Holanda debe vencer a Uruguay para poder enfrentarse a la temida Alemania
Holanda tiene un trauma y ese trauma se llama Alemania. Desde que en 1940 la Alemania nazi invadió casi sin resistencia este diminuto país Holanda le guarda a su vecino un rencor no exento de venenosa culpa. Culpa por haberse rendido en tan solo ¡una semana! sin haber opuesto apenas resistencia por no haberse tomado en serio el peligro alemán. Culpa por haber colaborado con el régimen nazi y haber deportado judíos masivamente hacia campos de concentración y exterminio (el icono judío más conocido, de hecho, la famosa Anna Frank, era holandesa).
Posiblemente no haya nada en el mundo que Holanda desee más ahora mismo que enfrentarse a Alemania en la final del mundial y vengarse por la derrota que le infligió el odiado conjunto germano en 1974, cuando Holanda perdió la final del Mundial contra Alemania. Ahora, Uruguay se yergue frente al conjunto organge como una molesta piedra que debe sortear antes de que –si todo sale según lo previsto- Alemania venza a España y Holanda pueda rematar sus fantasmas en su soñada final.
Uruguay ansía derrotar a Holanda para poder enfrentarse a España
En este juego de fantasmas y venganzas, sin embargo, Holanda no está sola. También Uruguay ansía recuperar la vieja gloria y alzarse como vencedor frente a Holanda como lo hizo en 1930, cuando ganó el primer mundial y derrotó a todas las escuadras europeas y sudamericanas. De hecho, y aunque Holanda es favorita en este partido, las estadísticas se hayan del lado del equipo charrúa, que ha venido venciendo a los holandeses en casi todas las ocasiones en que se ha enfrentado a ellos, y que cuenta, además, con la inestimable ventaja de haber acariciado ya el triunfo en una ocasión.
Eduardo Galeano, amante a partes iguales de la política y el futbol, logró en su libro “Futbol a sol y sombra” combinar ambos temas con genial maestría. La lucha simbólica entre un país colonizado (Uruguay) y un país colonizador (Holanda) tendrá su desenlace en la cancha.
“La final del mundial del 30 no mereció más que una columna de veinte líneas en La Gazzetta dello Sport. Al fin y al cabo, se estaba repitiendo la historia de las Olimpiadas de Ámsterdam, en 1928; los dos países del río de la Plata ofendían a Europa mostrando donde estaba el mejor futbol del mundo”.
Los colonizados y los vencidos aguardan su oportunidad para reafirmarse en la cancha
Uruguay, por su parte, ansía deshacerse de la molesta Holanda para poder enfrentarse a España en su final de ensueño y vengarse así de un saqueo histórico. España, en cambio, invasora tanto de Holanda como de Uruguay, tiene sus ojos puestos en la Alemania que tumbó, allá por los años treinta, su hermoso régimen democrático con sus temibles escuadras aéreas y la condenó a cuarenta años de dictadura. Y al fin, es legítimo también preguntarse: ¿Y Alemania…a quién teme Alemania? Todos estos fantasmas se jugarán esta semana en la cancha. Porque , como diría Galeano, el futbol y la patria están siempre unidos.
Foto: Withonef