Lucero Guadalupe Sánchez había logrado lo que nadie en su natal Sinaloa: con 24 años de edad era la persona más joven en llegar a una diputación local. Siempre quiso dedicarse a la política y parecía que estaba cumpliendo su objetivo.
Algo pasó en el camino y ahora está detenida en Estados Unidos, acusada de tráfico de cocaína, donde podría recibir una condena de hasta 20 años de prisión.
El 4 de noviembre de 2014 fue captada por las cámaras de seguridad del Penal de Máxima Seguridad del Altiplano, cercano a la capital mexicana, adonde presuntamente ingresó con un acta de nacimiento y una credencial para votar falsas para visitar al capo.
En una entrevista con Radio Fórmula Sinaloa, el 14 de enero de 2016, dio respuestas muy vagas sobre su relación con el capo, solo dijo que para ella lo que dijeran los medios de comunicación no contaba.
“Yo pienso que es otra cortina de humo para desviar la atención de las noticias, para desviar lo más importante que está pasando en el país como es la Economía”…
En tribuna también llegó a negar cualquier relación y pidió que la autoridad actuara en caso de existir algo en su contra. “De nueva cuenta reitero que actúen conforme a derechos y no a filtraciones ridículas. Asimismo, interpondré un recurso en la Comisión de Derechos Humanos por daños a mi persona, a mis hijos y a mi familia”, expresó.
Posteriormente admitió ante medios de comunicación que sostuvo una llamada con el capo, quien desde la cárcel le habría pedido asesoría ante los presuntos ataques que sufrieron sus hijos menores de edad por los allanamientos de la Marina en sus propiedades.
Desde que llegó a la diputación, su historia estuvo marcada por la violencia: en enero de 2014 su hermana María Carolina fue asesinada con un cuchillo por su pareja.
Un año después, su ex marido Rubén Chávez, fue acribillado afuera de su domicilio por un comando que portaba armas AK 47.
El abogado de Lucero, Francisco Verdugo Fierro dio a conocer que a raíz de su detención en EEUU el pasado miércoles, cuando intentaba ingresar al país, se le notificó que en enero de 2013 se abrió en contra de su cliente una investigación por conspiración para traficar drogas y lavado de dinero para el cártel de Sinaloa.
Entre las pruebas en su contra están llamadas interceptadas y el ingreso de 5 kilos de cocaína a ese país.
En México todavía tiene abierto el proceso por supuesta falsificación de documentos.
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