Reflexión de una ciudadana egipcia de 21 años (@alya1989262) sobre el rol de las redes sociales en la revolución egipcia:
Tengo casi 22 años. He vivido en Egipto desde los 5 años (los años anteriores los pasé en Francia). Abrí una cuenta en Twitter hace aproximadamente 2 años, pero solo comencé a utilizarlo intensivamente durante los últimos 7 u 8 meses.
Twitter es una importante herramienta para los inconformes, tal y como evidencia el hecho de que tanto Twitter como Facebook fueron bloqueados una y otra vez en Egipto a medida que las protestas aumentaban. Lo usamos para hacer campaña y difundir las protestas y los plantones – los hashtags son invaluables en este respecto- y para compartir noticias de forma rápida y eficiente, con nuestro propio comentario de 140 caracteres sobre ellas, y en consecuencia para tener conversaciones al azar con gente/completos extraños. Pero lo más importante es que nos permite compartir información básica como la brutalidad policial, cosas sobre las que estar atentos, activistas que están siendo detenidos, etc. Algunos activistas van armados con smartphones, cosa que les permite tuitear en vivo las protestas (por ejemplo, algunos tuitean los cantos, ya que a menudo son divertidos e interesantes). En cuanto a la organización, creo que Facebook es la principal herramienta mediática al respecto. Los Trending Topics de Twitter también nos ayudan a ver que tan visibles somos ante la comunidad internacional (mis TT está en modo Worldwide, y conozco a mucha gente que lo han puesto en modo de varios lugares en los Estados Unidos). Hacer que se oiga nuestra voz, asegurarnos de que la gente fuera de Egipto se entere de lo que ocurre aquí es muy importante para nosotros, especialmente después de los recientes apagones de las líneas de celulares e internet durante el último fin de semana.
Otra cosa es que el gobierno recientemente ha tratado de usar los social media de un modo dolorosamente incómodo (aunque no sorprendente). He visto varias cuentas de Twitter con muy pocos tuits y no más de 5 followers/following, tuiteando sobre lo malas que las protestas son para la estabilidad de nuestro pais, lo fantástico que el presidente es, etc. Son siempre los mismos pocos tuits, con las mismas palabras, en varias cuentas. Pero la mayoría de la propaganda gubernamental se hace en la tele estatal, lo cual es, desafortunadamente, mucho más convincente para el ciudadano egipcio típico que un puñado de jóvenes en internet. Pero ahora mismo estamos planeando cómo usar los social media para contrarrestar la propaganda gubernamental que pinta a los inconformes como a una juventud violenta y confundida, engañada por “elementos extranjeros” para dañar nuestro país. Necesitamos poder conversar con la gente que cree lo que la televisión les dice, y la mejor manera de hacerlo es usando los social media para presentar nuestros argumentos de forma calmada y lógica.
Durante años, el partido en el poder retrató la escena política en Egipto como una lucha entre ellos mismos, el secular Partido Nacional Democrático, y la Hermandad Musilmana, dejando al ala izquierda de Egipto completamente marginada a causa de la falta de líderes inspiradores. A nosotros, a la oposición que no pertenece a la Hermandad,se nos dejó esperando la llegada un un líder mágico y espiritual à-la-Obama, que nos inspirase para rebelarnos frente al NDP. Tunisia nos mostró que una revolución popular puede ocurrir y puede tumbar un régimen dictatorial sin la necesidad de un liderazgo contundente o una organización fuerte. El 14 de enero fue el día en que empezamos a creer en el 25 de Enero.
Regresando a Twitter, la revolución de Túnez casi no fue cubierta por los medios tradicionales hasta que Ben Ali huyó, pero los hashtags #tunisia y #sidibouzid nos permitieron seguir los eventos durante todo el mes anterior. Creo que esto acabó de convencernos del poder que cada uno de nosotros tiene para efectuar el cambio.
Traducción de PateandoPiedras sobre el texto original #Jan25, One Tweet, One Story publicado por www.Hope140.org