En el pasado la indulgencia se presentó a sí misma como la forma más artera de demostrar el poder papal, ésta vio nacer la Reforma protestante y justamente ahora el papa Francisco vuelve a situarla en el ojo del huracán.
Saque usted sus propias conclusiones, primero pregúntese ¿Considera edificante el ofrecimiento de indulgencias plenarias por Twitter? ¿Qué opinión le merece el hecho de que el Vaticano se “tome la molestia” de reducir el tiempo que los católicos pasarían en el purgatorio si siguen eventos oficiales por las plataformas sociales?
Vamos a suponer que más allá de todo dogma y discurso teologal, el Papa tiene una opinión informada sobre cuál es el comportamiento que agrada a Dios. ¿En verdad resulta necesario para la iglesia como institución recurrir a la tecnología para purificar y redimir? ¿Qué tan buena es la idea de ofertar esta “oportunidad” por Twitter cuando la devoción y el arrepentimiento son palpables “en carne y hueso”?
Por muchas bondades que tenga la red, tanto la redención como la purificación de las almas no pueden ser alcanzadas gracias al envío correos electrónicos, tweets, publicaciones en Facebook o incluso por el tiempo que visualizamos un live stream –por ejemplo– de las actividades del “Día Mundial de la Juventud Católica”.
Quienes promueven esta peculiar campaña deberían pensar en cambiar su discurso. La oferta de la reducción del tiempo en el purgatorio para un alma debe estar enfocada en la redención misma, no en el medio que sirve para tal fin.
¿Entrar en Twitter para leer declaraciones del Vaticano tendrá ningún efecto? Lo importante es lo que viene después ¿no? ¿Cuál será el termómetro que permita medir a los feligreses que cumplieron con su meta? Si se supone que seguir a @pontifex tendrá un efecto espiritual beneficioso, lo siento pero no veo cómo las redes más allá de ser medios de transmisión pueden hacer alguna diferencia.
Independientemente de que crea que está fuera de lugar tanto alboroto sobre esto, no termina de sorprenderme el uso que se le da a los medios de comunicación e información. Hay quien piensa, hace y desarrolla a los medios y también quien los utiliza para crear algo por demás peculiar e insólito en donde el veredicto final sobre cuán arrepentida puede estar una persona y el tiempo que pasará en el purgatorio estará supeditado al flujo de tweets.