En este artículo analizamos el comportamiento pública de Felipe Calderón durante una visita sorpresa a la escuela primaria para iniciar formalmente las clases del año escolar. Se exploran sus comentarios y su actitud frente a los jóvenes estudiantes, así como se examina el impacto potencial de tales apariciones en posibles futuros mandatarios mexicanos.
Como parte de los eventos protocolarios clásicos de los mandatarios mexicanos, Felipe Calderón acudió esta mañana a una escuela primaria para declarar el inicio oficial del curso escolar 2011-2012. Luego de que una niña subiera al presidium y le cuestionara si ser presidente era “tan difícil como las matemáticas”, Calderón les platicó a los alumnos “lo complicado que es ser el presidente de México”.
Se atrevió incluso a justificar ante los alumnos su lucha contra los delincuentes y les dijo que contra el crimen “hay que ir con todo”. Además presumió su capacidad para decidir qué está bien o mal para el país, “a veces se decide entre dos cosas muy buenas y uno no halla cuál puede ser mejor, pero no siempre se pueden decidir cosas buenas, hay cosas muy difíciles de decidir y eso es lo que hace realmente muy difícil nuestro trabajo”, señaló.
