Ha comenzado una carrera espacial virtual hacia el ‘metaverso’. ¿Qué nos depara este futuro inmersivo en línea, por qué es importante y dónde encontramos valor?
A medida que aumenta el interés de los inversores, sopesamos la exageración a corto plazo y las oportunidades a largo plazo. Cuando Facebook cambió su nombre a Meta Platforms 1 en octubre, la palabra ‘metaverso’ pasó del dominio de los fanáticos de la tecnología a la corriente principal.
El creciente interés refleja el atractivo intrínseco de las inversiones temáticas, especialmente dentro del sector tecnológico. A pesar del atractivo a largo plazo del concepto de metaverso, creemos que actualmente nos encontramos en un territorio ‘exagerado’: un fenómeno común que también vimos con el advenimiento de la impresión 3D, varias etapas de la tecnología inalámbrica 3G / 4G / 5G y la ‘Internet de las Cosas’.
Sin embargo, aunque los inversores tienden a sobrestimar el impacto a corto plazo de las nuevas tecnologías, también tienden a subestimar la influencia duradera en el panorama competitivo de un cambio tan tectónico. Examinamos las posibilidades y el impacto probable a continuación.
Si bien los inversores tienden a sobreestimar el impacto a corto plazo de las nuevas tecnologías, también tienden a subestimar la influencia duradera en el panorama competitivo de un cambio tan tectónico.
¿Qué es el metaverso?
No existe una definición única del metaverso, que es una palabra combinada que combina ‘meta’ que significa ‘más allá / después’ en griego y ‘universo’. Es una iteración hipotética de Internet. La descripción más común del metaverso es un espacio de realidad virtual, o una economía o mundo alternativo en el que los usuarios pueden interactuar con otros usuarios dentro de un entorno persistente generado por computadora.
Los usuarios suelen estar representados por avatares: un icono o figura digital que representa a una persona en particular. Se puede acceder al metaverso utilizando una colección de tecnologías, por ejemplo, computadoras o teléfonos inteligentes, pero más típicamente, y de forma inmersiva, a través de gafas de realidad aumentada o virtual. Para los inversores que deseen tener una visión preliminar de cómo se vería un metaverso, les sugerimos que vean la película Ready Player One de Steven Spielberg.
Una de las empresas más avanzadas en este frente es Meta Platforms (antes Facebook). Su división Virtual Labs ofrece cascos de realidad virtual (Oculus Quest), que a partir de 2022 también incluirán realidad mixta en etapa inicial con tecnología de seguimiento facial y ocular. La firma también ofrece herramientas de desarrollo (SparkAR) que permiten a los creadores construir nuevas experiencias virtuales.
Un caso de uso interesante está representado por la aplicación SuperNatural, parte de su división Virual Labs, que es un servicio de acondicionamiento físico de realidad virtual inmersiva para Oculus Quest. La aplicación ofrece nuevos entrenamientos diarios que transportan al usuario a los destinos más impresionantes del mundo, mientras se ejercita con entrenadores de fitness reales.
¿Cuáles son los bloques de construcción clave del metaverso?
Hay siete capas necesarias para construir el ecosistema de Metaverso. Estos incluyen la infraestructura y las herramientas de la red troncal necesarias, que abarcan la conectividad, la informática y la interfaz de usuario y el entorno virtual. El entorno 3D y el mapeo geoespacial forman el tejido de Realidad Extendida, que representa la combinación de realidad virtual, aumentada y mixta.
La mayoría de las tecnologías necesarias para crear este ecosistema ya existen, mientras que otras aún están en proceso. Además de estos, muchos servicios evolucionarán para construir el contenido (la economía del creador), comercializarlo (comercio) y hacerlo visible (búsqueda). La expresión final del metaverso será a través de experiencias, que abarcan juegos, interacciones sociales, compras, educación y eventos en vivo como deportes y conciertos.
La expresión final del metaverso será a través de experiencias, que abarcan juegos, interacciones sociales, compras, educación y eventos en vivo como deportes y conciertos. En este momento, solo tenemos ejemplos muy limitados de metaversos “tentativos”. El mejor ejemplo sería el universo de los videojuegos, personificado por el juego gratuito Fortnite o la plataforma generada por el usuario Roblox.
Ambos demuestran algunas de las características antes mencionadas: van más allá de la mera práctica de juegos, incorporando aspectos como conciertos virtuales o compra de activos digitales. En estos entornos virtuales sin efectivo, la tecnología blockchain y las criptomonedaspodría jugar un papel clave. La tecnología blockchain que admite tokens no fungibles (NFT o tokens digitales que representan la propiedad de los activos) también podría crear un ecosistema interesante para la creación y monetización de contenido digital.
Por ejemplo, estos podrían conferir el derecho a utilizar obras de arte o criaturas propias creadas en el metaverso, abriendo la puerta a una nueva economía virtual. En este ámbito, la creatividad humana prácticamente no tiene límites.
¿Por qué podría volverse importante el metaverso?
El objetivo del metaverso es construir una experiencia inmersiva que se convierta en la sucesora de Internet móvil. Ya sea para reunirse, trabajar, jugar, aprender o comprar, los metaversos se tratarán de consumir contenido en tiempo real a través de experiencias virtuales; representan el cambio de un lugar para compartir experiencias a un lugar para compartir experiencias.
Los metaversos versarán sobre consumir contenidos en tiempo real a través de experiencias virtuales; Representan el cambio de un lugar para compartir experiencias a un lugar de experiencias compartidas.
La historia digital ha evolucionado desde lo que nuestros hijos llamarían la Edad de Piedra Digital (antes de Internet) a la World Wide Web (acceso al contenido en cualquier momento y lugar), seguida de Internet de los servicios, a medida que la mejora de las plataformas de TI desencadenó el comercio electrónico. e interactividad y productividad para impulsar la innovación.
El siguiente paso provino de la rápida proliferación de los teléfonos inteligentes, que dio origen a la sociedad hiperconectada y la propagación similar a un virus en las redes sociales. Hoy en día, la tecnología no está solo en nuestros bolsillos, sino a nuestro alrededor, gracias a la gran cantidad de dispositivos conectados alimentados con sensores y conectividad (Internet de las cosas).
Internet ha pasado de ser humanos a hablar con humanos a humanos que hablan (o al menos intentan) hablar con máquinas y, por lo tanto, a máquinas que hablan con máquinas. Esta evolución está cambiando radicalmente las relaciones humanas. A veces, la tecnología no solo aumenta nuestras habilidades, sino que nos sustituye, cuando los algoritmos pueden realizar tareas específicas con una precisión implacable. Con la llegada del metaverso, estamos a punto de entrar en otra fase, donde las interacciones virtuales volverán a cobrar protagonismo.