Testimonio se suma a denuncias de uso halcones el 1 de diciembre de 2012 y el 2 de octubre de 2013
El periodista Héctor de Mauleón revela en su más reciente columna el testimonio de habitantes de Nochixtlán que revelan cómo civiles armados habrían abierto fuego desde azoteas de edificios.
“Las balas que iniciaron todo salieron del techo de los hoteles Juquila y Fandango. Hombres vestidos de civil apostados en las azoteas comenzaron el tiroteo que cobró la vida de nueve personas y dejó un centenar de heridos entre pobladores, policías federales y miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE.”
“Eso indica el testimonio de habitantes de Nochixtlán, Oaxaca.”
…
“…Una enfermera cuenta que de repente llegó a la parroquia una señora con una herida por perforación en la clavícula. Poco después aparecieron más heridos de bala, y más heridos por contusiones. Sus versiones coincidían. “Estaban tirando desde los hoteles, eran civiles, y dispararon contra la gente que estaba luchando con piedras y con botellas de vidrio”.
El relato de uno de los médicos:
“Todo cambió cuando mataron a un muchacho, Óscar Luna: cuando cayó, herido en el muslo, lo jaló su hermano, y él y otra persona lo cargaron para sacarlo, pero iba muy mal. Lo llevaron a un consultorio, pero falleció, llegó ya muerto. Gritaban: ‘¡Mataron a Óscar, mataron al de los jugos!’. Y la gente se enardeció. Fue entonces cuando el pueblo salió a combatir. ‘¡Vinieron a matarnos!’, gritaban, y tomaban botellas de refresco, trapos, botellas de vinagre”.
—¿Esos que disparaban, eran miembros de grupos radicales, quiénes eran? —pregunto.
Una doctora responde:
—La versión aquí es que eran grupos que el gobierno mete como infiltrados. Eran civiles, eran desconocidos. Nadie los conocía.
—¿No eran miembros de organizaciones radicales?
—Hay organizaciones metidas en las protestas. Pero esas organizaciones nunca disparan contra la gente. Ni siquiera la guerrilla, que se dedica a eso, dispara contra la gente —relata un médico—. Y al hospital que instalamos en la parroquia llegaron aquel día unos 30 heridos, todos del pueblo. No había desconocidos, no había gente de fuera.
—¿Es verdad que los policías federales iban desarmados?
—La gente de aquí dice que estaban armados desde el principio. La primera herida de bala llegó antes de las diez.
—¿Están seguros de que la balacera la iniciaron civiles tirando desde los hoteles?
—Eso contaron los heridos. Y por eso el pueblo quemó uno de los hoteles. Por eso, y porque dejaron que ahí se instalaran los federales.”
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Ya se han denunciando antes la actuación de halcones.
El pasado 2 de octubre de 2013 la periodista Sanjuana Martínez retomó las confesiones un miembro de las Fuerzas Especiales que relataba en su perfil de Facebook cómo actuaron en contra de los grupos anarquistas que marcharos ese día que estuvo plagado de detenciones arbitrarias y decenas de heridos
Conforme pasen los días sabremos la verdad y según surge más información de testigos y en las redes sociales veremos las consecuencias de la excesiva violencia que ejerció el estado mexicano que le está generando su peor crisis política.