En México denunciar la situación de violencia que prevalece en el país es prácticamente una sentencia de muerte, principalmente en los estados fronterizos, donde se concentra el mayor número de homicidios de periodistas o comunicadores.
A las estadísticas se suman quienes reportan crímenes vinculados con el narcotráfico a través de redes sociales, sean o no periodistas, tal es el caso del joven que grabó la balacera en Boca del Río, Veracruz y la difundió vía Youtube, en respuesta el crimen organizado fijó precio a su vida.
Así, en este mes al menos tres personas vinculadas con denuncias a través de la red aparecieron sin vida, con señales de tortura y mensajes de advertencia.
El 24 de septiembre apareció el cuerpo decapitado de la jefa de redacción del periódico digital Primera Hora, Elizabeth Macías Castro, quien difundía noticias en Nuevo Laredo Tamaulipas. En torno al cadáver estaban dos teclados de computadora, un reproductor de música y un mensaje que relacionaba el crimen con la profesión de Macías Castro.
“Ok Nuevo Laredo en vivo y redes sociales. Yo soy la nena de Laredo y aquí estoy por mis reportes y los suyos… para los que no quieren creer, esto me pasó por mis acciones, por confiar en SEDENA y MARINA… Gracias por su atención Atte: La ‘Nena’ de Laredo… ZZZZ”.
El 19 de septiembre dos jóvenes fueron colgados sin vida, bajo un puente peatonal también en Nuevo Laredo, junto a los cadáveres se encontraron carteles con amenazas para quienes denunciaran la violencia que se vive en México, los mensajes estaban firmados con la letra Z, nombre que se adjudica el brazo armado del Cartel del Golfo.
La Federación Latinoamericana de Periodismo (FELAP), reportó que durante los sexenios panistas se han registrado 83 periodistas asesinados y 16 desapariciones forzadas. De ellos 2009 y 2010 fueron los que más víctimas presentaron, 15 y 16 respectivamente, todos en la completa impunidad.