Si te parecía confuso a nosotros también hasta que leímos una excelente guía de la BBC que te compartimos resumida sobre cómo se definirá al próximo presidente de Estados Unidos.
El voto en Estados Unidos no es directo, lo definen una serie de delegados y en especial el Colegio Electoral. No gana el que obtiene más votos y aquí sabrás por qué:
. ¿Qué es el Colegio Electoral?
El presidente y el vicepresidente no son elegidos directamente por el voto de los ciudadanos.
Los votantes (unos 218 millones habilitados) en realidad escogen al Colegio Electoral conformado por un total de 538 electores provenientes de todos los estados.
2. ¿Cómo se decide quiénes y cuántos son los electores?
Son los partidos políticos los encargados de definir quiénes desempeñarán esa función en cada estado, mediante la elaboración de una lista de potenciales electores.
El número de electores que le corresponde a cada estado se calcula en proporción a su población y a la cantidad de congresistas que lo representan.
Algunos estados pesan mucho
California, el estado más poblado del país, tiene 55 votos electorales. Washington D.C. y algunos estados pequeños sólo cuentan con tres.
Los residentes en territorios de EE.UU. como Puerto Rico y Guam no votan en las elecciones presidenciales y carecen de representación en el Colegio Electoral.
3. ¿Cómo influye el voto de los ciudadanos en la conformación del Colegio Electoral?
Luego de que los ciudadanos votan por su candidato presidencial el día de los comicios, los sufragios se contabilizan a nivel estatal.
4. ¿Hay excepciones al sistema de “el ganador se lleva todo”?
Sí, en los estados de Maine y Nebraska.
En ambos casos los electores se asignan a uno u otro candidato presidencial utilizando un sistema proporcional denominado Congressional District Method.
5. ¿Pueden los electores cambiar su voto?
Según la Constitución de EE.UU., los electores no están obligados a votar según la voluntad de los ciudadanos que representan.
En la práctica -y por tradición- los electores suelen respetar la decisión de la población y de su partido.
6. ¿Cuántos votos necesita un candidato en el Colegio Electoral para convertirse en presidente?
De los 538 votos electorales, un candidato necesita 270 para alcanzar la presidencia (la mitad más uno).
7. ¿Qué ocurre si ningún candidato alcanza el “número mágico”?
En el improbable caso de que ningún candidato obtenga 270 votos en el Colegio Electoral, la encargada de decidir el ganador es la Cámara de Representantes, que debe escoger el nuevo presidente entre los tres postulantes con más respaldo.
El Senado, por su parte, debe llevar a cabo un proceso similar para elegir vicepresidente entre los dos candidatos más votados.
8. ¿Cuándo y dónde se reúne el Colegio Electoral?
La votación del Colegio Electoral tiene lugar en la capital de cada estado entre mediados de noviembre y mediados de diciembre.
El resultado es declarado formalmente por el Senado el 6 de enero y el nuevo presidente toma posesión el 20 de enero.
Sin embargo, en la mayoría de los casos el ganador es anunciado el mismo día de las elecciones, durante la noche.
9. ¿Es posible que un candidato presidencial gane el voto popular pero pierda en el Colegio Electoral?
Si bien es poco común, es posible: ha sucedido cuatro veces en EE.UU.
La más reciente fue en 2000, cuando el candidato republicano, George W. Bush,llegó a la Casa Blanca con 271 votos del Colegio Electoral, si bien el demócrata Al Gore había obtenido 540.520 sufragios más que él a nivel nacional.
10. ¿Cómo surgió la idea del voto indirecto y del Colegio Electoral en EE.UU.?
La idea de definir la presidencia por medio de un cuerpo de electores surgió en el siglo XVIII y se atribuye a los llamados “padres fundadores” de EE.UU.
En esa época, realizar una campaña electoral a nivel nacional era casi imposible debido al tamaño del país y a las dificultades en la comunicación.
A la vez, EE.UU. no tenía una identidad nacional formada. Los estados eran celosos de sus derechos y el voto popular era temido por su carácter imprevisible.
Fue por eso que los creadores de la Constitución de 1787 rechazaron la idea de que el presidente fuera elegido por el Congreso o por el voto popular.
Sostenían que en ambos casos los ciudadanos optarían por su candidato local y los grandes estados acabarían dominando la política de EE.UU.