Hace un par de días, una noticia totalmente distópica llegó a los timelines del mundo: el agua va a cotizar en la bolsa. Este encabezado, por sí solo, provoca un escalofrío. Desde luego, según quienes tomaron esta decisión, es la mejor idea y desde luego, beneficiará a la raza humana. Pero, ¿cómo estará el movimiento? Hay varios puntos a tener en cuenta. Así los explica Forbes:
El índice Nasdaq Veles California Water Index, con el “ticker” NQH2O, se basa en un indicador de precios de los futuros del agua en California que hoy cotizaba a unos 486,53 dólares por acre-pie, una medida de volumen utilizada normalmente en Estados Unidos equivalente a 1.233 metros cúbicos.
El precio del agua en California se ha duplicado en el último año según este indicador y con la mayor escasez de este bien, junto al aire clave para la vida, la llegada al mercado de materias primas permitirá según los expertos una mejor gestión del riesgo futuro vinculado a este bien.
Agricultores, fondos o municipios podrán protegerse o especular ante los cambios en el precio del agua.
Según CME Group, los nuevos contratos permitirán una mejor gestión del riesgo asociado a la escasez del agua y realizar una mejor correlación entre oferta y demanda en los mercados.
Aunque el índice está basado en los precios de las principales cuencas fluviales de California, donde la escasez del agua ha aumentado, este valor podrá ser usado como referente para el resto del mundo en los mercados del agua.
Estos contratos de futuros no requieren entrega física de agua y son puramente financieros, basados en el precio semanal promediado entre las cinco principales cuencas de California hasta 2022.
El nuevo índice permitirá no tener que recurrir a una estimación “a ojo” del precio futuro del agua, sino a cuáles son las expectativas de los principales actores de este mercado.
¿Y esto qué significa?
En pocas palabras, esta noticia es una ventana al futuro de la Tierra: la escasez de agua es una realidad, y cada día se agrava más y más este problema. Y empiezan las especulaciones alrededor de esta escasez en lugar de tratar de prevenirlo. Una acción clásica del sistema que nos ha llevado al borde. Sin embargo, según los analistas, esto ayudará a que se tenga una clara visión de la oferta y le demanda, y claro que este es un trabajo para Wall Street, siempre al servicio de la comunidad.
Para las personas que vivimos en México y en muchos otros países sin agua potable en los grifos, la realidad de la privatización de este líquido no es ajena. Si quieres beber agua, tienes que comprarla… o hervir la del grifo. El agua potable en el tercer mundo es un lujo, hecho que pronto se extenderá al planeta entero. Ahora el agua es un bien como el oro, ¿qué podría salir mal?