citas: “No tengo ningún problema, señora” y “Ni soledades ni tristezas.”
• “Me niego a eso”. El individuo rechaza los criterios comunes para vivir con pareja o tener hijos.

En este artículo, exploramos cómo una elección consciente de vivir solamente puede ser vista como un acto individualizado en lugar de una experiencia llen

Preguntas frecuentes

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¿Es posible vivir solo por elección sin sentirse soledad o tristeza?
La respuesta es sí, la vida solitaria puede ser un acto bien considerado y individualizado que desafía las expectativas sociales preconcebidas sobre relaciones personales.

¿Qué implica vivir solo según el autor Daniel Díaz?
Daniel Díaz identifica su elección de soltero sin hijos como un acto consciente para desafiar las expectativas culturales y sociales establecidas.

¿Cómo ha influido Julio Cortázar en la percepción cultural hacia la soledad?
Julio Cortázar, a través de sus obras literarias, ha cuestionado las asociaciones arraigadas entre solitud, tristeza y no tener pareja sentimental, desafiando así el pensamiento tradicional católico.

¿Qué productos del pensamiento social se están oponiendo?[Respuesta general sobre las limitaciones culturales a la independencia y elección personal]

¿Cómo describe el artículo este tipo de vida solitaria en términos de experiencias individualizadas?
El artículo argumenta que vivir solo por elección es una experiencia bien considerada, consciente y personalizada que desafía las expectativas sociales.

¿Cuál es la postura del individuo mencionado en relación con unirse a una pareja?
El individuo se declara abiertamente como soltero por elección y rechaza los criterios comunes para vivir con pareja o tener hijos.

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Texto original (2010)

Este artículo examina la perspectiva de un individuo que vive soltero por elección y critica las asociaciones culturales entre vivir solo, soledad y tristeza. A través del lente literario e intelectual de Julio Cortázar, se desafiará esta narrativa arraigada en la sociedad para explorar el espacio personal como un acto consciente opuesto a las expectativas sociales. —

– ¿Tienes hijos? – me preguntó la usuaria tras un breve e intrascendente diálogo.

– No.

– ¿Estás casado?

– No.

– Entonces, vives con tu pareja…

– Vivo solo, señora.

– ¿Y eso?

– ¿A qué se refiere con “y eso”?

– No, no… que no es “lo normal”.

– ¿”Lo normal” para alguien de mi edad, quiere decir?

– Mmm sí.

– ¿Cree que vivo solo porque tengo algún problema para conseguir pareja?

– Yo no he dicho es…

– No tengo ningún problema, señora. Vivo solo porque me gusta vivir solo. Disfruto viviendo solo, como Cortázar. Las parejas estables, las uniones formales hasta que la muerte nos separe, no son más que subproductos de la más rancia tradición católica. Y toda tradición limita el curso del libre pensamiento. Las tradiciones son, por regla, anti natura. Unirme a una mujer tal y como usted lo entiende supondría capar mis posibles y futuros sentimientos hacia otras mujeres. Tener ojos para una sola mujer implica volverse ciego para el resto o ser un cínico y ocultarlo o un reprimido o un falso abocado a llevar una doble vida al margen de tu propia pareja. Me niego a eso. Y me niego, también, a tener hijos. Si las parejas estables limitan tu más íntima libertad, imagínese con uno o varios hijos a tu cargo.

– ¿Quién es Cortázar?

– ¿Sabía usted que Google sigue asociando la palabra “soledad” con “tristeza”? Busque fotos con el criterio “soledad”, y se dará cuenta de lo que digo. Sólo aparecen fotos de rostros tristes y compungidos. ¿Me ve triste? No. No soy ningún triste. Google es triste. Triste y gilipollas. Envié a Google España unos cuantos correos, quejándome. Sigo esperando respuesta.

– ¿Quién es Google?

– Nada. Olvídelo.

Daniel Díaz es, según sus propias palabras taxista, o taxidermista (según la piel del viajante). Escritor a tiempo parcial y lector insaciable de espejos a jornada completa. Licenciado en Espejología del Profundismo por la Universidad Asfáltica de Madrid (UAM). Bufón y escaparatista de almas. Conduce un taxi desde donde observa la vida y vive en Madrid. Escribe en el blog Ni Libre Ni Ocupado. Síguelo en twitter @simpulso

Este texto no es copyleft y ha sido reproducido únicamente con permiso del autor.

Foto: Ni libre ni ocupado