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Yoani Sánchez: Cómo escribir un blog en Cuba y sobrevivir en el intento

25 octubre, 2008

Sus vecinos no saben si su nombre se escribe con “h” intermedia o con “s” al final, pero esta bloguera cubana ha sido incluída entre las 100 personas más influyentes de 2008 según le revista Time y acaba de recibir el Premio Ortega y Gasset de Periodismo… que no lo ha podido tener en sus manos pues el Gobierno Cubano le ha negado la salida para recibirlo.

Esta chica que habla sobre la carencia de limones y de interrogantes tan llenas de sentido común y nada políticas como de dónde salen tantas mantas ploteadas para las marchas de Fidel si en cuba ni impresoras hay, ha merecido ser censurada en Cuba y ha mostrado al mundo que aún en las condiciones difíciles, se abre paso, aunque a ritmo lento, la libertad de Expresión.

Era los setentas y Cuba recibía el soporte económico, tecnológico y político de la extinta Unión Soviética. Era mucha la influencia rusa y esto se reflejó entre otras cosas en los nombres de los recién nacidos cubanos: Yanisleidi, Yoandri, Yusimí, Yuniesky. Algo similar alo sucedido en los 80`s en Latinoamérica con la influencia estadounidense donde nos legaron nombres como Jhon con todas sus variantes, Brian, Leidi, Jennifer, Alan, o el famoso Madeinusa de un niño peruano.

En esa época nació Yoani Sanchez, entre juguetes sovieticos y el discurso interminable oficial que lo condenaba a ser los nuevos hombres y mujeres del siglo XXI… Jóvenes que veinte años después, decidieron dejar su país en busca de un mejor futuro.

Al parecer ese siglo XXI idealisa y próspero nunca llegó y si lo hizo el “periodo especial”, llamado así por Fidel Castro quien personalmente salía a la calle para calmar a las multitudes inconformes de La Habana.

Primera página de internet de la historia
Yoani Sánchez, permiso de reestablecimiento. Foto: desdecuba.com/generaciony

Pero en un extraño cambio del curso de las cosas, Yoani Sanchez decidió dejar su vida asegurada de comodidad en Suiza y volver a Cuba.

Un hecho que de por si es difícil, pues dejar Cuba sólo puede ser de forma ilegal a menos que seas un miembro del partido, integrante de alguna caravana artística o deportista destacado, regresar lo era también. Yoani tenía que enfrentarse al reto de ser ilegal en su propio país:

Una vez tomada la decisión de virar pá la isla, compramos boletos de ida y vuelta, enviamos nuestros pasaportes al consulado en Berna, para que nos colocaran el recién estrenado sellito de la habilitación del pasaporte, y tomamos el avión con escala en París. En el aeropuerto cubano las consabidas preguntas del motivo del viaje, a las que mi hijo y yo contestamos con el aprendido guión de “venimos por dos semanas a visitar a la familia”. En los escasos 20 kilos de cada equipaje venían todas nuestras pertenencias personales, cuidando que ninguna delatara que se trataba de un viaje sin retorno.

Pasaron las dos semanas incluidas en el boleto y de seguro nuestros nombres resonaron en los altavoces del aeropuerto José Martí, sin que llegáramos a ocupar nunca los asientos comprados. Comenzó entonces la búsqueda de información, para conocer los riesgos y posibles resultados del “arrebato de quedarnos”. A todo el que le preguntaba si sabía de algún otro caso que me pudiera servir de guía para actuar, abría los ojos y me decía “tú estás loca”. Pues sí, de una locura inusual, poco vista, raramente documentada… pero delirio al fin.

Y desde entonces Yoani se ha avocado a relatar al mundo cómo es la vida en Cuba, las peripecias que ha tebnido que lidiar: como el de disfrazarse de turista extranjero y así acceder a los lobbies con internet de los hoteles, o las interminables filas y caras cuotas para acceder a un café internet.

Ser bloguera y escribir con libertad en Cuba no ha sido fácil para Yoani, tampoco lo es competir contra un ejercito de cibrenautas revolucionarios que inundan su blog de insultos y descalificaciones. Puede que “Generación Y” sea la página más consultada de Cuba, y por eso los esfuerzos por censurarla han llevao incluso a bloquear esta su dirección IP para que no sea consultada en Cuba y que un joven cubano oficialista haya decidido crear su otra versión, en el blog: “La otra Y”
Empezando un interesantísimo debate virtual sobre cómo es de verdad la vida en Cuba y enseñándonos que el internet se avisa como un oasis de libertad que ni toda la infraestructura informática del gobierno cubano puede parar.

El 16 de mayo, después de un largo periodo de inactividad y en el que muchos ciberlectores imaginaban lo peor, Yoani publicaba una entrada que recordaba que los riesgos virtuales también son reales, en una especie de “alegato-denuncia-confesión” como ella misma menciona, nos informaba de la advertencia que la habían hecho, “su caso está siendo revisado” el precio de creerse libre y soñar con una isla con libertad expresión estaba pasándole la factura.

Yoani hace enormes esfuerzos para contarnos la vida cotidiana en Cuba, su blog ante la ausencia de internet masivo circula en discos quemados o en memorias USB, curiosas formas de disitribución que muestram que cuando la necesidad de informase libremente inunda a la genta, los caminos solitos se abren.

Primera página de internet de la historia
Yoani Sánchez, distribución de su blog en CD. Foto: desdecuba.com/generaciony

Desde Marzo Yoani no ha podido acceder a su blog desde los cafés públicos ni a los hoteles, tarde o temprano tenía que pasar, sin embargo una red ciudadana se ha organizado en torno a ella y en un complicado sistema de correo Yoani puede publicar y actualizarlo ahora a través de otras personas.

Yoani ahora es una “cibernauta a ciegas” como ella misma se califica, sin acceso a la web no puede haber la misma retroalimentación de antes. Sin embargo no ha cesado en su deteminación de contar cómo es la vida cotidiana en Cuba al mundo. Un esfuerzo que estemos de acuerdo o no con sus opiniones, es digno de reconocerse.

 

Si quieres conocer más sobre Yoani visita si blog: desdecuba.com/generaciony