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¿Para qué sirve la lengua?

La lengua es un órgano versátil que va mucho más allá del habla y el sabor, desempeñando funciones biológicas fundamentales para nuestra supervivencia. Este artículo explorará las nueve funciones principales de la lengua humana: percepción gustativa, sensibilidad táctil, posición en la boca y deglución; trituración alimentaria durante la masticación junto con el paladar; absorción y filtración del veneno a través de su función linfática. Además, se examinará cómo nuestra lengua contribuye al refuerzo del sistema inmune mediante acción fagocitaria y producción anticuerpos en contra de patógenos externos.

Desde protegernos hasta disfrutar de la comida 🙂

Veamos las nueve funciones principales que cumple la lengua:

Percepción del gusto infinitas sensaciones gustativas.

Sensibilidad casi nula en el suelo de la boca, más sutil en la lengua, extremadamente fina en percepciones táctiles.

Establecen la posición de la lengua en la cavidad.

 Interviene en la masticación las rugosidades del dorso de la lengua junto con el paladar completan la trituración de alimentos.

Interviene en la deglución de alimentos, la succión y en la fonación (facilitando la articulación de las palabras).

Vía de absorción, capacidad filtrativa (porción ventral de la lengua) facilitado por el sistema venoso.

Protección, aparato linfoide agrupado en la lengua y las amígdalas (anillo linfático de Waldeyer)

Las formaciones linfáticas, similares a las amígdalas diseminadas por el contorno de la lengua (altura de papilas foliadas).

Tienen dos funciones: linfopoyética y de defensa, por medio de la acción fagocitaria y la producción de anticuerpos

Ver más en: Funciones de la lengua

Foto: Juan José Velasquez (CC)