Una indignante revisión que incluyó la ropa interior de niñas y niños, de pies a cabeza se llevó a cabo en los accesos al Zócalo, operación con la que se estrenó la vergonzante operación de la Gendarmería Nacional en la Ciudad de México.
Los cateos fueron tan molestos al grado que por las excesivas revisiones efectuadas no solo a los menores sino a la gente en general, la gente protestó impidiendo el paso al convoy donde viajara una de las hijas de Peña Nieto.
De nuevo los medios y reporteros ciudadanos documentaron la llegada de cientos de personas acarreadas desde el Estado de México e Hidalgo y como ocurrió el año pasado la plaza del Zócalo lució semivacía. Ya no es una fiesta popular.
¿De qué tamaño es el miedo de Peña Nieto que ordenó la revisión de niñas y niños?
¿El Zócalo volverá a ser popular?
¿Qué tan peligroso es un niño?
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Foto: Mario Marlo – Somos el Medio