El rumor era cierto. Hoy Wikileaks desvelaba casi 400.000 documentos clasificados que documentan la guerra y la ocupación en Irak, contada por los propios soldados del Ejército Estadounidense. Los documentos cubren casi la totalidad del periodo 2004-2009 y revelan que 109.000 iraquíes murieron durante este tiempo. Al menos el 60% de ellos eran civiles. Todos los documentos están disponibles en la página de Wikileaks, que después de haber estado inoperativa durante varias semanas, regresa ahora con renovadas fuerzas al ciberespacio.
A pesar de las nada sutiles amenazas proferidas por el Pentágono contra los medios de comunicación que se atrevieran a dar eco a la prevista filtración de Wikileaks, numerosos medios han respaldado a la organización. Entre ellos, los primeros en lanzarse al ruedo fueron el New York Times, Al Jazeera, De Spiegel, The Guardian y la BBC, seguidos rápidamente por el resto de los medios de comunicación.
“las organizaciones de noticias son advertidas para que no faciliten las filtraciones de documentos clasificados de esta organización de dudosa reputación conocida como Wikileaks. […]“WikiLeaks no debería ganar credibilidad a costa de medios creíbles que faciliten [la información] de lo que WikiLeaks está haciendo“ – con estas palabras advertía a la prensa el Coronel David Lapan, vocero del Pentágono
En lo que Wikileaks describió como “un momento extraordinario en el periodismo“, la prensa mundial en su mayoría ha escogido ignorar las amenazas del Pentágono para respaldar con su credibilidad los documentos presentados por Wikileaks. Se trata, según la organización, de la filtración de documentos más grande de la historia.
Ha sido el Bureau of Investigative Journalism quien se ha llevado el premio, al presentar toda una serie de valiosas valoraciones sobre el inmenso material presentado por Wikileaks, lanzándolas, además, en licencia Creative Commons. El material cedido por el Bureau es por lo tanto de libre uso para todos los medios de comunicación.