Los casos sospechosos aumentaron a 400, de los cuales 230 surgieron tan solo en las últimas 24 horas
Este lunes Quintana Roo registró 106 nuevos casos confirmados de COVID-19 y seis personas fallecidas por esta enfermedad, informó la Secretaría de Salud estatal.
De acuerdo con datos de la dependencia, desde el inicio de la pandemia y hasta este lunes 18 de enero hay un acumulado de 17 mil 142 casos positivos de COVID-19 en la entidad. De esta cifra, 2 mil 140 terminaron en deceso, 257 pacientes están hospitalizados, 812 permanecen en aislamiento social y 13 mil 933 ya se recuperaron.
La dependencia señaló que se hizo el diagnóstico a 211 personas, de los cuales 105 resultaron negativos y 106 positivos. Sin embargo, los casos sospechosos aumentaron a 400, de los cuales 230 surgieron tan solo en las últimas 24 horas.
Sobre los fallecimientos por COVID-19 reportados hoy, cuatro ocurrieron en Benito Juárez y dos más en Othón P. Blanco. En cuanto a los casos nuevos, 59 son de Benito Juárez, 18 de Othón P. Blanco, 14 de Solidaridad, nueve de Tulum, tres de Cozumel, uno de Isla Mujeres, uno de Lázaro Cárdenas, uno de Tulum y uno de Bacalar.
Oficialmente, hay mil 69 personas en Quintana Roo con COVID-19 diagnosticada, quienes no se han recuperado ni fallecido. De ellos, 392 están en Othón P. Blanco, 341 en Benito Juárez, 109 en Solidaridad, 32 en Tulum, 28 en Bacalar, 67 en Cozumel, 37 en Felipe Carrillo Puerto, 25 en Lázaro Cárdenas, 23 en Isla Mujeres, 10 en José María Morelos y cinco en Puerto Morelos.
No hay venta de vacunas
El gobernador Carlos Joaquín González aclaró, en entrevista, al terminar el arranque de unas obras hidráulicas en la capital del estado, que actualmente los laboratorios que fabrican la vacuna contra la COVID-19 no la venden a administraciones estatales, sino solo a gobiernos nacionales, por lo que su gestión no puede adquirirlas.
En cuanto al envío de vacunas a México, dijo que este proceso se detendrá las siguientes dos semanas, por lo que esto atrasará un poco el calendario previsto. Debido a esto, el mandatario estimó que la aplicación a la población general, prevista para empezar en febrero, iniciando con los adultos mayores, probablemente se retrase hasta marzo.