Putin realizó una visita sorpresa a la ciudad ucraniana de Mariúpol, que está controlada por las fuerzas ucranianas, pero situada cerca de la línea de frente del conflicto en el este de Ucrania.
La visita de Putin a Mariúpol se produce en un momento de aumento de la tensión entre Rusia y Ucrania, y después de que Ucrania denunciara un aumento en la actividad militar rusa en la región.
Mariúpol es una ciudad estratégica en la región de Donetsk, y su control es visto como importante por ambas partes en el conflicto.
Durante su visita, Putin se reunió con el líder separatista de Donetsk, Denis Pushilin, y con otros líderes separatistas.
Putin también visitó un centro cultural ruso en Mariúpol, donde habló con la comunidad rusa de la ciudad.
La visita de Putin a Mariúpol ha sido criticada por Ucrania y por otros países occidentales, que la ven como una provocación y como una violación de la soberanía ucraniana.
En una declaración después de la visita, Putin dijo que Rusia estaba dispuesta a “normalizar las relaciones” con Ucrania, pero también criticó la postura de Ucrania en el conflicto y acusó al gobierno ucraniano de “provocar una confrontación”.
La visita de Putin se produce poco antes de la cumbre entre Estados Unidos y Rusia, que se celebrará en Ginebra en junio.
La situación en el este de Ucrania ha sido tensa desde que Rusia anexó Crimea en 2014, y desde entonces se han producido enfrentamientos entre las fuerzas ucranianas y los separatistas apoyados por Rusia.
La visita de Putin a Mariúpol es vista como un intento de Rusia de aumentar su influencia en la región, y como una señal de que el conflicto en el este de Ucrania sigue sin resolverse.
Foto de Don Fontijn en Unsplash