No hubo un comunicado oficial por parte de la Presidencia sobre el encuentro entre Felipe Calderón y el poeta mexicano Javier Sicilia, pero ni falta que hizo.
Además de las transcripciones íntegras del heroico discurso emitido ayer en el Castillo de Chapultepec, el mismo Calderón despertó esta mañana con el ánimo de exponer, a través de su cuenta de Twitter, “lo enriquecedora” que le pareció su reunión con las víctimas de la violencia que impera en el país, “fue enriquecedor para mí y creo que para todos”, dijo a través de la red social.
En 34 Tweets, Felipe Calderón amplió lo que ayer no dejó de defender, su “estrategia anticrimen”, la cual justifica con la siguiente frase: “con aciertos y errores, pero actué”.
En uno de los mensajes señala que el diálogo que sostuvo ayer con familiares de víctimas de la violencia “fue una experiencia intensa y aleccionadora.”
Y en las reflexiones que comparte, como él las llama, recalca el mensaje que ayer daba: “Me duele la muerte de todos los policías, de todos los soldados, de todos los marinos. Me duele la orfandad de sus hijos.”
Calderón no desiste. Acaso promete revisar la estrategia pero con la premisa de no cambiarla. Pide perdón a la Nación con obligada diplomacia. En dos mensajes seguidos advierte que seguirá en la ruta que lleva. Dos argumentos se contraponen.
Naturalmente, se dieron las respuestas por parte de los ciudadanos, el tema está en el iceberg de la cobertura mediática. Con opiniones a favor y en contra, los columnistas de los diarios hablan de si Calderón sedujo a Sicilia, de si la Caravana por la Paz salió victoriosa o no luego de sentarse a la mesa y exponer sus propuestas.