A medida que ingresamos a otra fase más de cancelaciones e incertidumbre de Covid, aquí hay una receta simple para su tristeza pandémica: Diviértete más.
Sé que puede parecer imposible o incluso irresponsable en este momento, pero hemos pasado casi cinco años investigando la cuestión de qué, precisamente, nos hace sentir más comprometidos y vivos. Muchas personas subestiman radicalmente la importancia de la diversión para su resiliencia, felicidad y salud mental y física.
Las personas a menudo usan la palabra “diversión” para describir cualquier cosa que hacen con el tiempo libre, incluso cuando esas cosas, después de reflexionar, no son realmente agradables. La diversión se materializa cuando experimentamos la confluencia de tres estados psicológicos: alegría, conexión y fluidez.
La alegría no se trata de jugar. Es una cualidad de alegría que te permite hacer cosas en la vida cotidiana solo por el placer de hacerlo. Los estudios demuestran que la alegría se puede estimular simplemente buscando formas de ser más juguetones, y que las personas juguetonas manejan mejor el estrés.
La conexión se refiere a la sensación de tener una experiencia especial y compartida con otra persona. Cuando desarrollamos lazos sociales más fuertes, somos más resistentes durante los momentos estresantes.
Y “fluir” describe el estado de estar completamente comprometido y concentrado, a menudo hasta el punto de perder la noción del tiempo. Es importante tener en cuenta que el flujo es un estado activo.
Piensa en un atleta en medio de un juego, o en un momento en el que estabas absorto en un oficio o una conversación. Un estudio de personas en Wuhan, China, durante períodos de bloqueo encontró que aquellos que participaron en actividades de inducción de flujo tenían un mejor bienestar general.
Se ha demostrado que la alegría, la conexión y la fluidez mejoran el estado de ánimo y la salud mental de las personas cuando se experimentan por sí mismos. Pero cuando las personas experimentan estos tres estados a la vez, en otras palabras, cuando se divierten de verdad, los efectos que informan son casi mágicos. Cuando las personas se divierten de verdad, informan que se sienten concentradas y presentes, libres de ansiedad y autocrítica. Se ríen y se sienten conectados, tanto con otras personas como con su yo auténtico.