Las mujeres en el “paraíso” siguen luchando por sus vidas, aunque la violencia no cesa. Ahora fue Jeydi, una mujer de 35 años. Aventaron su cadáver en un terreno en Chetumal. Y una vez más, las feministas salieron a exigir que las autoridades hagan su trabajo No sólo se espera que haya justicia, sino que se implementen medidas de prevención y no revictimización.
El performance de la realidad
A modo de protesta, colectivas de mujeres hicieron performance en diferentes puntos. La idea era retratar la violencia hacia las mujeres y los feminicidios que día a día pasan desapercibidos para la mayor parte de la sociedad. La protesta fue totalmente pacífica.
“¡Exigimos vidas dignas y libres! ¡Exigimos vivir sin violencia! ¡Exigimos no más feminicidios! ¡Exigimos que se castigue al o los culpables de feminicidio de Jeydi! ¡Exigimos justicia para Jeydi!”
El Congreso de Quintana Roo sigue tomado
Ha habido diálogo entre las colectivas que mantienen tomado el Congreso y el gobierno, aunque este rompió los acuerdos a los que se comprometió. El 30 de noviembre, el diputado del PVM, Gustavo Miranda García, entró a las instalaciones con una pequeña comitiva para abrir el diálogo, pero principalmente para asegurarse de que las paredes y papeles estuvieran bien. Y sí, lo estaban. Estos son los acuerdos que hizo Miranda aquél día:
Exhortar a las comisiones de justicia y salud a sesionar el lunes o martes para que se emitiera un dictamen sobre la iniciativa de ley del diputado José Luis Guillén (Movimiento Auténtico Social) para la despenalización del aborto.
Se acordó que se permitiría el acceso a los trabajadores mínimos indispensables a las áreas encargadas de articular dicho trámite.
El diputado Gustavo Miranda se comprometió a mandar un oficio a la Mesa Directiva del Congreso para incluir la lectura y votación del dictamen en la sesión de pleno del martes 1 de diciembre.
Desde luego, todos fueron omitidos sin previo aviso por el diputado. Ahora las mujeres continúan en espera de diálogo y compromiso por parte de las autoridades.
La toma tiene como uno de sus principales motores la despenalización del aborto en Quintana Roo, aunque no es lo único que impulsa esta lucha. La violencia sistemática contra las mujeres y el alarmante número de feminicidios en el estado también se suman a los motivos de protesta.
