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Twitter suspende indefinidamente la cuenta de Donald Trump

Tras los “horribles hechos de esta semana”, Twitter considera que hay un alto riesgo de que el aún presidente siga incitando a la violencia; también suspendieron la cuenta de Paty Navidad.

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Por fin ocurrió: Twitter suspendió la cuenta de Donald Trump, luego los eventos de esta semana, en que el Capitolio fue tomado por asalto a manos de simpatizantes del magnate.

https://twitter.com/TwitterSafety/status/1347684879526481925

La razón por la que Twitter suspendió la cuenta es “el riesgo de una mayor incitación a la violencia” a través de los tuits del presidente.

Después de una revisión detallada de los Tweets recientes de la cuenta @realDonaldTrump y el contexto que los rodea, hemos suspendido permanentemente la cuenta debido al riesgo de una mayor incitación a la violencia

Twitter explicó que “existe para permitir que el público escuche directamente a los funcionarios electos y líderes mundiales. Se basa en el principio de que las personas tienen derecho a tener el poder para rendir cuentas abiertamente”.

“Sin embargo, dejamos en claro hace años que estas cuentas no están por encima de nuestras reglas y no pueden usar Twitter para incitar a la violencia. Seguiremos siendo transparentes en torno a nuestras políticas y su aplicación”, finalizó la red social.

El loco del teléfono

La manera compulsiva en que Trump tuitea tonterías es más que conocida. Y los conflictos que ha causado son múltiples. Pero los de esta semana le costaron la vida a cuatro personas.

Tuitear constantemente que le ganaron la elección del 3 de noviembre le causó varias sanciones por parte de Twitter, que el 26 de mayo etiquetó por primera vez un tuit del presidente de Estados Unidos. 

Ese día, Trump aseguró que enviar las boletas electorales por correo era esencialmente una estrategia fraudulenta. La red social, acusada de no hacer nada contra los contantes mensajes desinformativos de Trump, tomó la medida de señalar que la información de ese tuit debía ser verificada.

“Esos tuits contienen informaciones potencialmente engañosas sobre el proceso de votación y fueron etiquetadas para suministrar contexto adicional sobre el voto por correo”, dijo en su momento un portavoz de Twitter.

Las etiquetas se repitieron a lo largo de los meses, hasta que el miércoles 6 d enero, por primera vez, Twitter borró tres tuits del presidente, pues en medio de la toma del Capitolio, con una persona herida de bala y Washington en medio de una revuelta violenta, Donald Trump seguía diciendo que le habían robado la elección.

En un video difundido en sus redes sociales, Trump insistió en que les robaron la elección, pero pidió a sus simpatizantes irse a casa.

“Sé que les duele y están heridos, ganamos una elección que nos robaron y todos lo saben, especialmente los del otro lado, pero tienen que irse a casa, debemos actuar en paz, actuar con ley y orden, tenemos que respetar a nuestra gente honorable”, dijo el presidente de Estados Unidos.

Ese y otros dos tuits fueron borrados, lo que ha generado un debate sobre los alcances de la libertad de expresión (debate innecesario, si me preguntan: la libertad de expresión no ampara discursos de odio ni mentiras).

Y hoy, 8 de enero, se ha visto lo impensable pero también deseado: que una compañía privada borre el perfil de un presidente por considerar que sus mensajes implican un riesgo de incitar a la violencia.

Si bien los hechos de los últimos días, incluido este, parecen el fin lógico de una presidencia encabezada por un hombre con limitadas capacidades y acostumbrado a hacer lo que le dé la gana, también parece que mucha gente actuó demasiado tarde para impedirlo, incluido Twitter.

¿Algo así habría ocurrido de haber ganado la reelección? Parece imposible.