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#ReformaPoliticaYa ¿Se puede fabricar un movimiento en internet?

Los movimientos sociales articulados por internet que se producen en el mundo como el #15M en España con sus acampadas, han  inspirado e impulsado iniciativa similares alrededor del mundo. Fenómenos sociales nuevos que han impresionado a los participantes, que han rebasado a las autoridades,y que han sorprendido a los investigadores.

La pregunta es ¿Se puede repetir el efecto de movilización similar a Egipto, Chile y España en otros países? ¿Existen las condiciones para que por ejemplo en México se de una movilización similar?

Durante el apogeo de las acampadas en España, el pasado viernes 10 de junio de 2011, dos personas acudieron a acampar frente a la sede del Senado Mexicano. Al lunes siguiente, el campamento constaba ya de cuatro tiendas de campaña. Buscaban ejercer presión sobre los congresistas y lograr la aprobación de la Reforma Política…

Se trataba de un movimiento “similar a los orquestados en España” que “pronto se hizo eco entre los usuarios de la red social” (Reforma). En palabras de Gonzalo Ibarra (En twitter @yonofui), su principal promotor en las redes sociales, “más de un millón de personas supo de lo que estamos tratando en redes sociales”. ¿Cómo lo sabrá, nos preguntamos? ¿Tendrá un medidor de tráfico distinto al nuestro, que nos dice que un promedio de 377 personas visitan su web reformapoliticaya.mx diariamente? ¿Lo medirá a partir  volumenes de tráfico (18 al día) generados por los hashtags #acampadacongresomx o #reformapoliticaya, a través de los cuales se difundió la protesta en Twitter? Hashtags como #morena o #sicilia superan en menciones a #reformapoliticaya:

Volumen de tweets sobre movimientos sociales en Internet y temas de interés como la Ley de Seguridad Nacional donde vemos que #ReformaPoliticaYA carece del comportamiento típico de un movimiento generado en la redes sociales, a continuación la gráfica del 15 en España:

En este caso vemos cómo el movimiento del 15M tiene un crecimiento en el tiempo con cientos de miles de tweets y tiene picos de actividad.

¿Acaso la reforma política está presente en la discusión popular? comparada con la Ley de Seguridad Nacional o Javier Sicilia?

En cuanto a la atrevida afirmación de que es un movimiento similar a los orquestados en España, cabe decir, sin faltar un pelo a la verdad, que lo único similar es el nombre. Es cierto que el hashtag #reformapoliticaya imita la consigna “Democracia Real Ya”, así como que el uso de la expresión “Acampada Congreso” es una clara referencia a “Acampada Sol”. Quizá no estaría de más informar a los lectores que “Acampada” es la traducción de “Plantón” en España, no sea que alguien piense que son cosas distintas, o que acampar frente al Senado es menos incómodo que hacer un plantón frente al Zócalo. Sin embargo, mientras que no nos cabe duda alguna de que las cientos de miles de personas en las calles españolas constituyen un movimiento, nos cuesta afirmar que cinco personas frente al senado constituyan lo mismo. “Reforma Política Ya”, ¿un movimiento? ¿O es sólo un grupo de amigos reunidos?

Pero ¿por qué iba a hacer una merienda de amigos tanto escándalo? Bueno, repasemos quiénes son los integrantes y visitantes de la acampada. Destacan entre ellos “ciberactivistas de otras causas ciudadanas, como  Javier Santoyo, Diego Enrique Hernández, Andrés Lajous, Alejandra Bravo y David Guzmán”, nos dice Reforma. Nombres conocidos casi todos ellos como representantes de las causas ciudadanas nacionales y extranjeras en las redes sociales. Vaya, esto si que es una novedad. ¡Un movimiento ciudadano con más representantes que representados! ¿Igualito que en España? Lo dudamos. Mucho.

Cuando la prensa nacional se lanza sobre un plantón de cinco personas al día siguiente de iniciada la “Acampada”, nos surgen dudas razonables sobre a qué intereses sirve el supuesto “movimiento de ciudadanos apartidistas” cuyos invisibles representados están todos convenientemente escondidos en las redes sociales. La prensa española tardó varios días en dedicar una triste nota a los miles de acampados de Sol, pero la mexicana no tuvo reparos en poner a funcionar su maquinaria para relatar las aventuras de cinco ciudadanos indignados.

Los medios de comunicación le dieron una gran cobertura al hecho, pero sin embargo la respuesta popular no se hizo evidente… no acudieron cientos de personas ni logró permear en internet el acontecimiento. ¿Qué había pasado?

Siguieron siendo cinco personas, y luego el plantón o acampada como la definieron los organizadores, se disolvió. ¿Fin de la historia? Ni hablar.

Según los cánones periodísticos mexicanos, cinco personas frente al senado no amerita ni media palabra en una nota. Sin embargo, en esta particular ocasión la prensa (El Universal, Reforma y Milenio, entre otros) tuvo la gentileza de ir a entrevistar en masse a los protagonistas de este “movimiento que radica en las redes sociales” (según lo definió uno de sus participantes en entrevista con el Universal).

Una web de todos los colores y con 10 ciudadanos indignados no forman un movimiento. Tampoco lo forman 4 hashtags en Twitter si no logran alcanzar un mínimo volumen de tráfico. Por más notas que saquen los periódicos. Por más videos que se produzcan. Por más entrevistas que den los auto-erigidos en “representantes de la sociedad civil”. ¿No será, más bien, sospechamos, que a algunos les interesa mucho construir una base social, así sea ficticia, sobre la que respaldar una no-tan-querida actuación del Senado?

Retomando la ya archiconocida consigna en las redes, estos tuiteros no nos representan. Ni nos representan en las redes, donde no han logrado movilizar un tráfico relevante, ni, muchísimo menos, nos representan en la calle.