Rusia, por su parte, ha negado que se produjera una colisión y afirma que el dron se estrelló tras realizar “maniobras bruscas”, pasando “provocadoramente” cerca del espacio aéreo ruso próximo a Crimea. Sin embargo, la Casa Blanca ha dicho que las imágenes muestran que Rusia miente y que es “bastante obvio cuando se ve que el avión de combate chocó contra nuestro dron”.
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Crecen las tensiones entre Rusia y Estados Unidos tras derribo
Este incidente ha provocado una escalada de tensiones entre Estados Unidos y Rusia, que ya se encuentran en un clima de tensión desde la anexión de Crimea en 2014 y las acusaciones de interferencia electoral por parte de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.
El hecho de que el Departamento de Defensa haya acusado directamente a Rusia de provocar el accidente del dron espía estadounidense puede ser considerado como una provocación por parte de Estados Unidos. Además, la negativa de Rusia a aceptar la responsabilidad del accidente ha aumentado la tensión entre los dos países.
El incidente también pone en evidencia la creciente preocupación por la seguridad de las operaciones militares en el espacio aéreo internacional, especialmente en una época en la que los drones y otros vehículos aéreos no tripulados son cada vez más comunes. Los expertos advierten que incidentes como este podrían aumentar en el futuro si no se toman medidas para garantizar una mayor coordinación y cooperación entre las fuerzas militares de diferentes países.
En resumen, el incidente del dron espía estadounidense que se estrelló en el Mar Negro ha provocado una escalada de tensiones entre Estados Unidos y Rusia. La acusación del Departamento de Defensa de que Rusia provocó el accidente ha sido negada por Rusia, lo que ha aumentado aún más la tensión entre los dos países. Además, este incidente subraya la necesidad de garantizar una mayor coordinación y cooperación entre las fuerzas militares de diferentes países para evitar futuros incidentes en el espacio aéreo internacional.