Si en diciembre se desvelaba en España que Estados Unidos había realizado grandes esfuerzos para sacar adelante la Ley Sinde, ahora le toca el turno a México. Hoy se hacía público el cable 07MEXICO6229, donde se describen los esfuerzos realizados por el gobierno estadounidense para endurecer la legislación mexicana en temas de protección de derechos de autor. Esfuerzos materializados a través de todo tipo de cursos, conferencias y reuniones…e incluso un “curso para visitantes voluntarios en materia de entrenamiento en derechos de la propiedad intelectual programado para principios de Febrero [de 2008] patrocinado por el Estado para que legisladores mexicanos visiten Washington invitados por sus contrapartes estadounidenses…”.
El cable celebraba, además, la presencia del Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el foro judicial de la IPR que tendría lugar en 2008 en Cancún, y se mostraba muy esperanzado en que acudirían también el entonces Secretario de Economía (Eduardo Sojo Garza-Aldape) y el Procurador General (en ese entonces Eduardo Medina Mora). Este “evento de alto nivel” -continuaba- ” se preveía que enviase “una fuerte señal “a todo el sistema judicial mexicano” sobre “la importancia de los derechos de la propiedad intelectual”. Mediante este evento, añadía el cable, la embajada estadounidense esperaba incluso “resaltar los mayores problemas” y “generar un momentum político para solucionarlos”.
Aparentemente, los esfuerzos de Estados Unidos rindieron sus frutos. Así, si el cable ya anunciaba a finales 2007 el gran interés con que Estados Unidos seguía -y propiciaba, mediante todo tipo de cursos, foros y conferencias- el debate sobre una modificación en la legislación que permitiera perseguir de oficio los delitos contra los derechos de autor, en 2010 esto se convertía en una realidad en México con la “Ley Manzanero“, que permite perseguir la “piratería” de oficio.
El cable menciona también el interés de Estados Unidos en que México firme el ACTA (Tratado Contra el Comercio de Falsificaciones). Esto, por el momento, todavía no es una realidad. El ACTA deberá ser firmado en un futuro no muy lejano por el Senado Mexicano antes de poder entrar en vigor. En el Senado, pues, se jugará la última baza.