Winnie Cooper, el amor platónico de todo puberto en los años ochentas y principios de los noventa. La típica niña dulce, tímida, de sonrisa incierta y seductora, cuyos lentes sobrepasaban un poco la geometría de su rostro, convirtiéndose en toda una ilusión precoz e ingenua que hacia recordar aquellos años donde todo aparentaba ser tan sencillo, tan vivo, tan maravilloso.
Pocos personajes en la historia de la televisión, han logrado un lugar especial en el salón de los recuerdos, Danica Mckellar logro a través de Winnie Cooper y Los Años Maravillosos, crear toda una mitología de sentimientos y emociones, que se acumulaban en el interior de los televidentes, quienes todas las noches esperábamos impacientemente escuchar la voz del gran Joe cocker entonando aquella hermosa pieza de With a Little Help from My Friends