El acoso sexual no siempre es evidente. Puede empezar de manera sutil. Pero hace mucho daño porque se mezcla con el miedo y la inseguridad. Aquí te explicamos cómo detectarlo para que, en caso de sufrirlo, lo denuncies cuanto antes.
Este tipo de acoso, como los demás, va a generar en ti incomodidad y si se hace más fuerte, puede causarte depresión. Se demuestra con cualquier comentario fuera de lugar. Un mensaje subido de tono por cualquier medio, una mirada lasciva e incluso un gesto que incluya tocamientos o roces (poner la mano en el hombro, acercarse demasiado en el transporte público, etc).
Estas acciones tienen como fin violentar a la víctima, hacer daño o insultar. El acoso sexual se refiere normalmente a aspectos físicos de la persona y puede evidenciarse mediante insinuaciones de carácter sexual (dame un beso, me gustan tus caderas) o a través de un abuso de poder por cuestión de jerarquías, jefe-empleado o profesor-alumna siendo el más común. En estos últimos casos el intento de abuso, al no ser correspondido ni aceptado, puede conllevar amenazas claras o veladas (un despido, reprobarte un examen, etc).
Si recibes un comentario grosero de parte de un hombre o si recibes mensajes de texto inapropiados, atención, busca ayuda para denunciar.
En este artículo hablamos del acoso sexual que se da de parte de un hombre hacia una mujer, porque es el más común. Para qué engañarnos. Aunque puede ocurrir al revés, pero en menor número de casos.
Lo más importante es que identifiques rápido si eres víctima de acoso. Y nunca jamás debes sentirte culpable. Estás siendo víctima de un acosador que está violentando tus derechos.
___
Foto: OCAC Chile – Actividad Semana Internacional Contra el Acoso Callejero | Flickr (CC)