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Historia de Hagadá de Sarajevo, libro medieval judío que sobrevivió a la Inquisición, el Holocausto y las guerras yugoslavas

‘Tiene nafaka bosnia (pura suerte)’.

Lea Maestro, joven judía bosnia frente al Hagadá en el Museo Nacional de Bosnia y Herzegovina. Fotografía por Midhat Poturović/Transitions, usada con autorización.

Esta historia de Adelisa Mašić fue publicada originalmente en Balkan Diskurs, proyecto del Post-Conflict Research Center (PCRC). Global Voices reprodujo una versión editada como parte de un acuerdo para compartir contenido.

Por más de cien años, y a lo largo de la turbulenta historia de Bosnia, la gente de Sarajevo ha protegido el Hagadá de Sarajevo, colección escrita de regulaciones y tradiciones. Su hogar es el Museo Nacional de Bosnia Herzegovina, que el Hagadá ha tenido que dejar varias veces para ser preservado.

El Hagadá es una colección escrita de principios y tradiciones usada para la Pascua judía, fiesta que celebra la liberación del pueblo judío de la esclavitud egipcia. Las familias judías leían tradicionalmente textos del Hagadá durante la Pascua, lo que significa que existe un gran número de esos libros. El Hagadá de Sarajevo es probablemente uno de los más famosos de ellos.

El Museo Nacional de Bosnia Herzegovina menciona que el Hagadá de Sarajevo fue escrito en Barcelona alrededor de 1350. Debido a la persecución de judíos en España, viajó por Italia en los siglos XVI y XVII, como dan fe notas en sus páginas, antes de llegar a Bosnia Herzegovina en un punto desconocido en el tiempo antes del final del siglo XIX.

El Hagadá de Sarajevo contiene una representación figural única y es el único Hagadá de esa era que se ha preservado en su totalidad.

“Por una mala situación económica, la familia Cohen, familia sefardí de Sarajevo, decidió vender su Hagadá. Al principio, se lo ofrecieron a varias asociaciones judías, pero nadie podía pagar el precio. Dado que el Museo Nacional fue fundado por el Gobierno austro-húngaro, tenía los fondos suficientes para comprarlo, por lo que en 1894 compró el Hagadá por una 150 coronas. Aún tenemos el acuerdo de compra en nuestros documentos”, dijo el curador Lejla Bečar.

El Hagadá fue entonces enviado de Sarajevo a Viena para un análisis y volvió a Bosnia Herzegovina, con algunos altibajos, luego de varios años.

En 1941, la Alemania Nazi ocupó Bosnia Herzegovina, y con la ayuda del regimen títere que los nazi se instalaron en Croacia, perpetraron el Holocausto contra los judíos bosnios. En los cuatro años siguientes, 10 000 judíos fueron asesinados en Bosnia, de una población de 14 000. Bečar explicó lo ocurrido con el preciado libro durante ese tiempo:

Lejla Bečar. Foto de Mustafa Öztürk. Usada con autorización.

Njemačke vojne snage su po cijeloj Evropi sakupljale jevrejske umjetnine kako bi formirali muzej uništene civilizacije. U Sarajevu su željeli isključivo Hagadu. Za nju je bio zadužen kustos Derviš Korkut, koji je bio iznimno učen čovjek. Kada ga je tadašnji direktor muzeja Joza Petrović obavjestio da su stigli Nijemci, on je Hagadu sakrio u pantalone i rekao da su je predali drugom oficiru to jutro. Nijemci su otišli tražiti tog oficira, kojeg su Derviš i Joza izmislili, dok su oni ostali razmišljati šta će uraditi sa Hagadom.

Las fuerzas militares alemanas recopilaban arte judío a lo largo de Europa para crear un museo de una civilización muerta. Sarajevo quería el Hagadá exclusivamente. El curador Derviš Korkut, muy ilustrado, estaba a cargo. Cuando el entonces director del museo, Joza Petrović, le informó que los alemanes habían llegado, escondió el Hagadá en sus pantalones y dijo que lo habían entregado a otro oficial esa mañana. Los alemanes  buscaron a ese oficial, que era un invento de Derviš y Joza, mientras ambos se quedaron pensando qué harían con el Hagadá.

Korkut, con gran riesgo, escondió el Hagadá de Sarajevo en una mezquita en una villa musulmana en la montaña Bjelašnica, donde se mantuvo hasta finales de la Segunda Guerra Mundial. Más tarde, fue devuelto al Museo Nacional en Sarajevo.

El Hagadá de Sarajevo estuvo nuevamente en riesgo durante el asedio de Sarajevo (1992-1996). El Museo Nacional estuvo en la primera línea de la guerra y sufrió grandes daños. Junto con muchos otros objetos valiosos, se transfirió el Hagadá a la bóveda del Banco Nacional, donde se mantuvo hasta el fin de la guerra bosnia.

Páginas de una historia turbulenta. Foto del Museo Nacional de Bosnia y Herzegovina. Utilizada con autorización.

El Hagadá de Sarajevo ha sobrevivido la inquisición, dos guerras mundiales y la guerra en Bosnia Herzegovina. “Tiene nafaka bosnia (pura suerte)”, dijo Bečar vívidamente.

Para Luka Bošković, exvoluntario en el Museo Nacional, si bien la riqueza cultural de Bosnia Herzegovina es invaluable, las generaciones más jóvenes tienen poca conciencia de la importancia del Hagadá.

“En el aniversario del museo y para la Noche Europea de los Museos, veo a los mismos amigos que a veces logran traer a otra gente. Los jóvenes no tienen inclinación de ir a museos”, dijo.

Su consejo para los jóvenes es: “Cuando visiten el Museo Nacional, miren con más atención las exhibiciones, lean las inscripciones y mencionen en sus redes sociales lo que leyeron y aprendieron durante esa visita. Nunca te apresures con esto como solemos hacer durante toda nuestra vida”.

Desde hoy, el Hagadá de Sarajevo está nuevamente disponible para los visitantes en los horarios habituales los martes y jueves de 12:00 a 13:00 hrs, y también cada primer sábado de cada mes en el mismo horario.

El Hagadá de Sarajevo, uno de los objetos más valiosos y únicos en la colección del Museo Nacional de Bosnia y Herzegovina, se ha exhibido públicamente solo en ocasiones muy especiales antes de 2018 –por lo general para la Pascua judía y el aniversario del museo– por falta de condiciones apropiadas.

Gracias a los fondos de la embajada francesa en Bosnia Herzegovina y la UNESCO, el Hagadá ahora se exhibe dos veces a la semana, los martes y los jueves de 12 p.m a 1 p.m., y también cada primer sábado del mes en el mismo horario. Además, el museo hace visitas especiales con expertos.

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Publicado originalmente en: Global Voices (Creative Commons)
Por: Camila Leon el día 18 November, 2020

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