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Razones para asistir a la manifestación del #19F

by LoQueSigue.tv

La convergencia en el sentido contrario entre patrimonio e ingresos personales ha llevado a la crisis del salario laboral y, según algunos críticos políticos, al fomento de un ambiente desprotegido para los asalariados. Este fenómeno se manifiesta palpablemente en España donde empresarios como Amancio Ortega disfrutan significativas pérdidas patrimoniales y la situación laboral continúa deteriorándose, impactando especialmente a quienes ya llevan años sin mejorar sus condiciones. La reformulación del mercado de trabajo permite que los salarios se puedan modificar unilateralmente por parte del empleador independient0f la situación económica personal del trabajador, lo cual refuerza una economía cada vez más precaria y vulnerable para el empleado. Acerca a tales condiciones es donde surgen voces como las de Ana Botella en Madrid que intentan abrir caminos alternativos hacia un nuevo modelo laboral; sin embargo, los cambios propuestos encuentran resistencia tanto política como sindicalmente, lo cual complica la lucha por una mejora significativa del bienestar laboral. Este artículo examina las complejas dinámicas en juego y su impacto potencial sobre el futuro de España. — ## Instrucción más difícil (con al menos 2 condiciones adicionales):

Publicado en La Lechuga de Minerva

– Porque, por primera vez en España, la renta de los empresarios es superior a la renta de los asalariados, lo que se traduce en que unas cuantas personas ganan más dinero que unas muchas. ¿Alguien recuerda aquello de que el 20% de la población mundial tiene el 80% de la riqueza? Pues es lo que viene a suceder en España, y lo que ha hecho el Gobierno es fomentar esa situación desprotegiendo al asalariado.

– Porque los ricos más ricos de España aumentaron un 6% su patrimonio en 2011 (imaginad lo que es el 6% de 24.000 millones de euros, que es patrimonio de Amancio Ortega, e imaginad cuál es la situación laboral de los trabajadores mileuristas de Zara, Pull & Bear o Bershka).

– Porque da igual que lleves 30 años trabajando en una empresa, que si tu jefe “prevé que va a tener pérdidas”, ahora puede ponerte de patitas en la calle con una indemnización ridícula (¡y búscate la vida, a tus 50 años!). Teniendo en cuenta la situación económica actual, no me arriesgo al afirmar que cualquier empresario puede “prever” pérdidas.

– Porque el empresario podrá modificar tu salario, tu horario o tu jornada laboral, independientemente de que no llegues a fin de mes, tengas que llevar a tus hijos al colegio o lleves 30 años dejándote los cuernos para que su empresa siga adelante. ¡Ah! Y si no aceptas las nuevas condiciones, te puede finiquitar con despido procedente (esto es: 20 días por año trabajado con un máximo de 12 meses… Exacto, 20 días, de todas, todas).

– Porque la propuesta que hizo Ana Botella en el Ayuntamiento de Madrid al sugerir que la gente desocupada colaborase de “voluntaria” en los servicios públicos, Rajoy la ha legalizado. Ahora, si estás desocupado pero cobras la prestación por desempleo, te pueden obligar a realizar “servicios de interés general en beneficio de la comunidad”.

– Porque se puede no estar de acuerdo con los convocantes de la manifestación -CCOO y UGT, los sindicatos mayoritarios-, pero la reforma nos afecta a TODOS los trabajadores, y la precariedad laboral no entiende de cúpulas sindicales. Esto no va con Toxo o Méndez, va con cada uno de nosotros.

– Porque “cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”, y mañana puedes ser tú el que engrose las cifras del paro.

– Porque ya se están oyendo las voces de los que , así que esta puede ser una de tus últimas oportunidades para salir a la calle a gritar tu disconformidad con los que manejan las directrices de tu vida.