Cuando eres mujer, aprendes que estás en riesgo en -casi- todo momento. Se dice que las mujeres se vuelven feministas con su propia historia, y esto no es algo lejano a lo que sucede con muchas de las manifestantes. Las manifestantes como Kika Flores, que estando embarazada fue reprimida violentamente por las autoridades de EdoMex. Tuvo un parto prematuro a raíz de esto y ahora, con un bebé en brazos, se encadena para exigir justicia.
La historia de Kika Flores
El Universal entrevistó directamente a Kika. Ella contó que la represión de la que fue víctima sucedió en esa ahora mítica toma de la Codhem; donde policías con lujo de violencia entraron por las mujeres que habían tomado las instalaciones de forma pacífica.
Como consecuencia de los golpes propinados por la policía, su parto fue prematuro. Ella y su bebé estuvieron en riesgo:
“Estuve 15 días en el hospital con fuga de líquido y a consecuencia de eso mi bebé nació prematura de ocho meses (…) aproximadamente a las 11:59 de la noche los policías de investigación entraron con violencia, golpeando con toletes y arrojando sillas sin importar que ahí había niños”
La razón de la presencia de Kika en el lugar es sencilla: se estaba manifestando por el secuestro de una de sus hijas. La idea de encadenarse a la reja de Gobernación tiene como propósito la renuncia de Alejandro Gómez Sánchez, fiscal general del Estado de México, el presidente municipal de Ecatepec, Fernando Vilchis, y la directora del Instituto Municipal de las Mujeres e Igualdad de Género, Grisel Barrientos.
Hasta ahora no se ha aclarado la represión del 11 de septiembre del 2020 contra mujeres manifestantes que tomaron de forma pacífica la Codhem. “Nadie sabe, nadie supo”.