Alrededor de las 9 de la noche llegué al Zócalo y me sorprendió el crecimiento cuantitativo del plantón que inclusive se instaló dentro de grandes carpas que el gobierno del DF puso durante vacaciones para tratar de limitarle el espacio a los profes de la CNTE. A los pocos minutos se me comunicó que de manera organizada y sigilosa había que trasladarse en “operación hormiga” a la Cámara de Diputados pues de forma clandestina la comisión de Educación aprobaría por “fast track” las leyes secundarias de la contra reforma educativa.
Sin muchos aspavientos las “hormigas de la CNTE” realizaron el traslado y antes de las 10 de la noche más de 3,000 habían tomado el control del acceso # 5 de la Cámara.
Minutos después avanzaron derribando un segundo acceso obligando a los soldados de la PFP a replegarse a una segunda reja que da al estacionamiento. Con esto los maestros de la CNTE dieron dos pasos importantes: tomaron posesión de una sección de los jardines y se colocaron en posición de fuerza frente a una treintena de “pefepos” que sus jefes irresponsablemente, desde el punto de vista militar, los colocaron en una verdadera ratonera que se formó entre la reja y las vallas humanas de los maestros.
La presión de los docentes obligó a las autoridades a permitir el ingreso de una comisión magisterial. Mientras tanto, bastó que los voceros que se movían desde dos equipos de sonidos montados en dos camionetas dieran instrucciones para que por regiones los profes reforzaran las entradas tomadas, tuvieran control de los grupos de avanzada que estaban frente a los soldados y organizaran dos numerosos grupos que apostados en las bocacalles defendieran la retaguardia.
Mientras tanto, por medio de una computadora se tenía acceso a lo que sucedía en la reunión de la comisión y cientos de maestros pudieron ver el cinismo con el que actuaron la mayoría de los diputados que ni para cubrr las formas se dieron a la tarea de leer completa la redacción enviada por su jefe, el presidente de la República, sino que mayoritearon aplicando la triquiñuela de la “obvia resolución”
Eran casi las 11 de la noche. En esos momentos salió la comisión que informó que no sólo no los atendieron, sino que los tuvieron en calidad de secuestrados, trayéndolos de un lado para otro. Esto indignó al grupo de avanzada que exigió entrar por la fuerza. Un dirigente opinó que no era conveniente confrontar a los soldados sino que había que ir a la Asamblea Nacional de la CNTE para decidir acciones, pero otro llamó a avanzar lo que fue seguido por cientos de profesores quienes de manera organizada y con tácticas de lucha eficaces, confrontaron y derrotaron a los soldados.
Continuará mañana.
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